Friday, November 30, 2012

Es comuna

En: http://www.lapatilla.com/site/2012/11/30/laureano-marquez-es-comuna/

Laureano Márquez

Todo el mundo se pregunta qué carrizo es eso del Estado Comunal y la comuna. Parece que hay una ley al respecto, pero en Venezuela los ciudadanos nunca leemos las leyes, porque como nunca se cumplen, lo consideramos una pérdida de tiempo.
Usualmente les pedimos a los abogados que nos las medio expliquen, pero solo para saber cómo encontrarle la caída, cómo buscarle la vuelta.
El fantasma del comunismo vuelve a recorrer a Venezuela y es inevitable, porque comuna suena a comunismo. La gente sí es alarmista: ¿cómo va a haber comunismo en Venezuela? ¿Alguien ha visto comunismo con whisky 18 años? ¿Ah? En estos 14 años hemos visto escasez de todo, menos de la bebida espirituosa que nos provee nuestra madre patria Escocia. ¿Un comunismo en el que se venden 12.000 vehículos mensuales y hay que pagar vacuna para conseguirlos? ¿Entonces? Como dicen los malandros, ¡eso no existe, papá! No seamos tan exagerados tampoco. De hecho, ahora se entiende por qué durante la reciente campaña presidencial la gente del PSUV repartía el supuesto programa de Capriles, porque es ese el que comienzan a aplicar ahora. Era un aviso. Y es que el ministro tiene razon: no se puede regalar, no por un problema de que sea negocio o no, no se puede regalar porque llega un punto en que no se puede más. No puede hacerlo ni el socialismo finlandés y menos el capitalismo chino, que es el más salvaje del planeta.
Dejemos la paranoia, pues. El comunismo tiene que ver con la propiedad colectiva de los medios de producción, cosa que nunca se ha aplicado en ninguna parte del mundo y no vamos a ser la excepción. La comuna es una determinada forma de organización social a partir de las pequeñas comunidades, cosa que tampoco uno se imagina en un país en el cual uno no va ni siquiera a las reuniones de condominio que son en la planta baja del edificio. ¿Y saben por qué uno no va? Porque uno tiene pavor de que lo nombren presidente de esa vaina, cosa que te obliga a trabajar por todos tus vecinos de gratis y recibiendo como única retribución mentadas de madre en el ascensor y otras áreas comunes, amén de que cualquier “copropietario”, a las 11 de la noche, te toque el timbre para reclamarte que no hay agua, como si tú fueras el aguador de Sevilla.
No, tampoco es comuna en el sentido tradicional a lo que se refieren. Cuando se habla de comuna en Venezuela, lo que uno debe entender es que el gobierno quiere transmitirnos que ha entrado en una fase en la que requiere de nosotros mayores dosis de imaginación para vislumbrar una eficiencia que, por problemas de ADN sociológico, este proceso político no logra alcanzar. A ver si nos entendemos: por ejemplo, cuando a la gente se le entrega un apartamento a medio hacer, se le explica que eso que está al lado del recibo es “comuna cocina” y ese tierrero afuera con una capita de asfalto es “comuna avenida”; el dispensario mal dotado, “comuna clínica” y ese grupo armado que nos amenaza más que cuidarnos es “comuna policía”; el barniz tenue de formación que los niños reciben en la educación pública es “comuna escuela” y así sucesivamente, como diría Platón.
En Venezuela, pues, todo es “comuna caricatura” (insistimos: la Defensoría está clarísima) de lo que queremos y esperamos.
Todos sabemos que podemos ser diferentes y mejores, pero que hay “comuna vaina”, que uno no sabe muy bien qué es, que nos lo impide.

!Gracias Hugo!

En: http://www.lapatilla.com/site/2012/11/30/andres-oppenheimer-gracias-hugo/

Andrés Oppenheimer

Cuando el municipio de Doral entró en la historia esta semana al convertirse en la primera ciudad de Florida que elige a un alcalde venezolano, mi primera reacción fue correr a mi página de Twitter para difundir la noticia y agregarle un comentario jocoso: ¡Gracias, Hugo!
Así como Florida debería estar eternamente agradecida al dictador cubano Fidel Castro, por las decenas de miles de profesionales que escaparon a Miami después de la revolución cubana de 1959, las autoridades de Florida deberían levantar una estatua al presidente venezolano Hugo Chávez por haber ahuyentado a una parte de la clase media venezolana que se ha venido a Florida durante la ultima década.
Se estima que hay alrededor de 244.000 venezolanos viviendo en Estados Unidos, mas del doble de los 91,000 que vivían en el país en el 2000, un ano después de que Chávez asumió la presidencia, según cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Doral, en la zona del gran Miami, tiene la mayor concentración de venezolanos en Estados Unidos, lo que ha llevado a muchos de sus residentes a llamarla, en broma, “Doralzuela”.
Tal vez más interesante aún, la mayoría de los venezolanos que residen en Estados Unidos tienen altos niveles de estudios. Entre los residentes venezolano-estadounidenses entre 25 y 34 años, casi el 57 por ciento tiene títulos de licenciatura o de maestría, un porcentaje mucho mayor que el promedio nacional estadounidense, según las cifras del Censo de 2010.
Muchos venezolanos – algunos llegados antes de que Chávez asumiera el poder en 1999, y otros después – ocupan cargos importantes en las mejores universidades de Estados Unidos.
Irónicamente, aunque actualmente no hay ni una universidad venezolana entre las mejores 400 universidades del mundo del ranking del Suplemento de Educación Superior del Times (THE), un académico venezolano —Rafael Reif— fue designado hace pocos meses presidente del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), una de las cinco universidades que encabezan ese ranking mundial. Otros enseñan en Harvard, Columbia y otras de las mejores universidades del país
El éxodo de decenas de miles de venezolanos de clase media durante los últimos años también ha sido una bendición para la industria inmobiliaria de Florida, donde los venezolanos —junto con los brasileros y los argentinos— han estado entre los principales compradores de viviendas después de la crisis de 2008.
No es sorprendente que en un artículo reciente del Miami Herald se citara a Philip Spiegelman, directivo de una firma que vende condominios en Miami, diciendo que el chiste del momento entre los asistentes a un congreso inmobiliario celebrado el 15 de noviembre en Miami era que Chávez debía ser designado “Vendedor del Año”, debido a la enorme cantidad de venezolanos que han comprado propiedades en Miami en 2012.
En una entrevista telefónica, el nuevo alcalde de Doral, Luigi Boria, me dijo que los venezolanos constituyen alrededor del 22 por ciento de los residentes de la ciudad. Boria, dueño de una empresa exportadora de computadoras, se mudó a Florida en 1989, pero la mayoría de los residentes venezolanos de Doral han llegado a la ciudad en fechas más recientes.
“Han venido aquí por la persecución, el miedo y la inseguridad que sienten en Venezuela”, me dijo Boria. “Y es probable que vengan muchos más. Mi propio hermano y su familia están hablando con abogados de inmigración, para poder mudarse aquí”.
Mile de otros venezolanos de clase media se han ido a Panamá, Colombia y otros países latinoamericanos, donde la diáspora venezolana aumenta cada día. Hay al menos 97.000 venezolanos viviendo en España, 37.000 en Italia y 36.000 en Portugal, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con sede en París.
En buena parte por la huida de los ejecutivos y los ingenieros petroleros de Venezuela, la producción de petróleo venezolano se ha desplomado desde los 3.4 millones de barriles diarios en el momento en que Chávez asumió la presidencia a alrededor de 2,5 millones en la actualidad, según estimaciones independientes. De manera semejante a los que ocurrió con la industria azucarera cubana después de la revolución de 1959, la industria petrolera de Venezuela ha sido diezmada por la emigración de profesionales que no han podido ser reemplazados por la decadencia general de los niveles educativos.
Mi opinión: la fiesta populista de Venezuela —que le ha permitido a Chávez ser re-electo tras usar la bonanza petrolera del país para dar subsidios en efectivo a millones de personas, al tiempo que destruyo la base industrial del país— ha dado lugar a un éxodo masivo que afectará a Venezuela por muchos años.
Para Venezuela, eso es una tragedia. Pero para Estados Unidos y otros países que están recibiendo estos grupos de inmigrantes altamente preparados, es una bendición.
El presidente Obama podría aprovechar la elección de Boria para enviarle a Chávez una calurosa nota de agradecimiento.

