Los 30 millones de venezolanos estamos en manos de una camarilla que
durante 20 años ha demostrado ser de una alta peligrosidad. No solo son
depredadores del erario público, algunos señalados como narcotraficantes
o con prontuarios, que ocupan las más altas posiciones en las
instituciones; otros son violadores de derechos humanos, represores,
torturadores que engrosan expedientes en organismos internacionales; por
ahora, reciben sanciones de la comunidad internacional con prohibición
de entrar en una gran cantidad de países y con sus activos congelados.
Cada vez más aislados y prácticamente acorralados, se aferran al poder y
dan rienda suelta a innumerables patologías.
EN:
No comments:
Post a Comment