Agradezco a Nelson Rivera y al Papel Literario este homenaje que le hace honor a la pasión con la que se entregó mi mamá a la literatura. Victoria —así nos referíamos a ella sus hijos— se quejaba de mis lecturas. ¡Qué regaños, con toda razón! Durante todos estos años, lejos o cerca, no dejó de recomendarme autores y libros. Su última recomendación: Bajo la mirada de Occidente, de Joseph Conrad. ¡Qué maravilla contar con esta guía! La obra viene al caso por el momento que vivimos —la invasión de Ucrania—; en segundo lugar, porque todas las mujeres mantienen la integridad alrededor del relato y al final se salvan de la mirada envenenada de Oriente. ¡Los hombres sucumben a su propio yo de una manera u otra! La última novela de Victoria, Un grano de polvo se levanta, de la que se adelanta aquí un fragmento y en la que trabajó hasta su último día, es un relato de una madre y una hija, que leen, leen y leen sin parar, autores clásicos y otros menos. Cuando hablábamos y me contaba algo sobre el libro no dejaba de decirme que era una locura. No lo creo. ¿Existen de verdad esos personajes? No, es ella misma y, simultáneamente, la madre y la hija. ¡Usted lo descubrirá en algún momento! El último capítulo puede parecer un poco raro, pero para una escritora que le debe todo a sus lecturas es justamente el capítulo final perfecto. La vida de Victoria fue también una vida de compartir. ¿Cuántas veces no mencionó a sus amigos, a usted o a mí, un autor o una obra? Nunca dejé pasar sus recomendaciones. Si usted lo hizo, qué mejor regalo que recordar esa obra y leerla. Esta lectura tendrá un valor especial, cerrará el círculo entre usted, ella y la obra. Una novela o ensayo de su gusto destilará pensamientos, reflexiones y vivencias interiores… para olvidar la actualidad innombrable que nos acecha. Vamos a leer, leer y leer con pasión y plena libertad, la que todavía nos queda....
EN: https://www.elnacional.com/papel-literario/bajo-la-mirada-de-victoria/
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