Conchupancia comunalista del Dr. Escarrá?

En: http://www.eluniversal.com/opinion/121130/conchupancia-comunalista-del-dr-escarra
 
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ |  EL UNIVERSAL
viernes 30 de noviembre de 2012  12:00 AM
Mire doctor Escarrá, este domingo 25/11/12, a casi dos meses del 7-0, cuando el cuadro político de este expaís es cada vez más difícil y complicado, lo vi por Televén haciendo una enjundiosa exposición para establecer que el Estado Comunal que impulsa el régimen, como base y fundamento para desplazar, vía constituyente originaria, las estructuras burguesas y darle paso a las revolucionarias y socialistas del siglo XXI, no viola la Constitución nacional.

Y eso me hizo volver sobre el papel  que cumplen las oposiciones frente a un régimen que se ha declarado socialista, y que no sólo  adoptó el modelo cubano sino que convino en la "fusión de las dos experiencias revolucionarias" para producir una Venecuba que se funda formalmente  en 2005, pero que venía andando desde que Fidel Castro y su G2-G3 asumieron la condición de consejeros y guardianes de este "proceso".

La primera declaración pública se produce el 03F-99 en el Aula Magna de la UCV cuando Castro señaló que la revolución naciente debía moverse con mucho cuidado y paciencia porque surgía en un momento nacional e internacionalmente tan difícil que su revolución no hubiera podido desarrollarse en un panorama similar.

Por ello, la "revolución bolivariana", para mantenerse, debía cuidar sus relaciones con el imperialismo y no violentar las estructuras internas porque ello podría desatar la furia de los monstruos.

No es casual entonces el surgimiento de una  "revolución pacífica pero violenta". De inicio, todo se trataría de lograr de manera legal. Por ello se trabajó tanto en la conformación de la superestructura jurídica,  a través de lo que se conoció como Constituyente de 1999, de la cual usted  fue  actor principal.

Usted es testigo de excepción de la planificación que se hizo desde un comienzo para elaborar un cuerpo de leyes que en su momento le dieran sustento a las acciones gubernamentales o "constituyente permanente" según algunos intérpretes, para desplazar las viejas estructuras y abrirle paso a las socialistas.

Y llama la atención que a lo largo del programa no se mencionara para nada la tan nombrada construcción del socialismo a partir del establecimiento del Estado Comunal.

El régimen ha declarado siempre que transferirá todo el poder al soberano quien regirá los destinos de la patria en forma directa y que para ello se organiza en Consejos Comunales y luego en Comunas que pasarán a ser la base del nuevo Estado. De ese modo, legal y progresivamente se va extinguiendo el Estado capitalista-burgués e iniciando la nueva organización y vida de la sociedad.

Se pretende así lograr una salida triunfal al hasta ahora fracasado modelo socialista. Sin embargo, la Ley de las Comunas no pone el acento en una nueva organización para lograr otra forma de producir y vivir.

Hasta ahora el régimen no ha dado muestras de querer conformar un nuevo modelo productivo. De modo que  es inevitable pensar que el llamado Estado Comunalista será el mismo Estado Petrolero.

Y esto ya se aprecia en las inversiones que se hace en Consejos Comunales y Comunas. No es de extrañar que se proceda como en el caso de las cooperativas o el financiamiento de "proyectos populares", convertidos a la larga en ayudas a los necesitados, pero no en nuevas formas productivas.

Y si de antemano advertimos que la comuna no es la célula fundamental para una nueva economía y  sociedad, habría que concluir que lo planteado tiene que ver más bien con la necesidad de... "conformar el autogobierno para el ejercicio directo de funciones en la formulación, ejecución y control de la gestión pública".

Esta es la 2 atribución que se confiere a las Comunas. Es el gobierno electo, de brazo y voz alzados, en la propia Asamblea en forma directa, pública, visible, con la unanimidad que nace del pensamiento único. Así se procederá en el Parlamento, la Federación o la Confederación Comunal. Reino de las mayorías con expresa exclusión de minorías que marquen alguna disidencia.

¿Puede usted negar  Dr. Escarrá que las comunas son socialismo, como lo expresa el Art. 5 de la Ley de Comunas? Su señalamiento de que los Consejos y Comuna sólo violarían la Constitución  si toman las atribuciones de gobernaciones y alcaldías parece no tener en cuenta el Art. 64, que establece claramente la transferencia de funciones que puede hacer hacia ellas la república, los estados o los municipios.

Dr. Escarrá, no dudo de sus buenas intenciones pero llama la atención su intento de separar lo jurídico y lo político. Es cuestión bien sabida que los textos legales en nuestro medio son ajustables a intereses políticos y económicos.

De modo que veo una verdadera distancia entre el constituyente que se opuso al cambio de nombre de la República, el que luego se lanza como candidato a la gobernación de Carabobo con la consigna "Esto no puede seguir así" y quien ahora dice  que las Comunas están ajustadas a Derecho.

¿Cómo negar, Dr. Escarrá que la soberanía PSUV de las Comunas y su Parlamento acabará con la AN y que gobernaciones y alcaldías se quedarán sin funciones? ¿Estamos o no en vías de la implantación de una nueva reingeniería del poder?

¿Está usted en la tónica de AD y PJ de ir a la conchupancia comunalista a "dar el debate y la pelea" ante la incapacidad de hacer una política propia?

¿Hasta cuándo los llamados actores de las oposiciones seguirán los lineamientos trazados por este régimen situado al margen de todo Estado de Derecho? ¡Qué historia amigos!

El ausente

En: http://www.eluniversal.com/opinion/121130/el-ausente
 
JUAN M. RAFFALLI A. |  EL UNIVERSAL
viernes 30 de noviembre de 2012  12:00 AM
Coincido con mi amigo Asdrúbal Aguiar para quien una "salida biológica" no es una solución política de fondo. Sin embargo, no podemos negar que la salud presidencial es un tema de Estado. Repentinamente el Presidente se fue a Cuba, nada menos que en el día del vigésimo aniversario del segundo golpe de Estado de 1992 y día de la Aviación Bolivariana, una fiesta impelable para él. Se fue hacer un tratamiento complementario tan simple que en Venezuela se lo hacen más de mil personas y que podía planificar sin urgencia. Probablemente sea una estrategia muy bien planeada, pero a decir del ministro Villegas la cosa pica y se extiende hasta enero. Este secretismo es inaceptable, por eso invocamos la Constitución para pedir que se respete nuestro derecho a la información veraz y oportuna. Venezuela reclama un parte médico profesional y objetivo.

Todo lo anterior nos obliga a plantarnos escenarios constitucionales en la peculiar situación temporal actual. Lo primero a destacar es que, por ahora, estamos ante una clara situación de falta temporal del Presidente dado que la ausencia pareciera que durará más de 5 días pero menos de 90. En este caso la Constitución es clara al señalar que la ausencia temporal debe suplirla el Vicepresidente, de esta forma Maduro hoy es el Presidente encargado así no lo quiera asumir. Ahora, si por cosas del destino la ausencia se convierte en absoluta antes del 10 de enero, fecha de la toma de posesión, asumiría el cargo Diosdado Cabello como presidente de la AN, pero está obligado a realizar (no simplemente convocar) elecciones en 30 días. Si la ausencia absoluta se origina después de la toma de posesión y antes del 10 de enero de 2017, habrá que celebrar nuevas elecciones en el mismo plazo de 30 días, pero se quedaría encargado como Presidente Interino el vicepresidente Maduro o quien lo suceda. Nótese que el fallecimiento, que obviamente no deseamos, no es la única causa de ausencia absoluta, hay otras como la incapacidad permanente para ejercer el cargo por motivos de salud. A lo mejor en pocos días Chávez regresa de Cuba bailandito y solo fue una estrategia más, caso en el cual todo esto quedaría en baño de maría, pero el sentido de la oportunidad y el secretismo oficial obligan a considerar todas estas posibilidades, al menos por ahora.

