Armado con su recién obtenida reelección, el presidente venezolano Hugo Chávez se apresta a profundizar su revolución con una propuesta que reemplazaría la actual arquitectura del Estado por un nebuloso esquema comunal que le permitiría aumentar aún más el ya extenso poder que acumula en sus manos, publica El Nuevo Herald.
Antonio Maria Delgado
Analistas consultados dijeron que el gobierno bolivariano orquesta planes para radicalizar el “socialismo del siglo XXI” a partir del próximo año en momentos en que los partidos de la oposición, visiblemente debilitados tras la derrota que sufrieron en los comicios del 7 de octubre, lucen sin mecanismos, o interés, para poner resistencia.
“Aquí no hay ningún programa, que se sepa, para detener la embestida de esa profundización o radicalización [del Socialismo del Siglo XXI]. No hay ningún programa, ninguna planificación, ninguna acción”, advirtió el escritor e historiador, Agustín Blanco Muñoz.
“Aquí la política de las oposiciones se limita simplemente a ver si le consiguen algunos espacios políticos, algunas gobernaciones”, sostuvo.
Chávez, quien fue reelecto en octubre en unos comicios que han sido impugnados ante el Tribunal Supremo de Justicia, prometió profundizar su revolución y acelerar los cambios del sistema económico “para establecer una sociedad más igualitaria y justa”.
La nueva fase de la revolución bolivariana parece colocar el concepto de la comuna como la piedra angular del nuevo ordenamiento económico, político y social del país, contemplando la instauración de una “economía comunal”, que según el propio Chávez, “comprende nuevas relaciones de trabajo y producción”.
“Un gerente con corbata, es una obscena división de poderes”, dijo Chávez en una reciente aparición pública. “¿Por qué tiene que ser el mismo que limpie los baños todos los días? […] el gerente también puede limpiar el baño, botar papeles, pasar coleto [limpiar el piso]”.
Pero más que instaurar un esquema económico caracterizado por la carencia de una clara división de funciones, el sistema comunal buscaría crear mecanismos alternos para redistribuir los frutos de la extensa renta petrolera, esquema que aumentaría la ya extensa dependencia de los venezolanos en el chavismo.
El ex canciller venezolano Armando Durán dijo que estos esfuerzos contemplan en primera instancia remplazar a las alcaldías y luego a las gobernaciones, como esquema de organización del país.
Pero esto no ha de sorprender a nadie, comentó.
“Desde hace 14 años hay un proceso de cambio de la estructura del Estado, del poder, de la sociedad, de la economía. Es un proceso que no ha cesado”, dijo Durán.
“Ahora nos encontramos en una nueva etapa del proceso, que implica seguramente, la eliminación de las alcaldías, y la reducción de las gobernaciones a su más mínima expresión, porque todos los recursos del Estado irán a las comunas. Vamos hacia el Estado Comunal”, sostuvo.
El concepto ha comenzado a generar alarma entre algunos sectores de la oposición, y varios portavoces lanzaron advertencias de que Chávez pretende desmantelar las instituciones democráticas contempladas en la constitución, ya que éstas obstaculizan los planes de instaurar la hegemonía socialista en el país.
“Los candidatos oficialistas, todos impuestos, tienen la misión de desbaratar las gobernaciones y alcaldías, como lo dijo el que es hoy candidato por el oficialismo en Anzoátegui [Aristóbulo Istúriz]”, advirtió este fin de semana Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, organización que aglutina a los principales partidos de la oposición.
Esos planes se enmarcan dentro de las pretensiones chavistas de aumentar la dependencia de los venezolanos en el Estado, proyecto político que sólo ha servido para profundizar la polarización y acentuar el colapso económico del país, denunció la diputada y ex candidata presidencial María Corina Machado.
“El socialismo chavista es una neodictadura que ha contado con recursos económicos gigantescos para desarrollar una campaña política sin precedentes, predicando la justicia social y la inclusión”, declaró Machado en un mensaje dirigido a los venezolanos.
“El resultado ha sido una sociedad dependiente del Estado, sin capacidad de producción, dividida por el odio, por prejuicios económicos, raciales, generacionales y aun religiosos. El poder se ha concentrado en unas pocas manos, gracias a instituciones postradas y serviles”, sostuvo.
Y el estado comunal amenaza con profundizar aún más el nocivo modelo, dijo.
“Vamos a impedir la instauración del estado comunal que aniquila todas nuestras libertades; ello exige enfrentar el adoctrinamiento en el sistema educativo, defender la propiedad, asegurar nuestro derecho a elegir, recuperar la plena libertad de expresión, erradicar la persecución política”, añadió Machado.
Pero este tipo de declaraciones han tenido poco eco en medio del silencio que por lo general ha guardado la oposición sobre lo que es visto como un organizado y sostenido avance del chavismo para terminar de desmantelar los pocos espacios democráticos que aún perduran en el país.
Blanco Muñoz dijo que es inquietante la pasividad hasta ahora mostrada por la oposición venezolana.
