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Saludos,
Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.
Armados hasta los dientes
“El que nada debe, nada teme” dice el refrán.
No parece ser el caso del régimen de cara al 10 de enero.
Maduro, su entorno, los militares y el mundo entero saben que perdió abrumadoramente las elecciones el 28 de julio, y para consumar el robo a la voluntad popular deben “protegerse” y estar dispuestos a todo.
Confiados no están, ante las declaraciones de Edmundo González sobre un eventual regreso a Venezuela para juramentarse como Jefe de Estado, tal como le corresponde.
Tranquilos tampoco no están, ante las declaraciones de María Corina sobre algún hecho que desencadenará el cambio político.
Es por ello que arman a sus policías y militares hasta los dientes, y no dudamos que a otros grupos parapoliciales, para defender al dictador y sembrar terror entre quienes piensen en atreverse a retomar el hilo constitucional en Venezuela.
Si hubiera sido electo, Maduro llegaría en hombros a la Asamblea Nacional, bañado de pueblo, pero no es el caso.
Llegará, si es que llega, impuesto por la fuerza de las armas. Como corresponde a todo dictador.
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