Mexico In Hands of a New and Unknown PRI Commanded by Peña Nieto

En: Recibido por email

By Otto Reich & William Perry
 


With the rest of the world in such potentially dangerous turmoil, we need a stable, cooperative México, as México needs us to pursue an attentive and intelligent policy beyond our southern border
On December 1st, Enrique Peña Nieto will be sworn in as President of México, thus assuming command of a country with which the United States has one of the most important yet challenging relationships in the world. What kind of president will he be? The answer to that question is key to determining whether the U.S. and México can together resolve the many problems, and seize the opportunities, facing both countries, including: migration; money, weapons and human smuggling; drug trafficking, kidnapping and other organized crime; terrorism; pollution; water and energy cooperation; commerce, industry, finance; and many others.
Failure to address the bilateral issues with México is not an option. For example, 20 million people legally cross the 2,000-mile border each year, the most crossings over one international border. The two countries must facilitate the lawful passages while simultaneously preventing boundary violations by terrorists and criminals. This concern is real: terrorists have been caught on both sides (as well as on the U.S.-Canada border) because it is the easiest form of entry into the U.S.
Moreover, México is the second largest trading partner of the US; one billion dollars of merchandise moves each and every day between the two countries. The prosperity of many U.S. states, not only those along the border, is now tied to the Mexican economy, and vice versa. Decades ago México ceased to fit the caricature of the sleepy peasant under a sombrero resting against a cactus, if it ever did. After nearly 20 years of free trade with the U.S., México is now the 12th biggest global economic power, with a fast-growing and educated middle class that looks to the U.S. for technology, goods, services and inspiration, even if this latter is often left unsaid.
In spite of the closeness demonstrated by the shared bonds of geography, economy, ethnicity and modern challenges, relations with México have been some of the most antagonistic in U.S. history, boiling over from diplomatic quarrels to wars or armed incursions. Whereas Americans forget past enmities rather quickly (witness the U.S. reconstruction of Germany, Italy and Japan immediately after defeating them in WWII), Latin cultures retain memories longer, especially those of real or perceived offenses or injuries. Mexicans memorialize the loss of much of their original territory to the expanding United States in the mid-1800's, even to the point of permitting that recollection, a century later, to block offers of cooperation by the U.S. To work in tandem with the Peña Nieto government is a challenge for any American Administration. The Obama team would be well advised to examine the political party that Peña Nieto rode to power, the Revolutionary Institutional Party, or PRI in its Spanish acronym, and its recent history.
About one century ago, the winners of the Mexican Revolution established the PRI as their political vehicle; it was decidedly leftist and nationalistic by the standards of that era. The leaders of the Revolution created an essentially one-party state that carried out a far-reaching program of land reform, public education and organization of labor. But the state, through the PRI, controlled the voters far more than they controlled it. PRI Presidents were selected by the heads of the Party, elected with virtually no opposition, and ruled effectively unconstrained by the federal Constitution, the Courts, or the largely rubber-stamp Congress. To keep power in the hands of the PRI and the "Revolutionary Family" of civil institutions that revolved around it, however, and to preclude long-term dictatorship by a single individual, Presidents were restricted to one, six-year term.
As México's population and economy developed over many decades, and PRI governments became less "revolutionary" and more corrupt, the old system proved increasingly inadequate. Attempting to mend its faltering, largely statist economy during the 1980s, PRI Presidents began making concessions to popular pressures for more genuine democratic rule. Thus, the opposition Partido Acción Nacional (Spanish for National Action Party, or PAN) emerged as a serious electoral contender to the PRI from the right (winning the first non-PRI governorship since the Revolution in 1989) and the Partido Revolucionario Democratico (PRD) from the left. This process of transition culminated in the landmark presidential election of 2000 with the election of the PAN's Vicente Fox (peacefully, and with great credit due to outgoing PRI President Ernesto Zedillo, who resisted the PRI's pressure to intervene dishonorably on behalf of his party's nominee).
But the PRI remained divided between its modern, or reformist, wing and the old guard (also known as "dinosaur") faction. In the subsequent 2006 presidential contest, the PRI experienced a humiliating third-place finish - well behind both the PRD's leftist Manuel López Obrador and the triumphant Felipe Calderón, México's second consecutive President from the PAN.
After 12 years in office, with a struggling economy and the tragic consequences of an overdue but bloody and seemingly endless war on drug-traffickers, it was unlikely any PAN candidate could have won in 2012. The PRD, presently fractured by López Obrador's erratic conduct since his 2006 defeat, had no chance either. Conversely, the candidate of the PRI, the young, articulate, Enrique Peña Nieto, benefited from a charming personality and a reasonable political platform. Since he was the Governor of a state known for traditional, underhanded, PRI practices, however, the key question remains to what degree his administration will reflect the party's Jurassic political past or, alternatively, what a "new PRI" may have learned about modern requirements of politics, domestic policy and international relations after twelve years in the wilderness.
Some observers fear that the "old PRI" may respond to the current drug war by cutting back on costly law enforcement efforts in order to produce less violence and improve the international image of a country now known for decapitated bodies hanging from highway bridges. It is said that before the current drug war, associated with the outgoing Calderón Administration, the PRI governments in México City had a tacit understanding with the gangs in exchange for not attacking them: the traffickers could continue their illicit activities as long as they did not purposely kill civilians, only each other, maintained a low profile, and remained within regional geographic boundaries - no conspicuous gang violence was allowed.
A similar concern could be expressed with respect to efforts of the outgoing Calderón government to cleanse and modernize México's courts, police and prison system. An old-style PRI might lean toward populism, rather than continue to streamline the state bureaucracy and encourage new growth in productive activity by national and foreign investors. It might also be suspected of tending toward authoritarianism on the part of the President, and of corruption - both financial and electoral. It could be prone to bombastic expressions of nationalist sentiments (in part to hide its domestic sins) on sensitive and important issues like immigration and energy policy - rather than open to prospects for mutually beneficial cooperation with its neighbors - most particularly the United States.
Fortunately, incoming President Peña Nieto has professed the modern, reformist view on all points. He states that México must win its mortal struggle with the violent drug mafias, perfect the mechanisms of governmental authority and government and proceed with sound (read: free market) economic policies. Moreover, he seems to understand the need for close cooperation with the United States in all these regards, as well as on the aforementioned bilateral issues that confront our two countries.
Based on his pronouncements, on his inauguration we should proceed to take President Peña Nieto at his word and congratulate the Mexican people on another peaceful transition, the result of which may prove as important as that of the year 2000. Democracy presupposes periodic exchanges of executive power between or among political parties. The PRI may well emerge as a functional and ethically legitimate center-left alternative to the PAN. This is especially true at a time when, with the rest of the world in such potentially dangerous turmoil, we need a stable, cooperative México, as México needs us to pursue an attentive and intelligent policy beyond our southern border. But only time will tell. As an old sage for whom both authors of this piece worked once remarked in another context: "Trust, but verify."
Otto J. Reich and William Perry are former officials of the US State Department and National Security Council. They hold advanced degrees in Latin American Studies, and work as consultants to US and foreign corporations in Latin America.

