Gustavo Coronel
Un
Secretario General cuya visa a los Estados Unidos ha sido invalidada
por sus conexiones con el narcotráfico, un cínico Canciller del Ecuador
y una Canciller de Colombia que hace un triste papel de comparsa forman
la delegación de una organización de naciones suramericanas que dice
ser imparcial y deseosa de que haya paz y armonía en Venezuela. Para
nadie puede ser un secreto que la situación venezolana es trágica desde
todo punto de vista: político, económico, social y espiritual. El
resentimiento que existe entre los venezolanos solo es superado por la
angustiosa escasez de comida y medicinas. La represión del régimen
aumenta, los abusos de poder son evidentes, el prestigio nacional e
internacional del títere cubano Nicolás Maduro está por el suelo. Es
imposible no advertir el aire de tragedia que caracteriza la vida
venezolana de hoy.
Pero esta gente de UNASUR llega a Venezuela y dice lo siguiente:
“Cualquier
forma de ruptura o alteración brusca del orden constitucional
venezolano obtendría el más firme rechazo de todos los países de la
Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)", ratificó este viernes el
secretario general del bloque, Ernesto Samper, en declaraciones
transmitidas por Telesur (la televisora del régimen).
Sr. Samper: usted es un desvergonzado. El
orden constitucional venezolano ha sido violado y roto en múltiples
ocasiones por el régimen de Nicolás Maduro. La forma en la cual llegó a
ser vicepresidente y candidato presidencial, la falta de transparencia
electoral que le facilitó el triunfo, su conducta abusiva, sus insultos a
la oposición, el desastre financiero venezolano, la corrupción que
satura las instituciones públicas, las declaraciones traidoras y
abiertamente anti-constitucionales del ministro de la defensa, los
asesinatos de jóvenes venezolanos a manos de las fuerzas armadas, la
prisión ilegal de opositores, la tortura a presos y la invención risible
que hace Maduro de supuestos golpes de estado, sin pruebas, todo ello
ha ocurrido y ocurre debajo de su narizota. Usted ha venido, con gran
descaro, a ponerse de manera incondicional de parte del régimen. Sus
declaraciones son absurdas y un insulto a los venezolanos quienes
padecen los abusos del régimen.
Ha agregado usted que “todos saben que en Venezuela hay separación de poderes”.
Sr. díganos, quienes son todos? Seguramente se refiere usted a los
pandilleros del ALBA y a quienes reciben dinero y privilegios del
régimen venezolano, incluyéndolo a usted. La separación de poderes no
existe en Venezuela desde que el difunto tomó el poder y, en un año,
liquidó todo vestigio de autonomías. El Tribunal Supremo de Justicia, el
mal llamado Poder Moral, la Asamblea Nacional, el Consejo Nacional
Electoral están manejados por prostitutos de la política ilegítimamente
designados, una mafia de la cual usted forma parte.
Usted
se permite hablar en nombre de un grupo de naciones entre las cuales
hay algunas que tienen una democracia efectiva. Sin embargo, sus
presidentes permanecen callados ante la tragedia venezolana: Chile,
Paraguay, Colombia, Perú, Uruguay, países que deberían haber alzado su
voz para proteger a los venezolanos, guardan un cobarde silencio.
El
caso de Colombia es especialmente doloroso. Para comenzar, usted no
debería estar en UNASUR, representando a Colombia. Su reputación
política está por los suelos. Su actuación en UNASUR es un descrédito
para Colombia. Su presencia allí solo puede explicarse por la chocante
conchupancia que existe entre las familias colombianas, conchupancia que
corta a través de posiciones políticas. Usted está allí promovido por
esa cofradía de familias cómplices.
Las
dos terceras partes de la delegación vergonzosa es de nacionalidad
Colombiana. Y la otra tercera parte está bien cerca, está representada
por el Canciller de Ecuador, uno de los políticos más cínicos que tiene
América del Sur, tan cínico que debería fuerte candidato a reemplazar a
Insulza en la OEA. Este homínido Ecuatoriano ha dicho que “ que
el Gobierno y la Revolución Bolivariana han transformado el poder en
Venezuela y ahora los recursos de ese país están a favor del pueblo”.
Que ser tan rastrero y despreciable!
Esta
visita de los tres mosqueteros de la indignidad colombo-ecuatoriana
constituye un insulto a los venezolanos. Yo les digo: “cállense y
váyanse de regreso por donde vinieron. Ese diálogo que ustedes vienen a
promover representa un fraude diseñado para apuntalar el régimen de
Nicolás Maduro en el poder”.
Es
inconcebible que los países miembros de UNASUR que tienen un gobierno
democrático apoyen esta sinvergüenzura de Samper y su comitiva. No puede
ser que a estos tres fantoches se les permita hablar por la democracia.
No es posible que se abroguen la representación de quienes aman la
libertad y la paz.
Es que no queda decencia en la región?
Para
rematar; proponen acudir a Venezuela con alimentos, una operación
salvamento que vendría a reforzar la tesis de que el país es objeto de
una guerra económica que tiene a todo el mundo pasando hambre. Esto es
un nuevo insulto de esta gentuza de UNASUR. No hay guerra económica, hay
desabastecimiento causado por la ineficiencia, la corrupción y la
estupidez del régimen.
UNASUR: eres una organización despreciable. Le pido a los suramericanos dignos que te repudien.
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