Thursday, February 2, 2017

Los mejores libros en español de los últimos 25 años

EN: Recibido por email


50 críticos, escritores y libreros de ambos lados del Atlántico
eligen los hitos del último cuarto de siglo
El País
Noviembre 5, 2016
http://elpais.com/elpais/2016/10/21/fotorrelato/1477063506_019316.html?por=mosaico

1. 2666. Roberto Bolaño (Anagrama. 2004)
Roberto Bolaño escribió esta novela cuando se sabía sentenciado a muerte y se publicó un
año después de su fallecimiento. Salvo quizá su enigmático titulo —el numeral de un año
tan distante—, nada revela aquella brega; todo en este relato es la expresión jubilosa de una
imaginación en estado de gracia: múltiple, rápida, nítida, juega con ecos de la literatura
universal y otros de la propia vida. Es una cumbre de las letras posmodernas —aunque el
adjetivo huela ya a puchero de enfermo—, pero lo cierto es que Bolaño es también un post
del llamado boom latinoamericano. Su americanidad es quizá menos intensa pero más
extensa, más universal: buena parte de su obra es un irónico diálogo con sus grandes
antecesores. Las novelas buscan poner orden, pero el Orden es, en el fondo, un
reconocimiento y hasta un tributo a la superioridad estética y epistemológica del Desorden
y del Caos. '2666' se divide en cinco “partes” que se complementan y que convergen. Un
apunte manuscrito (que se reproduce en la más reciente edición) enumera lo que llama las
“líneas, puntos de fuga, folletones” que la vertebran. Como 'Los detectives salvajes', '2666'
comienza como una 'quest' colectiva en la que vivir y leer se entrelazan; cuatro jóvenes y
desorientados filólogos quieren saber más de un misterioso escritor alemán, Benno von
Archimboldi, del que nadie sabe nada. Pero, a vueltas de sus erráticos pasos por el campus
globa l, acaban por llegar (como al fina l de Los detectives…) al Estado mexicano de
Sonora: a una ciudad que, bajo el nombre de Santa Teresa, oculta a Ciudad Juárez. En las
dos “partes” siguientes rinden viaje en el mismo paraje un exiliado chileno, Óscar
Amalfitano, profesor de filosofía al borde de la locura, y un periodista afroamericano, Oscar
Fate, cuyo relato es el perfecto remedo de una novela negra clásica. El “folletón” fina l de l
libro cuenta la vida de aquel que todos buscan, el escritor Archimboldi, que es un animado
cuento de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Que también desemboca en Santa Teresa
porque su sobrino es quizá uno de los asesinos. Y en medio, ‘La parte de los crímenes’,
narración escueta y sobrecogedora de los feminicidios que desde 1993 hicieron tristemente
célebre el nombre de Ciudad Juárez. Ese volcán de horrores es el centro de convergencia de
líneas, fugas y folletones. Y estas 400 páginas (de las que ningún lector sale indemne) dan
sentido a las otras 800. Un personaje de '2666' dice que prefiere las obras breves a las
desmesuradas (cita a Billy Budd frente a Moby Dick, hablando de Melville); Bolaño lo
escribe porque, en su caso, pensaba lo contrario. No cabe duda de que es el relato más
admirable del último cuarto de siglo. Quizá también lo sea del inmediatamente anterior y es
muy posible que lo haya de ser del siguiente. / JOSÉ-CARLOS MAINER
2. La fiesta del chivo. Mario Vargas Llosa (Alfaguara. 2000)
Los años han dado un lugar distinguido a 'La Fiesta del Chivo' en la obra de Mario
Vargas Llosa. Junto a sus primeras novelas, clásicos de lectura obligada en la
literatura del 'boom' latinoamericano de los años sesenta y setenta, esta novela, que
inaugura su obra en el nuevo siglo, es una de las más vendidas hasta hoy, por
encima de las posteriores. Y se ha ganado ese favor gracias a una estructura
perfectamente engarzada, donde el desarrollo de las tres líneas argumentales se
refuerza sostenidamente a un ritmo apasionante de 'thrille'r político e intriga
dramática. El eje de esta ficción histórica gira en torno al cruel y endiosado “dueño”
de un país sometido a sus antojos durante tres décadas. El general Rafael Leónidas
Trujillo gobernó y esquilmó República Dominicana, donde se estima su
responsabilidad en cerca de 50.000 muertes. 'La Fiesta del Chivo' se desarrolla a lo
largo del último día de la vida del tirano –el 30 de mayo de 1961- y en paralelo
relata en detalle las interioridades del complot definitivo para asesinarlo, combinado
con la historia de Urania Cabral, víctima de abusos sexuales por parte del dictador.
