Ir al cine, playa o por un helado es un golpe al bolsillo de cualquier ciudadano en medio de una economía marcada por una galopante hiperinflación. Bien sea por auténtico fervor religioso, porque la crisis obliga a voltear la mirada para pedir la intervención divina o porque es lo más económico y saludable que se puede hacer, asistir a los actos religiosos típicos de la Semana Mayor lucen la mejor opción para despejar la mente y reconfortar el alma.
EN:
No comments:
Post a Comment