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Saludos,
Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.
Petro y Lula desechan la servilleta del TSJ. Es obvio que no les sirve lo que Maduro les mandó como respuesta a sus solicitudes. “No hay de dónde agarrarse”, como se dice en criollo.
El hombre se les ha vuelto indefendible. Lo han acompañado hasta la orilla del precipicio, pero no quieren desbarrancarse con él. Tanta campaña que le hicieron, tanta alfombra roja, aquél cuento de la “narrativa” y bueh… “es su naturaleza”.
Sin embargo, para no quemar toda la casa, Petro y Lula meten de contrabando en el comunicado el asunto de las sanciones. Como si el golpe de estado que dieron Maduro y Padrino tiene algo que ver con las sanciones.
Además, ¿cómo es ese bypaseo con los horrores en materia de violaciones a los derechos humanos que están ocurriendo en Venezuela? Hay un solo actor involucrado en la violencia y la represión: es Maduro y su mafia, nadie más.
Adolescentes, jóvenes, trabajadores humildes, periodistas, activistas… todos los venezolanos somos víctimas de una banda enquistada en el poder. Y eso no tiene equivalencias de ningún tipo.
Claro, podría haber sido peor. Ya los conocemos. De todos modos, y pese a los esguinces “lulapetristas” para tratar de salvar algún puente con Maduro, nos entra un fresquito ver cómo le han pateado el bufete, mostrando lo inservible e inútil que ha sido esa jugada.
Lula y Petro le han repetido a Maduro lo que todos dicen: “Show me the actas”.
López Obrador y la nueva presidenta no hayan cómo hacer para esquivar al elefante.
Ignorar el asunto sería más fácil, o menos complicado, si no fuera por los miles de venezolanos instalados en México, y los miles más que llegarán si no se encaraman a ver cómo ayudan a desembrollar el lío que crearon sus amigos y camaradas venecubanos.
Pueden comenzar por ahí, por La Habana, o quizás por Moscú, hablando con Vladimir Putin, invitado de honor a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum.....
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