Thursday, November 29, 2012

Cuba: Chávez de vuelta

En: http://www.analisislibre.org/yoani-sanchez-cuba-chavez-de-vuelta/

Yoani Sánchez, La Habana

Al amplio repertorio de chistes populares se le ha agregado, hace unas semanas, uno que no deja de ser sintomático. Un par de amigos se encuentran en la calle y uno le pregunta al otro: “Oye ¿sabías tú que Cuba tiene el mayor y mejor pozo petrolero del mundo?” El sondeado empieza a cuestionarse en un primer momento si su compadre no habrá perdido la razón o si, por el contrario, acaban de descubrir un buen yacimiento de crudo y él mismo no está informado. Tal vez lo han dicho en el noticiero de la mañana que no ha podido ver, piensa por un momento. Así se queda cavilando en busca de una respuesta, cuando su socio rompe en una carcajada y anuncia: “Sí, chico, sí, nosotros tenemos el pozo petrolero Chávez #1, que ni se seca ni necesita recursos para explotarlo”.
El subsidio venezolano se hace sentir en cada esfera de la vida nacional y esa sensación no escapa a las bromas y a las ironías. Esta semana, el tema se ha potenciado aún más después de que Hugo Chávez pidiera permiso a la Asamblea Nacional de su país para recibir un nuevo tratamiento médico en la Isla. Supuestamente, Chávez arribó al aeropuerto de La Habana la madrugada del miércoles, aunque la prensa nacional se abstuvo de mostrar imágenes de ese momento. Desde días antes, ya se comentaba que el inquilino de Miraflores había tenido que venir de urgencia para recibir un nuevo tratamiento médico. Los rumores se dispararon alrededor de un posible empeoramiento de la salud del mandatario venezolano, pero el secretismo sigue marcando su estancia en Cuba. Ni una palabra se filtra, ni un doctor se atreve a dar testimonio, ni una revelación se escapa hacia los medios. Aun así, el nerviosismo se percibe en el aire.
Muchos temen que el “pozo petrolero Chávez #1” se pueda agotar y desencadenar con ello una crisis económica más profunda en nuestro país. Quizás los chistes callejeros tratan de reflejar la inquietud a través de la risa, pero detrás del sarcasmo se esconde la perenne desazón del mantenido

El liderazgo religioso de Hugo Chávez

En: http://www.analisislibre.org/el-liderazgo-religioso-de-hugo-chavez/

Conferencia dictada en el Seminario: Política venezolana y la construcción de mayorías. ¿El liderazgo religioso de Hugo Chávez? Con Michaelle Ascencio, Enrique Ali González y Arturo Peraza en la Universidad Católica Andrés Bello el 13 de noviembre 2012
 
