El mismo reducto militar-civil que ha diseñado y estructurado un programa de violaciones de los derechos humanos en Venezuela; el mismo que ha dispuesto los recursos del Estado para perseguir y torturar -incluso violar- a políticos, dirigentes sociales y periodistas, extendiendo sus prácticas perversas a los familiares de sus víctimas; el mismo que acaba de ser denunciado tras una rigurosa investigación del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas; el mismo que, a estas horas, está recibiendo el repudio unánime de gobiernos, organismos multilaterales, organizaciones no gubernamentales y de los demócratas del mundo entero, ese gobierno que protagoniza delitos de lesa humanidad, ha convocado a unas elecciones parlamentarias, con el único objetivo de hacer trizas el único espacio institucional legítimo con que cuentan los venezolanos, la Asamblea Nacional.
Tenemos la obligación de recordar ahora, con el mayor énfasis que sea posible, que ese poder es, además, ilegítimo, fraudulento, ilegal e inconstitucional desde mayo de 2018, fecha en la que después de organizar un aparatoso y descarado fraude electoral, suscrito por el también ilegítimo y fraudulento Consejo Nacional Electoral, se autoproclamó para continuar por seis años más usurpando funciones de gobierno. No lo olvidemos: es un poder usurpador.....
EN:
https://www.elnacional.com/opinion/las-imposibles-elecciones-venezolanas-2/
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