Thursday, November 29, 2018

Ramón Muchacho en La Ceiba del 28 de noviembre

EN: Recibido por email


Saludos,

Tras varios días recibiendo montones de sesudos análisis que argumentan equivocadamente que los valientes chamos de la Universidad de Carabobo son la demostración fehaciente de que la salida a nuestra crisis es electoral, el repugnante TSJ nos hizo "el favor" de pulverizar tal ilusión: estamos en dictadura, y que nadie lo olvide, sentenció.
En Venezuela no hay salida electoral, lamentablemente. No porque así lo queramos, sino porque el gobierno la cerró. Le hacen el juego a la dictadura quienes pregonan que la oposición cerró la vía electoral, al contrario, hizo todo por mantenerla abierta, nos consta a muchos.
Cuesta mucho reconocer esta cruda realidad, lo sé. Especialmente porque no hay alternativa. No es que la vía electoral está cerrada pero está abierta la del diálogo, o la de la intervención internacional, u otra, no. Es desesperanzador, lo sé. "Hay que darle esperanza a la gente" me dicen. Tienen razón. Pero sin mentir ni crear falsas expectativas, por favor.
Reconocer y aceptar la realidad tal cual es, por dura que sea, es el primer paso para buscar soluciones.
Ahora sí, vamos con Andrade: la justicia está actuando, y eso es siempre reconfortante.
Amigos, a quienes me preguntan por qué la sentencia contra Andrade es tan "pequeña" les recuerdo que la justicia de los Estados Unidos no juzgó a Andrade (ni está juzgando a los demás) por los delitos cometidos en Venezuela, España, Suiza o Andorra, sino por los que cometió en los Estados Unidos: principalmente haber lavado en los Estados Unidos dinero sucio proveniente de actividades criminales (corrupción cambiaria en Venezuela).
Corresponde a Venezuela juzgar a Andrade y a sus socios por el desfalco a la nación. Ningún otro país lo hará por nosotros. Lástima que estemos tan mal que no podamos hacerlo. Cuando dejemos de estar gobernados por esa misma mafia que desfalcó, podremos tener esperanza de justicia.
Por cierto, Andrade y los cuarenta ladrones no sólo cometieron delitos (lavado, etc.) en los Estados Unidos, sino también en muchos otros países, Andorra, Suiza, España, Panamá, por sólo nombrar algunos. ¿Por qué la justicia de esos países (con pocas excepciones) no ha actuado?
Sana envidia produce ver al sistema de persecución del crimen de los Estados Unidos haciendo su trabajo.
Una difícil tarea pendiente en la que no hemos avanzado pero deberíamos: ir creando desde ya los mecanismos legales, financieros, políticos y diplomáticos para recuperar el dinero robado a los venezolanos, y NO entregarlo al régimen de Maduro.
Ramon Muchacho Firma

Ramón Muchacho.

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