Pero es el conjunto, como patético retrato de un personaje despiadado en la
tradición de novelas sobre dictadores latinoamericanos y el universo de rastreras
fidelidades, ciega complicidad y codicia de los que se rodeó para ejercer el poder, lo
que da ese perdurable interés a esta documentada obra sobre la llamada Era de
Trujillo. / FIETTA JARQUE
3. Los detectives salvajes. Roberto Bolalños (Anagrama. 1998).
Puede decirse que 'Los detectives salvajes' es la más importante novela
latinoamericana “total” que se ha escrito después del Boom, y posiblemente la
última, su canto de cisne, pero es justo añadir también que para lograr eso hay que
romper el rótulo “latinoamericano” y cambiarlo por universal. El tema de la nove la
(y de ahí el guiño policial del título) es tan universal y trascendente como la
búsqueda. Arturo Belano y Ulises Lima son tan “detectives” como podrían serlo
Edipo o Hamlet. Buscan una verdad. Solo que la verdad de estos detectives
literarios no es una vuelta al orden, sino una verdad “salvaje”. Q uieren encontrar el
principio de todas las rupturas y todas las vanguardias, es decir el principio mismo
de la pulsión poética, encarnada en una poeta casi analfabeta llamada Cesárea
Tinajero. En esa poeta desconocida anida el fuego inextinguible de la poesía, que es
la ruptura. Por tanto, para encontrarla no se necesita romper solo el lenguaje y
aplicarse en la vanguardia (el tema central de la primera parte de la novela, el diario
de García Madero) sino también sacrificar la vida misma, como lo hizo Rimbaud,
pues no hay hallazgo sin extravío. Así, la segunda parte de la novela busca
reconstruir, de manera coral y cual sofisticado rompecabezas, los años perdidos de
Belano y Lima. Para eso reconstruye los diferentes dialectos latinoamericanos de
decenas de personajes secundarios, un carrusel de lenguaje y destreza narrativa que
sin duda es lo mejor que se ha escrito en castellano en las últimas décadas. / IVÁN
THAYS
4. Tu rostro mañana Javier Marías (Alfaguara. 2002)
Releída ahora, aún asombra más (si cabe) la torrencial fuerza narrativa de 'Tu rostro
mañana': desde el deslumbrante arranque que perfila el conflicto del narrador y
protagonista, a los sucesivos círculos en que se despliega la novela y que incluyen
episodios históricos poco transitados. Jacobo Deza se incorpora a un grupo ya
residual que en su día formó parte del servicio de espionaje británico MI6 y tiene
como tarea mirar para informar y contar, averiguar lo que aún no es y darle un
sentido, buscar reflejos, huellas lejanas, de lo que la gente "entrevistada" llegará a
ser: "conocer hoy sus rostros", saber de qué serán capaces. Deza será un intérprete
de personas, un traductor de vidas, un anticipador de historias. Esta tarea obliga a
una reflexión moral y propicia una indagación en torno al hecho de contar,
aparejada a una meditación sobre el tiempo y sus contenidos. Y todo ello, sumado a
la admirable y libérrima orquestación compositiva, y a una narración poliédrica, que
quiebra de continuo la línea argumental a base de rodeos y desvíos, digresiones,
pausas reflexivas, incisos y encadenamientos, reminiscencias o anticipaciones, muy
bien resueltas literariamente, convierten Tu rostro mañana en lo que es: una ficción
que perdura. / ANA RODRÍGUEZ FISCHER
5. Bartleby y compañía. Enrique Vila-Matas (Anagrama. 2000)
'Bartelby y Co. es el equivalente literario de 'Esto no es una pipa', de Magritte. Bajo
la apariencia de una elegante ficción narrada por un jorobado lector sin éxito con las
mujeres, el libro de Vila-Matas es una extendida y sutil meditación sobre el
propósito de la literatura, elaborada a través de autores que se negaron (tal el
Bartelby de Melville) al acto de escribir. Como el 'Pierre Menard, autor del Quijote',
de Borges y 'Rayuela', de Cortázar, 'Bartelby y Co'. marca una nueva victoria en la
prolongada guerra contra la tradicional autoridad del escritor. / ALBERTO
MANGUEL
6. La novela luminosa. Mario Levrero (Alfaguara. 2005)
Levrero escribe sobre la escritura como frustración, cotidianidad, peldaño hacia la
