Sunday, August 4, 2024

Laceiba de Ramón Muchacho el 4 de agosto

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Saludos,

Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.

El más repudiado

Cada día, Maduro y sus esbirros confirman por qué millones de venezolanos le propinaron una derrota apabullante. Podríamos apostar que muchos de los que le votaron hoy deben estar arrepentidos de haberle apoyado, al ver su reacción criminal y aberrante contra ciudadanos indefensos en los sectores populares, contra mujeres, jóvenes y adolescentes, contra periodistas independientes, contra demócratas, contra el país.

Con sus abominaciones, Maduro multiplica el desprecio y la repulsa de la población. El comportamiento forajido de sus secuaces, como el del director del CICPC, apuntala el miedo, es verdad, pero mucho más el repudio y los deseos de salir de esta pesadilla.


Daño reputacional

El incremento exponencial del rechazo contra Maduro tiene a cierta izquierda en apuros, como lo demostró ayer CristinaK, a la que se le notó el desespero por la brutalidad y el desafuero exhibidos por sus camaradas venezolanos, que los hunde y desacredita a todos ellos, a menos que se deslinden a tiempo.

Otros que deben estar desconcertados con la “épica” represiva de Maduro y el golpe en marcha, es esa estela de personajes que se esforzaban, hasta hace muy poco, en verle “virtudes” y en predicar, muy “optimistas”, lo aconsejable que era mantenerlo en el poder hasta 2030. Decían que era todo un “estadista”: bueno, ese “ejemplar” hoy se roba las elecciones, vulnera el derecho a elegir, cumple con su amenaza del baño de sangre, comete delitos de odio y celebra tener más de 2 mil inocentes presos, sin derecho a la defensa y al debido proceso.

Algo se pudre en la estantería. El daño reputacional para los socios y aplaudidores del dictador es monumental y crecerá en la misma medida en que Maduro tenga que apelar a más brutalidad, y lo hará, para continuar el arrebatón. El descrédito será no solo en Venezuela, sino también en ambientes internacionales donde alguna vez Maduro fue apoyado: hoy le miran de lejitos, están a punto de sacarlo del grupo de whatsapp.

Visto lo visto, la única razón que tienen aquellos que le siguen respaldando, afuera y adentro, es evidente: son de la misma especie, una a la que también pertenecen Ortega y Castro.

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