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Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.
Excarcelados, pero no libres
Son pocos los que lograron salir de las mazmorras. Y quedan muchos, miles, en ellas. Nunca debieron estar allí. Pero el régimen atroz de Maduro embistió contra estos venezolanos, inocentes y humildes, para hacerlos pagar por la derrota que el pueblo le propinó.
Ahora quizás el dictador pretenda que le den las gracias por el gesto de abrirle la reja a unos cuantos rehenes. Ya veremos a los que andan en lo del “pase de página” en eso o simplemente dirán que desconocen la materia. El mismo que afirmó que “no era un CNE” para opinar sobre el arrebato del 28-J, ahora dirá que “no es una ONG” para pedir por la liberación de los presos políticos.
Sin embargo, todos sabemos que los que salieron ayer de las celdas de castigo de Maduro no son libres: todos tienen régimen de presentación y una medida de prohibición para hablar sobre sus casos.
Además, no son libres porque, como el resto de los venezolanos, siguen secuestrados en la cárcel en la que se ha convertido Venezuela, que decidió liberarse el 28-J ante un Maduro que acumula el desprecio popular y más de siete millones de cartas de despido.
Claro que siempre es mejor estar vivos y mucho más fuera de los depósitos inhumanos del madurismo. Otros no lo han conseguido, siguen sufriendo o ya no están con nosotros, como Jesús Martínez. Ellos, y todos los venezolanos, serán auténticamente libres cuando se haga valer el dictamen popular del 28-J.
Enhorabuena por las familias que anoche lograron reunirse y nuestra solidaridad y afecto con quienes aún esperan la llamada.
Hay que continuar la lucha para lograr la libertad, la personal y la colectiva.
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