luz, práctica religiosa, conjuro frente a la muerte, dolencia, grafomanía… Libro
dentro del libro, La novela luminosa es el resultado del 'Diario de la beca': la
primera es un breve ángel de Chagall con varices y el segundo el entrenamiento de
un deportista. Levrero habla del auténtico escritor disolviendo el límite entre
autobiografía y ficciones con misticismo, símbolos de pájaro y humor. La
autocontemplación hipocondriaca de Levrero aborda con reverencia e irreverencia
simultáneas el discurso literario. Se solidifica la escritura de un devoto que
cuestiona a Dios, y sabe que el letraherido se parece al enfermo. Que los enfermos
disfrutamos de la fiebre. / MARTA SANZ
7. Soldados de Salamina. Javier Cercas (TusQuets. 2001)
Recuerdo a Carlos Castilla del Pino comentar, a los pocos días de publicarse la
novela: “Este libro será un best seller”. Y, efectivamente, lo fue: un millón de
ejemplares vendidos da mucho que pensar. ¿Por qué? Porque Javier Cercas
inauguraba una nueva forma de novelar la guerra civil española no solo ahondando
en la humanidad sufriente de los soldados, de uno y otro bando, que no tuvieron a
nadie que los recordara después de muertos, sino construyendo su relato como una
búsqueda de la verdad, prescindiendo de los apriorismos ideológicos. Un soldado
republicano pudo matar a un militar fascista, pero no lo hizo. Cercas, a ese soldado
que tiene un gesto de piedad lo erige en héroe. Y los lectores hicieron lo mismo. /
ANNA CABALLÉ
8. Borges. Adolfo Bioy Casares (Destino. 2006)
"Come en casa Borges", la entrada más repetida de sus 1663 páginas, se convirtió
en talismán para devotos y detractores de este libro único. Crónica de una de las
amistades literarias más prolíficas del siglo XX (la que unió a los Premios
Cervantes Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares entre 1931 y 1987), 'Borges' es,
a la vez, una biografía atípica surgida de sobremesas casi taquigrafiadas y la edición
posterior de los diarios que Bioy llevó por más de medio siglo, el fresco de una
época y un texto de oralidad inolvidable, que aquilata ocurrencias de uno de los
autores más geniales que dio el castellano. Sus diálogos destilan agudeza, malicia y
cotilleos, erudición y sobre todo, pasión por la escritura. Vale releerlo al azar, como
quien consulta el I Ching. / RAQUEL GARZÓN
9. Corazón tan blanco. Javier Marías (Anagrama. 1992)
'Corazón tan blanco' es una novela sobre el secreto, o, dicho con palabras menos
elusivas, sobre la necesidad del engaño y la mentira en las relaciones sentimentales.
Y es una novela, como todas las de Marías, sobre el modo en el que el azar o la
fatalidad –“no he querido saber, pero he sabido”, dice en el prodigioso arranque del
libro– construyen nuestra vida. En Corazón tan blanco toma forma ya definitiva esa
escritura imantada, de ritmo esférico, con la que Javier Marías le corta la huida al
lector y le presenta sin descanso conflictos morales o existenciales siempre
irresolubles. Una obra maestra que creó escuela. / LUISGÉ MARTÍN
10. Rabos de lagartija. Juan Marsé (Areté.2000)
La gran novela del último Marsé. De nuevo en el territorio de la inmediata
posguerra, de nuevo bajo la mirada adolescente, de nuevo pintando con una
sensibilidad y exigencia extremas que muestran los tristes y sucios colores de la
pobreza, del miedo, de la represión y las gentes sometidas y maltratadas, Marsé
acude a la luz de la imaginación y de la fantasía para iluminar el dolor de unas vidas
truncadas con una intensidad, una compasión y una lucidez implacables. Utilizando
una mezcla de tiempos atrás y adelante que van montando las escenas en la
imaginación del lector y con una arriesgada apuesta por las voces narradoras
resuelta con pulso maestro, el autor acude una vez más a su cita con la realidad de la
esperanza violentamente arrebatada a los sentimientos y las ilusiones de unos
personajes criados en la imperdonable charca del nacionalcatolicismo. / JOSÉ
MARÍA GUELBENZU
11. La grande. Juan José Saer (RBA. 2005)
Esta novela inconclusa muestra que Saer concebía su tarea como asedio del arte.