“Ellos [el chavismo] siguen avanzando sin que haya algún programa orgánico para detener el fondo de una política comunalista, al punto, que lejos de enfrentar el comunalismo, ya se está estudiando la posibilidad de lo que llaman la penetración de la convivencia con ella. Es decir, ya hay sectores sociales, políticos y económicos que están acercándose al triunfador, aplicando la máxima de que ya que no puedes vencerlos, únete a ellos”, dijo
Analistas consultados dijeron que el gobierno bolivariano orquesta planes para radicalizar el “socialismo del siglo XXI” a partir del próximo año en momentos en que los partidos de la oposición, visiblemente debilitados tras la derrota que sufrieron en los comicios del 7 de octubre, lucen sin mecanismos, o interés, para poner resistencia.
“Aquí no hay ningún programa, que se sepa, para detener la embestida de esa profundización o radicalización [del Socialismo del Siglo XXI]. No hay ningún programa, ninguna planificación, ninguna acción”, advirtió el escritor e historiador, Agustín Blanco Muñoz.
“Aquí la política de las oposiciones se limita simplemente a ver si le consiguen algunos espacios políticos, algunas gobernaciones”, sostuvo.
Chávez, quien fue reelecto en octubre en unos comicios que han sido impugnados ante el Tribunal Supremo de Justicia, prometió profundizar su revolución y acelerar los cambios del sistema económico “para establecer una sociedad más igualitaria y justa”.
La nueva fase de la revolución bolivariana parece colocar el concepto de la comuna como la piedra angular del nuevo ordenamiento económico, político y social del país, contemplando la instauración de una “economía comunal”, que según el propio Chávez, “comprende nuevas relaciones de trabajo y producción”.
“Un gerente con corbata, es una obscena división de poderes”, dijo Chávez en una reciente aparición pública. “¿Por qué tiene que ser el mismo que limpie los baños todos los días? […] el gerente también puede limpiar el baño, botar papeles, pasar coleto [limpiar el piso]”.
Pero más que instaurar un esquema económico caracterizado por la carencia de una clara división de funciones, el sistema comunal buscaría crear mecanismos alternos para redistribuir los frutos de la extensa renta petrolera, esquema que aumentaría la ya extensa dependencia de los venezolanos en el chavismo.
El ex canciller venezolano Armando Durán dijo que estos esfuerzos contemplan en primera instancia remplazar a las alcaldías y luego a las gobernaciones, como esquema de organización del país.
Pero esto no ha de sorprender a nadie, comentó.
“Desde hace 14 años hay un proceso de cambio de la estructura del Estado, del poder, de la sociedad, de la economía. Es un proceso que no ha cesado”, dijo Durán.
“Ahora nos encontramos en una nueva etapa del proceso, que implica seguramente, la eliminación de las alcaldías, y la reducción de las gobernaciones a su más mínima expresión, porque todos los recursos del Estado irán a las comunas. Vamos hacia el Estado Comunal”, sostuvo.
El concepto ha comenzado a generar alarma entre algunos sectores de la oposición, y varios portavoces lanzaron advertencias de que Chávez pretende desmantelar las instituciones democráticas contempladas en la constitución, ya que éstas obstaculizan los planes de instaurar la hegemonía socialista en el país.
“Los candidatos oficialistas, todos impuestos, tienen la misión de desbaratar las gobernaciones y alcaldías, como lo dijo el que es hoy candidato por el oficialismo en Anzoátegui [Aristóbulo Istúriz]”, advirtió este fin de semana Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, organización que aglutina a los principales partidos de la oposición.
Esos planes se enmarcan dentro de las pretensiones chavistas de aumentar la dependencia de los venezolanos en el Estado, proyecto político que sólo ha servido para profundizar la polarización y acentuar el colapso económico del país, denunció la diputada y ex candidata presidencial María Corina Machado.
“El socialismo chavista es una neodictadura que ha contado con recursos económicos gigantescos para desarrollar una campaña política sin precedentes, predicando la justicia social y la inclusión”, declaró Machado en un mensaje dirigido a los venezolanos.
“El resultado ha sido una sociedad dependiente del Estado, sin capacidad de producción, dividida por el odio, por prejuicios económicos, raciales, generacionales y aun religiosos. El poder se ha concentrado en unas pocas manos, gracias a instituciones postradas y serviles”, sostuvo.
Y el estado comunal amenaza con profundizar aún más el nocivo modelo, dijo.
“Vamos a impedir la instauración del estado comunal que aniquila todas nuestras libertades; ello exige enfrentar el adoctrinamiento en el sistema educativo, defender la propiedad, asegurar nuestro derecho a elegir, recuperar la plena libertad de expresión, erradicar la persecución política”, añadió Machado.
Pero este tipo de declaraciones han tenido poco eco en medio del silencio que por lo general ha guardado la oposición sobre lo que es visto como un organizado y sostenido avance del chavismo para terminar de desmantelar los pocos espacios democráticos que aún perduran en el país.
Blanco Muñoz dijo que es inquietante la pasividad hasta ahora mostrada por la oposición venezolana.
“Ellos [el chavismo] siguen avanzando sin que haya algún programa orgánico para detener el fondo de una política comunalista, al punto, que lejos de enfrentar el comunalismo, ya se está estudiando la posibilidad de lo que llaman la penetración de la convivencia con ella. Es decir, ya hay sectores sociales, políticos y económicos que están acercándose al triunfador, aplicando la máxima de que ya que no puedes vencerlos, únete a ellos”, dijo
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