Por Ana Teresa Torres
 
Hay una división de opiniones acerca de si el liderazgo de Hugo Chávez es político, carismático o religioso. No veo oposiciones infranqueables entre ellas. Es todo a la vez. Un liderazgo mantenido por catorce años invita a preguntarnos de qué fuentes surge el poder del líder para sostener la fidelidad de la masa durante tanto tiempo y a pesar de la precaria gestión de gobierno. Hay dos fuentes que saltan a primera vista y en las que no me voy a detener porque son las que constantemente son citadas y referenciadas por todo tipo de opinadores: el poder económico y el poder político. No hay mucho que agregar sobre esto porque es obvio. Si partimos de la definición de que las masas siguen a Hugo Chávez porque les brinda (o promete brindar) apoyo directo a sus necesidades básicas, que son prioritarias en sectores pobres o pobrísimos de la sociedad, y continuamos con la definición de que esas masas están controladas por un poder político sin barreras ni cortapisas, estaremos, sin duda, diciendo algo cierto y evidente. Pero si eso es lo único que mantiene la fidelidad al líder, entonces tendríamos que pensar que estamos definiendo a esas masas como un conjunto de cuerpos vacíos que solamente responden a la inmediata necesidad y al control intimidatorio de los mecanismos del poder. Debemos recordar que estamos hablando de personas (de muchas, por cierto) y no de máquinas a las que se les suministra combustible o se programa para actuar; y en términos religiosos –que es precisamente el tema que nos convoca–, bien pudiéramos decir que son cuerpos con alma. En ese movedizo terreno de la subjetividad se ancla la tercera fuente de poder del líder: el poder simbólico.
¿En qué se asienta este poder? ¿Cómo se expresa? Los efectos son intangibles, pero su vehículo es perfectamente visible y asible: en el discurso. En las palabras. En los instrumentos simbólicos que disponemos para construir nuestra identidad. Los seres humanos nos construimos y definimos en la palabra del otro, eso, al menos, piensa un psicoanalista. El lenguaje nos afecta y es el instrumento fundamental que nos constituye en personas. Entonces estamos obligados a pensar en la consistencia y naturaleza de ese discurso constituyente que ha logrado en tres lustros convertir a las masas, que durante cuatro décadas suponíamos democráticas, en fieles seguidores de una ideología no democrática, autoritaria, y encaminada día a día hacia el totalitarismo a la venezolana. Es tarea de los politólogos definir las características de esa ideología, de esa construcción política que ha creado Hugo Chávez, y que tiene cualidades muy particulares que no se dejan fácilmente asimilar a las ideologías estándar estudiadas por las teorías políticas. No soy politóloga, así que les invito a pensar en el fenómeno desde otros canales. ¿De qué está hecho el discurso de Hugo Chávez? Si corremos a definirlo como una sarta de palabrería sin sentido, una habladera de pistoladas, como se dice en criollo, no podemos continuar. El prejuicio nos impide comprender. Les invito a desprenderse de ese prejuicio según el cual el discurso de Chávez es pura cháchara. O en todo caso, a admitir que es necesario tratar de comprender mejor esa cháchara. No es una retórica hueca destinada a marear a los escuchas, tiene sentido y puede ser comprendida.
Si levantamos la hojarasca de su verbo encendido podemos distinguir que el discurso tiene dos vértices básicos: por un lado es un discurso histórico-nacionalista-bolivariano, y por el otro un discurso redentorista-cristiano-socialista. Hay que hacer una salvedad, y es que en ninguno de los casos el discurso corresponde palabra por palabra a la base teórica de la que proviene. Es un discurso compuesto de apropiaciones y reapropiaciones de discursos “mayores”, hasta cierto punto universales, pero crea un nuevo producto, único y solo parecido a sí mismo. Este discurso ha construido una versión histórica de Venezuela, que no hace falta que avalen los historiadores; la veracidad histórica no tiene importancia a los fines de la retórica política. Es la historia de Venezuela, tal como el líder la entiende y como la recibe la masa. Tiene efecto simbólico en tanto es un gran relato nacional cuyo protagonista es el pueblo oprimido y engañado por las elites durante cinco siglos que finalmente encuentra su liberación. Simple, poco veraz, pero efectivo. Otro tanto puede decirse de lo bolivariano que habla del Libertador, tal como el líder lo ha construido –imagen en 3D incluida–; y digan lo que digan los historiadores, ese Bolívar, tergiversado o inventado, es el que recibe la masa. Un nuevo Bolívar cristiano y socialista, que opera como la bisagra que une los dos vértices, el histórico-nacionalista y el redentorista; a lo que hay que agregar que Bolívar ya recibía cualidades religiosas antes de Chávez, de modo que aquí el líder se apropia de un discurso prefabricado. Quien es chavista es también bolivariano, socialista y cristiano. O al revés. Los conceptos se intercambian y se hacen sinónimos, a pesar de las contradicciones que puedan contener. Es un conjunto de significantes que flota en el discurso y que cada receptor capta de acuerdo a su propia subjetividad.
Con el discurso cristiano ocurre lo mismo que con el discurso histórico. No es el discurso de un teólogo jesuita, es la apropiación de lo que Michaelle Ascencio ha estudiado como “catolicismo popular”, y no corresponde por completo a la religión católica de los dogmas y practicas religiosas, al punto que incluye fácilmente creencias y prácticas mágicas provenientes de otras creencias, y tampoco establece una diferencia taxativa con las religiones cristianas protestantes, que en América Latina son conocidas como evangélicas. Es un discurso religioso lo suficientemente amplio para que cualquiera puede encontrarse cómodo dentro de sus referencias. Un ejemplo: “Estoy seguro de que lo vamos a lograr. Hemos sido bañados por el agua bendita del cordonazo de San Francisco. Hoy es día de San Francisco, aquel que era rico y entregó toda su riqueza a los pobres y se volvió santo”. Estas afirmaciones dichas en el cierre de la campaña electoral pasada unen la tradición caraqueña del culto a San Francisco con el milagro y el éxito político.
En cuanto al discurso socialista, derivado del marxismo, que el líder comenzó a hacer explícito hacia la mitad de su mandato, ocurre lo mismo. Un teórico marxista o neomarxista no quedaría suficientemente convencido. Es un marxismo reapropiado. Por poner un ejemplo, si bien el estado comunal, y la propia idea de la comuna, se inspiran en los soviets y en los kolhos de la Unión Soviética, no se propone un estado soviético tal cual fue. Es una versión venezolana, más asequible a nuestra mentalidad que la que impusieron los rusos tiempo atrás, pero al fin y al cabo es una invocación del marxismo que puede contentar a los sectores de la izquierda, y al mismo tiempo ofrece la redención de los desposeídos, que puede animar a las masas. Todo, en conjunto, va creando una construcción barroca en la cual diferentes discursos universales confluyen para generar un discurso culturalmente nuevo, y que probablemente solo funciona en Venezuela porque adopta las características culturales nacionales. Es por eso que si el líder baila joropo o entona coplas llaneras en medio de un discurso, las masas no ven eso como ridículo o fuera de lugar; ni tampoco que cuente anécdotas interminables o chistes perdidos, porque recrea así la manera popular del habla venezolana.
El discurso histórico es también redentorista en tanto la historia se ha planteado como el relato de la dominación de unas clases sobre otras (lo que tiene una reminiscencia marxista, sin duda), pero dentro de la redención no esta solamente la material, que fue la propia del marxismo, sino la cristiana. Cristo es por antonomasia el redentor, y de acuerdo con el líder, el redentor de los pobres porque fue socialista. Cristo es una fuerza espiritual y también guerrera:
Dame tu corona, Cristo, dámela, que yo sangro, dame tu cruz, cien cruces, pero dame vida, porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo y por esta patria, no me lleves todavía, dame tu cruz, dame tus espinas, dame tu sable que yo estoy dispuesto a llevarlas, pero con vida, Cristo, mi señor.
Estas palabras fueron pronunciadas por Hugo Chávez en una misa de acción de gracias en Barinas, a su regreso de Cuba en abril de 2012, a donde había viajado para continuar su tratamiento. Cristo aparece en este discurso con un sable, lo que tampoco corresponde al cristianismo típico. Es un Cristo guerrero. El sable simbólicamente pertenece a Bolívar, y de ese modo se mezclan ambas figuras en un solo conjunto de significados. El líder se presenta entonces en identificación con el Cristo sufriente, el Cristo redentor que asumió el sacrificio y tormento para salvar a los hombres, pero que al mismo tiempo es un guerrero, que inspira la lucha por el pueblo. De la misma manera en que el socialismo real fue ateo, el Cristo del cristianismo no es guerrero, pero estas contradicciones son obviadas en el discurso, que de algún modo contiene reminiscencias tergiversadas del movimiento de la teología de la liberación.
El líder propone a Cristo como su modelo de identificación, y al mismo tiempo se propone a sí mismo como modelo para sus seguidores. Esa identificación, además, no es estática, genera modificaciones en la propia masa. Como decía en unas recientes declaraciones Moisés Naím (El Universal, 4/11/2012): “Hay muchas características de la ideología, de la personalidad y de las preferencias de Chávez que hoy se reflejan en la nación”.
En tanto los venezolanos son los hijos e hijas de Bolívar, quedan unidos en un doble vínculo sagrado: la unión a través de Cristo y a través de Bolívar. Y más aún, la identidad del pueblo es definida a través de la identidad del líder:
Chávez no soy yo, Chávez son ustedes, somos todos. Ya no soy yo. En verdad Chávez es un pueblo, es un concepto: el chavismo.
Estas palabras corresponden a una concentración en Cumaná en la pasada campaña electoral, pero con mínimas variantes han sido repetidas numerosas veces. Por cierto que la repetición abusiva de su retórica ha sido considerada como un “fastidio”, o como propia de quien no tiene nada que decir. Veámoslo también como la consistencia que el oyente encuentra en el discurso, la seguridad de que su líder no cambia y es fiel a lo que dice; y también como la repetición propia de las retóricas religiosas en las prácticas, ritos y plegarias.
Si observamos con detalle en este discurso el significado principal no es que las masas sean militantes de un partido político (el partido tiene, por supuesto, su propia vida y fines), sino que formen parte de un cuerpo de la patria de la que el líder es órgano vital (“Chávez, corazón de la patria”). Y por otro lado, las promesas que se ofrecen no se expresan en el lenguaje de las políticas públicas, laicas y ciudadanas, sino como “misiones”, que es un término que engloba lo cristiano y lo militar, y que aluden metafóricamente al amor del líder por el pueblo. No se ofrece, por ejemplo, un “programa de atención médico social dirigido a las mujeres con embarazo precoz y a los adolescentes en situaciones de riesgo e incapacidad”, sino la Misión Hijos de Venezuela. O, en vez de “programas de atención integral para las personas de tercera edad de los sectores de bajos recursos” aparece la Misión en Amor Mayor. Los nombres concedidos a las misiones, sin excepción, convocan a los sentimientos, al amor, y a la protección del líder.
Como dije al principio, no hay ninguna duda de que estamos hablando de beneficios materiales concedidos por el gobierno a los sectores de pobreza, y que consiguientemente eso genera una condición de obediencia y sometimiento ante quien los concede. Pero es mucho más que eso. Es la creación de una suerte de iglesia-patria, en la que los fieles conviven unidos por los lazos que los vinculan al padre-líder, y a Cristo-Bolívar, por el amor que les dispensa a todos y a cada uno de ellos por igual (con excepción, por supuesto, de aquellos “infieles” que no forman parte de esa comunidad, y por ello son “antipatriotas”). Todos los fieles forman parte de esa gran comunidad, que es la patria, que es el cuerpo de Chávez, que es el cuerpo de Bolívar (literalmente expuesto), y “Cristo, mi señor” es el único por encima del líder, y a su vez lo ama y cuida para que su vida alcance a cumplir la misión que le ha sido encomendada en la tierra.
Esos lazos de amor producen una fuerte identificación entre la masa y el líder, que es quien representa el conjunto de valores e ideales que dan sentido a todo. Ciertamente ese conjunto es bastante indefinido, pero por ello mismo permite que todos puedan interpretarlo y comprenderlo desde su propia subjetividad. Si se propusiera, por ejemplo, la dictadura del proletariado, elemento esencial del marxismo tradicional, o se invocara a Marx, como genio iluminador, pocos se verían reflejados; en cambio en la felicidad de la “patria nueva y bonita” cualquiera puede colocar sus propias esperanzas. Y pareciera que así ocurre.
 *Ana Teresa Torres (Caracas, 1945)  narradora y ensayista. Miembro de Número de la Academia de la Lengua. Autora de las novelas Doña Inés contra el olvido (1992), Malena de cinco mundos, Los últimos espectadores del acorazado Potemkin,  El corazón del otro, La herencia de la tribu

Terror en las mesas europeas

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Carlos Manuel Sánchez
El Semanal - 04/11/2012