Inesperada obra autobiográfica, la escribió mientras enfermaba y moría. Leída hoy,
casi se asiste al despliegue de la escritura como mecanismo de recuperación de la
infancia. Un personaje retorna y emergen el padre sirio, el campo de los
inmigrantes, la juventud de los otros, los cadáveres vivientes de amigos y amores. /
NORA CATELLI
12. Anatomía de un instante. Javier Cercas (Mondadori. 2009)
Primero se ganó el favor de los lectores, después se alzó con el Premio Nacional de
Narrativa 2010. 'Anatomía de un instante', la novedosa aproximación de Javier
Cercas al golpe de Estado del 23-F, es un juego magistral entre realidad y ficción
que mantiene a los lectores en vilo hasta el final con un hecho histórico de
desenlace archiconocido. Una conquista solo al alcance de la mejor literatura. / M.
M.
13. El desierto y su semilla. Jorge Baron Biza (Simug. 1998)
En 'El desierto y su semilla', Baron Biza ha logrado extraer belleza de algo ante lo
que cualquier otro solo podría sentir espanto: la reconstrucción del rostro de la
madre del narrador, desfigurado por un chorro de ácido lanzado por su marido. Se
instala una nueva lógica y hay que aprender su idioma: este es el principal mensaje
que se nos transmite en la novela, con un tono desprovisto de sentimentalismo y a la
vez dotado de una sensibilidad extrema. / MERCEDES CEBRIÁN
14. Crematorio. Rafael Chirbes (Anagrama. 2007)
Si las últimas novelas de Rafael Chirbes son una síntesis entre literatura social y
literatura experimental, 'Crematorio' es el retrato perfecto de la España del pelotazo
inmobiliario. Un año después de su publicación llegó la crisis. / J. RODRÍGUEZ
MARCOS
15. Tinísima. Elena Poniatowska (Era. 1992)
México es el principio y el fin de la literatura de Elena Poniatowska. Todo cabe bajo
su cielo. Mujeres rotas y enteras. La muerte, el arte y la revolución. Eso son los
puntos cardinales de la autora mexicana y todos ellos están en Tinísima, la
desbordante reconstrucción de la vida de la fotógrafa y revolucionaria Tina Modotti
(1896-1942). / JAN MARTÍNEZ AHRENS
16. La noche de los tiempos. Antonio Muñoz Molina (Seix Barral. 2009)
'La noche de los tiempos' figura entre las grandes obras de Antonio Muñoz Molina
y entre las fundamentales para entender la Guerra Civil. Apareció en mitad de los
calores de debate sobre la memoria histórica. El autor realiza un muy honesto y
cabal examen de conciencia republicano. En ese sentido, la obra es valiente y
moralmente tan lúcida como irreprochable. No andaban los ánimos calmados
entonces como para entenderla en toda su profundidad. Pero pasan los años y se
consolida como uno de los referentes más sólidos de la literatura española
contemporánea. / JESÚS RUIZ MANTILLA
17. El desbarrancadero. Fernando Vallejo (Alfaguara. 2001)
Fernando Vallejo confiesa que no es novelista de tercera persona. “No sé qué
piensan mis personajes”, dice. Por eso, cuando contó en esta novela la agonía de su
hermano, enfermo de sida, y el desprecio hacia una madre a la que llama La Loca,
los colombianos encontraron en estos personajes un epitafio para su país. / ANA
MARCOS
18. La pesquisa. Juan José Saer (Seix barral. 1994)
Juan José Saer maduró largamente escribir una novela policial que no fuera de
'género'. Durante un viaje al litoral fluvial argentino, Pichón Garay, que vive en
París, cuenta a sus amigos el caso del inspector Morvan. Una novela dentro de otra,
una obra maestra. / EDGARDO DOBRY
19. Son memorias. Tulio Halperin Donghi (Siglo XXI. 2008)
En Argentina, donde existe verdadera pasión por la historia del país, Tulio Halperin
fue el historiador más admirado. En 'Son memorias' evocó sus años de infancia y
juventud entre 1920 y 1955 mezclándolos con los acontecimientos más relevantes
en ese periodo. / FRANCISCO PEREGIL
20. Vendrán más años malos y nos harán más ciegos. Rafael Sánchez Ferlosio (Destino
Áncora y Delfín. 1993). Los pecios de Ferlosio contienen lo que queda de un largo trasiego entre
las palabras y las cosas. Iluminaciones, guiños, hachazos… abren un surco para que
penetre el veneno del conocimiento. / JOSÉ ANDRÉS ROJO
21. Fragmentos de un libro futuro. José Ángel Valente (Galaxia Gutenberg. 2000)
Viaje al interior de las sombras para encontrar la luz, 'Fragmentos de un libro de
futuro' se cerró con la muerte de su autor y quedó como testamento literario de
Valente. Un libro atravesado por la muerte y los colores del otoño que recoge la
cima de su canto. / JORGE MORLA
22. Jamás el fuego nunca. Diamela Eltit (Periférica. 2007)
'Jamás el fuego nunca' es el 'Pedro Páramo' de este siglo. Rulfo escribió el responso
del orden patriarcal. Eltit escribe la elegía de la última pareja rebelde y fantasmática,
cuya fe en el cambio se apaga entre el mercado y sus policías. / JULIO ORTEGA
23. Nubosidad variable. Carmen Martín Gaite (Anagrama. 1992)
Carmen Martín Gaite trata en 'Nubosidad
variable' de uno de sus temas favoritos: la
supervivencia a través de la escritura. Con esta novela,
como con 'Usos amorosos
de la posguerra española', conectó con el gran público. Su castellano es espléndido.
