YON GOICOECHEA | EL UNIVERSAL
martes 20 de noviembre de 2012 12:00 AM
Las imágenes de Gaza son un horror. No sé si les ocurre a ustedes, pero me resulta terrible ese halo de fatalidad, ese "está escrito" que siempre envuelve a las "guerras santas", tan divinas y tan mundanas a la vez. Uno desearía que Venezuela tomase una posición sobria, en cambio, Chávez le echa fuego a la candela. Piensa que, mientras el Medio Oriente siga ardiendo, él seguirá teniendo petróleo a precios estrambóticos para financiar al partido. Yo no creo en el islamismo de la revolución.
Pero Chávez subestima el poder de Occidente para superar su dependencia energética. A partir de la gran expansión del "fracking" (hace unos 5 años), la producción en EEUU ha aumentado a un ritmo acelerado. Lo que no logró la guerra puede lograrlo la tecnología. Pese a las presiones de los ambientalistas y el lobby de poderosas industrias energéticas, Obama dio un espaldarazo al "fracking" durante su campaña. Simplemente, necesita el excedente de petróleo, gas, dinero y trabajos. Europa también terminará por explotar sus yacimientos, no tiene dinero para complacer a los ambientalistas y quiere liberarse de la dominación del gas ruso. China ha desacelerado el crecimiento de la demanda y pronto se unirá a la revolución energética.
Si la industria del shale oil continúa su paso son previsibles precios más razonables. Ya en EEUU el petróleo está "barato" (cuesta cerca de 20% menos que en Europa) y, aunque eso no se refleja en los precios de la gasolina, las refinerías están haciendo dinero y hay mucha inversión. De modo que, salvo que explote la "Guerra Santa", la rumba se nos puede acabar pronto. Quizás sea por eso que Chávez azuza la candela, por amor al islam no es. Su influencia es limitada, aunque útil, si es verdad que Venezuela está mandando uranio a Irán o entrenando terroristas en su territorio.
Lo vergonzoso es ver al país de uno mercadeando con un conflicto tan doloroso; metiéndonos irresponsablemente en un asunto del que ni sabemos medir sus consecuencias.
Pero Chávez subestima el poder de Occidente para superar su dependencia energética. A partir de la gran expansión del "fracking" (hace unos 5 años), la producción en EEUU ha aumentado a un ritmo acelerado. Lo que no logró la guerra puede lograrlo la tecnología. Pese a las presiones de los ambientalistas y el lobby de poderosas industrias energéticas, Obama dio un espaldarazo al "fracking" durante su campaña. Simplemente, necesita el excedente de petróleo, gas, dinero y trabajos. Europa también terminará por explotar sus yacimientos, no tiene dinero para complacer a los ambientalistas y quiere liberarse de la dominación del gas ruso. China ha desacelerado el crecimiento de la demanda y pronto se unirá a la revolución energética.
Si la industria del shale oil continúa su paso son previsibles precios más razonables. Ya en EEUU el petróleo está "barato" (cuesta cerca de 20% menos que en Europa) y, aunque eso no se refleja en los precios de la gasolina, las refinerías están haciendo dinero y hay mucha inversión. De modo que, salvo que explote la "Guerra Santa", la rumba se nos puede acabar pronto. Quizás sea por eso que Chávez azuza la candela, por amor al islam no es. Su influencia es limitada, aunque útil, si es verdad que Venezuela está mandando uranio a Irán o entrenando terroristas en su territorio.
Lo vergonzoso es ver al país de uno mercadeando con un conflicto tan doloroso; metiéndonos irresponsablemente en un asunto del que ni sabemos medir sus consecuencias.
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