China vende alimentos básicos, y Europa compra: fresas, ajos, carne... Y a mansalva. Pero no todo es trigo limpio.
En lo que va de año se han registrado más de 260 notificaciones relacionadas con productos chinos. Las asociaciones de consumidores europeas aseguran que esto no ha hecho más que empezar. Lo extremadamente barato... puede salirnos muy muy caro.
Fideos con filamentos de alambre, residuos de pintura en caviar, una golosina que causó quemaduras en una niña valenciana e incluso... Contaminación radiactiva ionizante ¡en un cargamento de tofu!
Y por si fuera poco: 11.000 niños intoxicados en Alemania. Este nuevo incidente ha colmado la paciencia de los europeos. La alerta alimentaria afectó a 65 millones de niños alemanes, en cuyos comedores se ofrecieron 44 toneladas de fresas congeladas procedentes de China y contaminadas por un virus. El suceso no pasó de vómitos y diarreas. Pero los consumidores piden a las autoridades europeas más control para los productos
China es multirreincidente. Es el principal quebradero de cabeza de las autoridades sanitarias de la UE y lidera también las dos listas negras que maneja la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Es el país cuyos productos originan más alertas sanitarias en España (222 en 2011) y también el que mayor número de expedientes de rechazo cosecha en nuestras aduanas (301). El episodio de las fresas tóxicas ocurrió en Alemania, pero algo similar podía haber pasado en España si la Policía de Badalona no decomisa en junio tres toneladas de productos congelados, como pescado, guisantes y setas, en un camión no refrigerado procedente de Madrid que iba a distribuirlos por tiendas y restaurantes chinos en Cataluña. Que se está jugando con fuego es evidente. En la UE funciona un sistema de alerta temprana para alimentos y piensos animales. Las alarmas son diarias, aunque no suelen trascender a no ser que ocurra algo grave. En lo que va de año se han registrado más de 260 notificaciones relacionadas con productos chinos. Entre ellas: patatas infestadas de insectos (España), esquirlas de vidrio en semillas de calabaza (Dinamarca) y contaminación radiactiva en especias (Estonia).
Las agencias de consumidores advierten de que el asunto irá a peor si los gobiernos europeos no se ponen serios de una vez con las autoridades chinas. Y es que la República Popular se ha convertido en uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo. Si antes lo que llegaba a nuestras tiendas eran, sobre todo, especialidades chinas, ahora cada vez hay más productos básicos y alimentos procesados. Entre 2005 y 2010, el valor de los alimentos chinos comercializados en todo el mundo se ha duplicado. China es el campeón del mundo de la exportación.
que exporta el gigante asiático.
China vende, y España compra. Solo hay que echarle un vistazo a nuestra balanza con el país asiático para percatarse del brutal desequilibrio de esta relación comercial: exportamos por valor de 3300 millones de euros, importamos por 18.600. Un saldo negativo de más de 15.000 millones. Además, los fondos de inversión chinos están en posesión del 10 por ciento de los bonos del Tesoro. Con intereses superiores al 5 por ciento, nuestra deuda soberana es una soberana deuda. ¿Quién le pone el cascabel al gato si el gato es enorme y el zarpazo puede dejar al Estado sin cash para pagar las pensiones o a los funcionarios? ¿Estamos en condiciones de ponernos tiquismiquis?
Parece que no. Solo hay que hablar con los productores andaluces de fresa, los de cítricos de Valencia y Murcia o los de ajo de Castilla-La Mancha para entender cómo China ha conseguido abrirse a codazos una cuota de mercado de manera, si no desleal, por lo menos turbia. La respuesta se llama precio. China ha venido colocando sus productos en Europa a un precio inferior al que aplica en su propio mercado; consigue así echar del supermercado alemán las mandarinas valencianas o de los comedores escolares las fresas de Huelva (con las consecuencias para la salud mencionadas), a pesar de que tienen que viajar diez mil kilómetros en barco. ¿Qué han hecho hasta la fecha las autoridades de Bruselas (y las españolas) para impedir este dumping, es decir, la venta a precio inferior al coste, esa vieja táctica para arruinar a tus competidores y, una vez conseguida una posición dominante, imponer tú las condiciones? Respuesta: mirar para otro lado.El que se pica ajos come. ¿A quién le importa un pequeño agricultor de Las Pedroñeras? A los vecinos de Las Pedroñeras... Y a nadie más. El 80 por ciento de los ajos vendidos en el mundo proceden ya de China: ajo pelado, laminado, granulado y en polvo. Todos esos procesos requieren una mano de obra que en el país asiático es baratísima. La misma mano de obra servicial que limpia, trocea, envasa y congela una bandeja de fresas. ¿Qué pasará con el agricultor manchego u onubense de aquí a unos años? Que ya no será agricultor. Para más inri, el Gobierno español, desde tiempos de Rodríguez Zapatero, invita a los productores chinos a Huelva a que aprendan el modelo de negocio y el exitoso know-how de los freseros. Somos así de generosos.
La vertiente económica del problema se complica, además, con la sanitaria. Desde 2008, los escándalos mundiales con origen en China se han sucedido con reiteración. El más sonado fue el de la leche infantil contaminada con melamina que intoxicó a 300.000 bebés y mató a cuatro. Y que provocó una oleada de detenciones y que el Gobierno chino aprobase una nueva ley de seguridad alimentaria. Parece papel mojado, porque desde entonces se han descubierto huevos falsos realizados con productos químicos (cuestan un céntimo la docena), guisantes teñidos de verde que al cocerlos pierden su color, orejas de cerdo falsas, aceite usado en restaurantes y recogido de las alcantarillas para ser filtrado y luego embotellado como si tal cosa... La Agencia Federal de Alimentación de EE.UU. es especialmente escrupulosa con todo lo que llega de China desde que descubrió pescado de piscifactoría alimentado con heces de cerdo y, en especial, tras la muerte de casi mil perros y mascotas por un pienso en mal estado. El primer ministro chino llegó a decir que los granjeros y productores «necesitan lecciones de humanidad».
Las principales cadenas de supermercados Walmart, Carrefour, Tesco y Metro, y fabricantes como Coca-Cola, Unilever, Barilla o Nestlé admiten que no pueden confiar ni en los proveedores ni en los controles estatales chinos. Y saben que no pueden permitirse importar productos contaminados. El daño a su imagen sería terrible. Por eso, los grandes del sector se han unido para desarrollar sus propios controles de seguridad.
Cuenta el semanario alemán Der Spiegel que los más sospechosos son los productos animales. La carne da más dinero que la verdura, así que la tentación es mayor. El profesor Zhou Li, experto en seguridad alimentaria, ha observado que hasta hace unos años los propios granjeros también comían los productos que vendían. Ahora, desde que conocen los efectos negativos de pesticidas, hormonas y antibióticos, destinan parte de su producción a la venta, mientras que la otra, cultivada de acuerdo con los métodos tradicionales, la dedican al consumo de la familia. Muchos ricos tienen una granja propia para no depender de los productos que se venden en los supermercados. Hay incluso parcelas especiales donde se producen alimentos destinados a funcionarios de alto rango.
El activista Wu Heng se ha convertido en una estrella. Wu leyó un artículo sobre un extraño polvo con el que los comerciantes alteraban la carne de cerdo para luego venderla como si fuera de ternera. Poco después creó una página web en la que ofrecía un mapa donde localizaba todos los escándalos alimentarios en China recogidos por los medios. Uno de los más curiosos, el del cerdo fluorescente, lo relata en su blog María Isabel Torres, española residente en Chengdu. «Mucha gente se dio cuenta en sus casas de que los cortes de cerdo que acababan de comprar brillaban azules en la oscuridad [a causa de una plaga de bacterias por la falta de higiene en su manipulación y transporte]... Los internautas chinos, que son muy 'cachondos', nombraron al fenómeno 'el cerdo Avatar'»
La solución está en las etiquetas
Entre alarmas y escándalos, China tiene un problema de imagen en el exterior. ¿Cómo consigue que no afecte a sus exportaciones? Sencillo. El sector de la alimentación suele ocultar al público la procedencia de sus mercancías. Los consumidores europeos lo tienen muy complicado para saber de qué país proceden los alimentos elaborados. Así lo quiere la industria. Es verdad que al comprar naranjas en un supermercado se puede mirar en la etiqueta de dónde vienen. Pero si se compra un bote de zumo, no hay forma de saber dónde se cultivaron. A diferencia de lo que ocurre con los productos frescos, los fabricantes de los productos procesados no tienen en la UE la obligación de indicar el país de producción. Productos procesados se considera a aquellos cocidos, triturados y congelados. Der Spiegel revela que el lobby de la gran distribución se opone a ofrecer información detallada en las etiquetas alegando que «lo único que conseguiría sería confundir y desorientar al consumidor». Pero es evidente que los representantes de la industria saben que leer «fabricado con productos de China» no resulta muy estimulante. Solo en la mitad de las alarmas notificadas por la UE en 2011 se pudo rastrear el origen de la mercancía. Las gestiones de las asociaciones de consumidores para ampliar la información en el etiquetado se han visto frustradas por el desinterés de Bruselas.
 

