ND / Claudio Matheuz / 17 sep 2015.- El Frente Institucional Militar repudió este jueves la decisión del Gobierno Venezolano de decretar estado de excepción en los estados fronterizos con Colombia sin tomar en cuenta los costos políticos y la “situación dolorosa que debe enfrentar nuestro pueblo”.
A continuación el comunicado.
El Frente Institucional Militar se dirige a los venezolanos y en particular a los miembros de la Fuerza Armada Nacional con el objeto de hacer oír su voz ante la compleja situación nacional que enfrenta Venezuela. No es fácil de explicar que el señor Nicolás Maduro, desesperado por la indetenible caída de su popularidad, decida establecer un estado de excepción en los estados Zulia, Táchira y Apure y el cierre de la frontera con Colombia, sin considerar sus graves consecuencias políticas y la situación dolorosa que debe enfrentar nuestro pueblo.
De igual manera consideramos totalmente inconveniente que se venga utilizando a la Fuerza Armada Nacional en una operación de orden público para desalojar, mediante la fuerza, de sus humildes hogares, a un numeroso grupo de colombianos que se han visto obligados a desplazarse hacia Venezuela. Las fotografías que muestran a efectivos de la Guardia Nacional irrespetando los derechos humanos de ancianos, mujeres y niños comprometen el honor de nuestra Institución. Es necesario que los Altos Mandos tomen las medidas disciplinarias requeridas para que no vuelvan a ocurrir tan lamentables hechos.
La pregunta que nos hacemos y que le dirigimos a nuestros compañeros de armas es la siguiente: ¿cuál es el verdadero objetivo de estas injustificadas acciones cuando apenas faltan noventa días para la realización de las elecciones parlamentarias? Hemos llegado a pensar que todas estas medidas lo que buscan es distraer la atención de los graves problemas nacionales, doblegar la libertad de nuestro pueblo y desviar la atención de los ciudadanos ante la condena infame del líder opositor Leopoldo López. Decretar un estado de excepción en tres estados limítrofes con Colombia, en los cuales se suspenden garantías constitucionales como los derechos a reuniones públicas y a realizar manifestaciones públicas podrían ser el preámbulo de la suspensión de las elecciones parlamentarias del 6D.
Los venezolanos enfrentamos una creciente crisis económica. La ambición de poder de Nicolás Maduro le impidió tomar, al inicio de su gobierno, las medidas necesarias para modificar la equivocada orientación económica. No lo hizo. Perdió el tiempo y los efectos empiezan a ser inmanejables. Se atacan las consecuencias pero no las causas. El grave problema nacional se origina en un equivocado modelo económico que ha generado un gasto público corrupto e ineficiente que no sólo ha despilfarrado los más altos ingresos petroleros de nuestra historia, sino que ha generado un creciente endeudamiento que supera los 200.000 millones de dólares, y la actual caída de nuestras reservas internacionales, las cuales apenas alcanzan a 15.000 millones de dólares. El gobierno de Maduro, ante la torpeza de aplicar un modelo económico que fracasó, además de ser inviable, ha transformado las instituciones y al país en un conglomerado de rufianes, mafiosos, bachaqueros y narcotraficantes.
Este absurdo sistema económico ha golpeado socialmente al venezolano que empieza a sufrir sus dolorosas consecuencias. El primer impacto ha sido la creciente inflación: en el año 2013 fue de 56, 2 %, en el 2014, de 68,5 % y se prevé que, en el año 2015, alcanzará la sorprendente cifra de 182 %. Las causas están a la vista: indisciplina fiscal y monetaria. El segundo impacto, la escasez de alimentos, medicamentos e insumos de todo orden, provocado por el estricto control de cambio y de precios. Sus consecuencias han sido: el mercado negro, el dólar se acerca a más 700 bolívares, y la falta de productos de primera necesidad que empieza a comprometer el orden público al iniciarse saqueos en supermercados y centros comerciales. El tercero, el incremento de la inseguridad personal. Su origen, la creciente pobreza y la total impunidad criminal.
El Frente Institucional Militar expresa una vez más su profunda preocupación ante la colosal crisis nacional, por el creciente aislamiento internacional de Venezuela, por la ausencia de dialogo y el aumento de la persecución política y la destrucción institucional de la Fuerza Amada Nacional. La crisis colombo-venezolana dejará de ser otro espectáculo circense del régimen, ya se anuncia con bombos y platillos un encuentro Santos-Maduro para el 21 de septiembre en Quito, pero la tragedia y la crisis venezolana continua. Ante este sombrío panorama, se nos presentan en el horizonte las elecciones parlamentarias del 6D. Las actuales circunstancias favorecen la posibilidad de un cambio político que nos conduzca a la recuperación de la democracia, de las instituciones, del Estado de derecho y la concordia nacional.
En tal circunstancia, la institución militar estará obligada por mandato constitucional a cumplir un rol fundamental en la conservación de la paz y la estabilidad política. Se les .recuerda a los integrantes activos de la Fuerza Armada Nacional que, según el artículo 328 de la Constitución Nacional, nuestra Institución “se encuentra al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política” y que el 6 de diciembre, durante las elecciones parlamentarias, tendrá la obligación de garantizar la transparencia del proceso electoral y el respeto de la voluntad popular.
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