/ R. M.
24. Santa Evita. Tomás Eloy Martínez (Alfaguara. 1995)
'Santa Evita' inventó la ficción mezclada con la realidad con tal potencia que ya no
se sabe si la genial creación de Eloy Martínez es menos verdad que la realidad
protagonizada por Eva Perón. Leerla es una lección para quienes buscan la raíz de
las literaturas. / JUAN CRUZ
25. El día del Watusi. Francisco Casavella (De Bolsillo. 2002-2003)
Tobogán entre el esperpento y la piedad, la fábula y el retrato social de la
Barcelona de 1975 a 1995, tiempo para patear los barrios populares, los sueños
juveniles cercenados por la droga, las falsas esperanzas de la turbia Transición o los
cambalaches preolímpicos. Puro desencanto entre personajes de carácter de un
narrador que desapareció prematuro. / CARLES GELI


ENCUESTA
El jurado de la encuesta de Babelia
Cada participante ha escogido cinco libros publicados
entre 1991-2016
Javier Aparicio Maydeu, crítico y profesor de literatura.
J. Ernesto Ayala-Dip, crítico.
Anna Caballé, profesora de literatura y crítica.
María Ángeles Cabré, escritora y crítica.
Fernando Castanedo, escritor y crítico.
Nora Catelli, ensayista y profesora de literatura.
Mercedes Cebrián, escritora, traductora y crítica.
Juan David Correa, escritor, periodista y editor.
Sheila Cremaschi, directora del Hay Festival Segovia.
Patricia de Souza, escritora y crítica.
Edgardo Dobry, poeta y traductor.
Christophe r Domínguez Michael, historiador, ensayista y crítico.
Laura Freixas, escritora y crítica.
Cristina Fuentes La Roche, responsable del Hay Festival.
Raquel Garzón, periodista y poeta.
Javier Goñi, crítico.
Paco Goyanes, librería Cálamo (Zaragoza).
Jordi Gracia, crítico y catedrático de literatura.
José María Guelbenzu, escritor y crítico.
Gustavo Guerrero, escritor y editor de literatura hispanoamericana en Gallimard.
Mariano Horenstein, director de la revista Calibán.
Noé Jitrik, escritor y crítico.
Lola Larumbe, librería Rafael Alberti (Madrid).
Ignacio Latierro, librería Lagun (San Sebastián).
José-Carlos Mainer, crítico y catedrático de literatura.
Alberto Manguel, escritor y director de la Biblioteca Nacional de Argentina.
Luisgé Martín, escritor y crítico.
Julio Ortega, crítico y profesor de literatura.
Carlos Pardo, escritor y crítico.
Lila Perrén, ensayista y crítica.
Rodrigo Pinto, crítico.
Ángel Luis Prieto de Paula, crítico y catedrático de literatura.
Patricio Pron, escritor y crítico.
Gonzalo Queipo y Alfonso Tordesillas, librería Tipos Infames (Madrid).
Anna María Rodríguez Arias, especialista de la Casa de América (Madrid).
Ana Rodrígue z Fischer, profesora de literatura y crítica.
Javier Rodríguez Marcos, periodista.
Manuel Rodrígue z Rivero, crítico.
Analía Roffo, periodista.
Ricard Ruiz Garzón, escritor y periodista.
Mayra Santos-Febres, escritora y directora del Festival de la Palabra de Puerto Rico.
Marta Sanz, escritora y crítica.
Beatriz Sarlo, ensayista.
Lluís Satorras, crítico.
Marisol Schulz, directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).
Luz Elena Silva Guerre ro, librería Rosario Castellanos FCE (Ciudad de México).
Ricardo Silva Romero, escritor y crítico de cine.
Francisco Solano, crítico y escritor.
Iván Thays, escritor.
Carlos Zanón, escritor y crítico.

No comments:

Post a Comment