Consolidating a Dictatorship in Central America

En: Recibido por email. Publicado en PJMedia

Jaime Daremblum

November 29, 2012

In recent weeks Brazil has been making international headlines for all the wrong reasons. Stories about the fast-growing Brazilian middle class and the country's preparations for hosting World Cup 2014 are being overshadowed by stories about deadly gang violence, government corruption, electricity blackouts, a hellish tax system, and a hostile business climate.
The violence in São Paulo, Brazil's largest city, has turned into a virtual war pitting law-enforcement authorities against the most powerful Brazilian street gang, in a showdown similar to the bloodbath that occurred in 2006. So far this year, close to 100 police officers have been killed in São Paulo, compared with 56 in 2011. The city experienced 144 murders in September and 176 in October. By comparison, there were 82 murders in October 2011.
All told, São Paulo had 33 percent more homicides in the first ten months of 2012 than in the first ten months of 2011. On November 12, Guardian correspondent Jonathan Watts reported that there had been no fewer than 140 murders over the previous fortnight, leading to "early school closures, a change of municipal bus routes, and street demonstrations." More recently, on November 21, the police chief for the state of São Paulo (which includes the São Paulo metropolitan area) resigned from office.
To be sure, São Paulo city is a much safer place today than it was in the late 1990s: Its total murder rate fell by 71 percent between 1999 and 2011. Brazil's second-largest city, Rio de Janeiro, has also enjoyed a dramatic decline in violence, and its Pacifying Police Unit (UPP) program, launched in 2008, has produced stunning results: The Brazilian Forum for Public Security estimates that Rio slums with a UPP presence have seen their combined murder rate plummet by 80 percent.
Yet both cities (especially Rio) remain highly dangerous by international standards. As the Financial Times reported last December, Pedro Henrique de Cristo, founder of the United City initiative, has calculated that roughly one-sixth of all Rio residents
live under the drug warlords outside the control of the government. Their average income is about one-third of that of regular neighborhoods, murder rates are nearly twice as high, and teenage pregnancies are five times higher.
Other parts of Brazil are even more dangerous. According to a study by the Sangari Institute, its national homicide rate increased by 124 percent between 1980 and 2010, rising from 11.7 per 100,000 to 26.2 per 100,000. (The World Health Organization designates 10 per 100,000 as the threshold for an "epidemic" level of violence.) The total number of murders in 2010 was close to 50,000. As the study grimly observed, Brazil "has managed to exterminate more of its own citizens than the number of people who have died in recent armed conflicts around the world."
The ongoing violence in São Paulo has spread to areas that were once relatively safe, such as the coastal state of Santa Catarina and its capital city, Florianópolis, which is known for its beautiful beaches and energetic nightlife. Earlier this month, reports MercoPress, "at least 17 buses were torched and six police stations were attacked with heavy gunfire" in Florianópolis. Meanwhile, the coastal state of Alagoas, in northeastern Brazil, now has the country's highest murder rate, at 74.5 per 100,000.
As if Brazil needed any more attention on its crime problem, a famous Brazilian soccer star, Bruno Fernandes, is being tried for the murder of his former girlfriend. Not surprisingly, the case has become a media spectacle, with some calling it Brazil's equivalent of the O.J. Simpson trial.
The Fernandes trial — which has been postponed until March — began shortly after the conclusion of a spectacular corruption trial involving former Brazilian presidential aide José Dirceu, who served as President Lula da Silva's chief of staff from 2003 to 2005. (Lula left office in January 2011, after two terms.) On November 12, Dirceu was sentenced to nearly eleven years in prison for his role in a congressional bribery scandal that has now led to 25 convictions.
In a way, those convictions reflect progress in the Brazilian judicial system. Still, the recent stream of corruption cases has exposed a widespread problem. Just last Saturday, Brazilian president Dilma Rousseff, Lula's successor, fired all government officials connected to a new bribery scandal. To date, Rousseff has lost seven cabinet ministers to corruption allegations.
Brazil's corruption plague has caused all sorts of economic damage. In particular, it has stifled infrastructure development, including the construction and renovation of stadiums for the 2014 World Cup. How urgently does Brazil need better infrastructure? Go ask the people of Recife and other northeastern cities, who in late October endured their worst electricity blackout in over a decade. Brazilian energy minister Márcio Zimmermann said there had been "a total collapse of the northeastern grid." It was the fifth large-scale blackout in Brazil since President Rousseff's September 6 declaration that electricity rates would be reduced.
"The government has to create regulation that encourages investment, maintenance, and modernization of the transmission and distribution systems in Brazil," Adriano Pires, director of the Brazilian Infrastructure Center, a Rio-based consultancy, told Bloomberg News. "You're having a lot of investment in generation, but the investment in transmission isn't happening in the same proportion."
In addition to its infrastructure deficiencies, Brazil also has a ridiculously complicated and onerous tax code. The latest reminder of that came on October 9, when the Latin Business Chronicle released its 2012 Latin Tax Index, which ranks Brazil dead last. "The intricacies of the Brazilian tax system also require from taxpayers a whopping 2,600 hours per year (or 108 days) to pay taxes," the Chronicle reports, citing World Bank data. "That's the highest number in Latin America (five times higher than the regional average) and the worst among 183 countries worldwide." Brazil also ranks dead last in the Chronicle's Latin Globalization Index, which means it is "the least globalized country in Latin America." Economist Walter Molano of BCP Securities explains that "two of the main reasons" for Brazil's low globalization score are its "poor infrastructure and complex tax system."
While Brazil "will most likely improve" in the 2013 Latin Tax Index, given President Rousseff's recent tax cuts, it still needs fundamental tax reform and a broader shift away from protectionism. In the World Bank's new Ease of Doing Business Index, Brazil ranks a dismal 156th (out of 185 countries or territories) for the ease of paying business taxes, and it ranks 130th overall. The South American giant ranks far behind Mexico, as it also does in the Heritage Foundation's Index of Economic Freedom. Even though Mexican economic growth slowed in the third quarter, Mexico is still expected to grow more than twice as fast as Brazil this year.
For that matter, Nomura economist Tony Volpon believes that Brazil's potential growth rate (i.e., its ceiling for noninflationary growth) has declined from 4 percent to around 3 percent. If the country wants to boost growth, keep inflation under control, and maintain its status as the biggest economy in Latin America, it must build on President Rousseff's tax cuts and privatization measures with bolder, more sweeping reforms. Otherwise, Brazil could enter a prolonged period of economic stagnation that would make its crime problems even harder to solve. 
(You can read this article in Spanish here.)
Ambassador Jaime Daremblum is a Hudson Institute Senior Fellow and directs the Center for Latin American Studies.


Felipe's Calderon Legacy in Mexico

En: Recibido por email. Publicado en PJMedia

Jaime Daremblum

November 29, 2012
When Mexican president Felipe Calderón leaves office on December 1, his successor, Enrique Peña Nieto, will inherit a country with rampant corruption and high levels of drug-related violence. Of course, when Calderón entered the presidency six years ago, he himself inherited a country with rampant corruption and high levels of drug-related violence.
To appreciate his legacy, we must recall that Mexico was not enjoying peace in December 2006. Powerful drug cartels were already at war with each other, and the government was already fighting back. Security analyst Viridiana Ríos of Harvard has shown that the violence began to increase as early as 2004.
If anyone doubts that, consider these Mexican news items from late 2004 and early 2005:
  • In December 2004, U.S. consul Michael Yoder told Reuters that at least 22 American citizens had either disappeared or been kidnapped in Nuevo Laredo over the previous four months.
  • On January 21, 2005, after six prison workers were executed by drug traffickers in the city of Matamoros (which sits next door to Brownsville, Texas), President Fox vowed to wage the "mother of all battles" against those responsible for the killings.
  • On January 26, the U.S. State Department warned American travelers that "increased violence among drug traffickers" had created a "deteriorating security situation" on the Mexican side of the border. That same day, U.S. ambassador Tony Garza sent a letter to Mexican officials explaining the public announcement: "The escalating fighting among drug-cartel elements has meant sharp increases in murders and kidnappings," he wrote, adding that "the inability of local law enforcement to come to grips with rising drug warfare, kidnappings, and random street violence will have a chilling effect on the cross-border exchange, tourism, and commerce so vital to the region's prosperity."
  • A few days later, the New York Times reported on the growing violence: "While new criminals have emerged along the border and begun a new fight for control, kingpins fight back from their prison cells, ordering killings and running their operations with the help of corrupt guards and prison administrators."
Rio estimates that drug-related murders increased by almost 9 percent in 2005 and by almost 11 percent in 2006. By December 2006, when Calderón was sworn into office, a Reuters/AP dispatch from Mexico City said that the country was "struggling with rampant drug trafficking and crime."
The new president, a member of the conservative National Action Party (PAN), basically had four options: 1.) Confront the drug cartels with federal, state, and local police forces. 2.) Confront them with the military. 3.) Try to cut a deal with the cartels that would allow them to continue most of their criminal activities, provided they kept the violence to a minimum. 4.) Ignore them and hope for the best.
For obvious reasons, option 4.) was not a serious plan. Option 3.) was what the Institutional Revolutionary Party (PRI) did during the 1980s, when it ruled Mexico as a "perfect dictatorship." But in December 2006, Mexico was a true democracy, the PRI was in opposition, and the drug cartels were much stronger than they had been 20 years earlier, so the old PRI strategy was no longer logistically feasible or morally acceptable. Option (1) sounded appealing only if you knew nothing about the extent of Mexican police corruption. Indeed, as former Drug Enforcement Administration (DEA) chief Robert Bonner has written, the local police were more corrupt than the state police, who were more corrupt than the federal police, who themselves were hopelessly compromised. In short, relying on the cops was a prescription for failure.
That left option 2.)—deploying the Mexican military. The armed forces were hardly immune to corruption, but they were far cleaner and far more professional than any Mexican police force. So Calderón sent them into Chihuahua, Michoacán, and other states struggling to deal with an unprecedented security challenge.

