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Saludos,
Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.
Deriva autoritaria
A medida que se acerca el 10 de enero, el régimen sigue arreciando con el encarcelamiento de dirigentes y activistas opositores.
También amenaza a Provea, y la señala de ser agente de la CIA por no callarse ni bajar la voz frente a las violaciones de derechos humanos, ni ante el fraude electoral.
A la par, Maduro anuncia una reforma constitucional que no es otra cosa que una maniobra para eternizarse en el poder y avanzar aún más en su modelo totalitario.
Ve planes conspirativos, traiciones y amenazas por todos lados, propio de quien sabe que estafó la voluntad popular y teme sus consecuencias.
Y así tendrá que seguir: huyendo hacia adelante mientras pueda, porque votos no tiene, legitimidad menos, y apoyo popular menos que menos.
Balas y represión en manos de un puñado de indignos y desalmados que lo mantienen en el poder a la fuerza es lo que le queda.
Por lo cual es muy normal que sienta miedo.
Nosotros, en su lugar, lo sentiríamos.
Martínez Mottola
Fernando Martínez Mottola abandonó el asilo al que nunca debió estar sometido, ni él ni los demás, en la embajada argentina.
Imaginamos el desgaste físico y emocional que sufrió durante estos largos meses, tanto él como su familia.
El mismo desgaste al que están sometidos los que quedan en la embajada, y los dirigentes opositores que están en Venezuela, y millares de venezolanos.
Las condiciones de su salida dejan algunas interrogantes en el aire, pero no seremos nosotros quienes se adelanten a especular.
Esperaremos a que el propio Martínez Mottola, o sus voceros, se expresen.
También esperaremos por las reacciones de sus ex-compañeros de asilo que siguen en la embajada, y de la propia María Corina.
Vaya de todas maneras, y de antemano, nuestro agradecimiento a Fernando por su valiente lucha de muchos años, que la ha hecho con discreción y a un altísimo costo personal y familiar.
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