Since then, approximately 60,000 people have died in drug-related violence, and the military has been accused of human-rights violations. Yet in a 2012 Pew Research Center poll, 80 percent of Mexicans still supported Calderón's decision to use the armed forces against the cartels.
Critics of the U.S.-led war on drugs have been especially harsh in their denunciations of his strategy. Yet the outgoing Mexican president could not control U.S. drug policy or U.S. drug consumption, nor could he control shifting alliances and rivalries among the cartels. "After he deployed thousands of troops," notes Economist correspondent Tom Wainwright, "the cartels seemed to reach a truce of sorts in 2007. But then violence erupted in the north-west as the Sinaloans fell out with their allies in Juárez, Tijuana, and Culiacán."
The latest government data suggest that the violence is finally start to drop: There were 15 percent fewer drug-related murders in the first half of 2012 compared with the first six months of 2011. Meanwhile, 25 of the 37 "most wanted" Mexican drug barons are now either dead or in jail. (Within a four-week span in September and October, Mexican marines captured Jorge Costilla of the Gulf Cartel and Iván Velázquez of the Zetas Cartel, and they killed Zeta leader Heriberto Lazcano.) Calderón has created a new federal police force to replace the corrupt and ineffective Federal Investigative Agency. He has also enacted a judicial reform that, when fully implemented, will vastly improve the Mexican legal system.
A stronger legal system will help the Mexican economy, which has increasingly bright long-term prospects. After suffering a bad recession in 2009, Mexico grew faster than Brazil last year and will probably grow more than twice as fast as Brazil this year. According to a Bloomberg News analysis, Brazil was home to 15 of the world's 500 most-valuable companies in 2010 but only 10 in 2012, while Mexico went from having five to having nine. "The one-company differential [between Brazil and Mexico] is the smallest since 1998," reports Bloomberg correspondent Ney Hayashi. Mexico is now the fourth-largest global exporter of automobiles; the Chinese-Mexican wage gap has almost disappeared; the country is attracting significant foreign investment; and the national legislature recently passed a labor-market reform that will further boost Mexican competitiveness.
The drug war remains a terrible menace to Mexican security and prosperity. But as Robert Bonner, the former DEA administrator, points out, Calderón "will bequeath to his successor major successes against the cartels, newly invigorated institutions, and a sound strategy."
Indeed, he bravely tackled a crisis that had emerged long before his presidency, and he took big steps toward transforming Mexico into a country where the rule of law reigns supreme. The job isn't nearly finished, but Calderón can take real pride in his achievements, despite the continuing violence.

España acude a Rico McPato (y II)

En: http://www.analisislibre.org/espana-acude-a-rico-mcpato-y-ii/

Ricardo Escalante, Texas
Aunque las consecuencias de la debacle económica española son imprevisibles, cuando menos se pueden elaborar hipótesis a partir de algunas interrogantes elementales sobre el futuro del Reino y hasta de la monarquía. Y, dado que nuestros orígenes latinoamericanos están atados a España, pues pareciera lógico que algunas conclusiones deberíamos derivar.
  ¿Mariano Rajoy y su gobierno saldrán ilesos?, ¿El enorme malestar actual desembocará en revueltas que pudieran pavimentar el camino para un régimen autoritario?, ¿Los socialistas y el Partido Popular y sus irresponsables políticas habrán cavado su fosa?, ¿Los españoles aprenderán la lección?
 Entre los estudiosos de los fenómenos económicos –que no escapan a sonoras metidas de pata a pesar de deslumbrantes adornos académicos- hay quienes defienden la tesis de dosificar los ajustes para no matar el enfermo con el experimento, es decir, plantean dejar abierto el camino para la inversión y el crecimiento, para que se genere empleo y, en consecuencia, no se sacrifique el beneficio social. Y hay otros, como los genios del Fondo Monetario Internacional, que recomiendan medicinas amargas o mortales para ciertos pueblos: recortes drásticos de gastos, echar a la calle trabajadores, aumentos de impuestos, subir precios del combustible y otros detallitos.
 El presidente del gobierno español ha utilizado hasta ahora estricnina en altas dosis y con su indolencia ha llevado unos cuantos al cementerio, con el argumento de que luego florecerá el estado de bienestar.  Y la pregunta es: ¿Sobrevivirá Rajoy a su propia medicina o terminará defenestrado? Hay quejas generalizadas y protestas crecientes, pero está por verse si se trata de augurios de calma o, por el contrario, de estallidos sociales que sólo serán dominados a sangre y fuego.
Mi amigo el doctor Carlos Pérez Ariza, a quien conocí en sus tiempos de reportero en Caracas y ahora es profesor en la universidad de Málaga, no ve ninguna luz al final del túnel y, advierte que la izquierda radical se siente a gusto haciendo ruido en las calles, aunque carece de organización y de dirigentes claros. Las elecciones regionales de Cataluña celebradas el domingo pasado fueron un revés para los insensatos separatistas que tratan de pescar el río revuelto, mostraron otra vez el rechazo a los socialistas, y para el partido de Rajoy significaron un leve aumento que no se puede interpretar como respaldo a sus decisiones.
 Ese panorama no es otra cosa que caldo de cultivo para el gobierno de un líder mesiánico, totalitario, que no se podría descartar si recordamos aquel golpista chambón de 1981, Antonio Tejero, con la diferencia de que mientras él y sus cómplices fueron sometidos a juicio y encarcelados, Caldera sobreseyó a Chávez en Venezuela y le pavimentó el camino al poder.  Los españoles, al igual que los venezolanos y los latinoamericanos en general, están demostrando que también son de memoria corta y que hasta desafían la proximidad del abismo.
 Un elemento importante es el de los partidos más importantes -PSOE y PP-, que han cometido errores serios como permitir que la banca hiciera y deshiciera a su antojo -con sueldos astronómicos para sus ejecutivos y créditos inmobiliarios a clientes sin solvencia-, mientras los gobernantes han preferido voltear la cara.  La corrupción en España es alarmante y ni siquiera la familia real escapa a ella, como lo demuestra la actitud nonchalant de Juan Carlos, que dista mucho de haber sido todo lo moralizadora que podía haber sido frente a su yerno Urdangarin, sindicado de enriquecimiento ilícito. Son situaciones preocupantes.
 Por otro lado, está por verse qué hará Chávez frente a la crisis española, puesto que su especialidad ha sido relacionarse con movimientos terroristas como las FARC y ETA. ¿Con su actitud de Rico McPato tratará de sacar provecho de la crisis española?