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Saludos,
Ayer circuló en Truth Social un extraño mensaje de Donald Trump que muchos leerán con sobresalto. Conviene, antes de reaccionar, repasar algunas ideas.
Lo primero: Venezuela hoy no es un país soberano. No lo es además desde hace años: cedió parte de su territorio para convertirse en un hub de factores criminales y elementos que adversan los derechos humanos, la democracia y la libertad.
Lo segundo: sus recursos estratégicos son hoy expoliados por una élite corrupta, incompetente y voraz, que convirtió al país en una zona de extracción sin ley y donde el petróleo, el oro y las rentas ilícitas financian la supervivencia de un régimen mafioso
Lo tercero: liberar a Venezuela de la tutela cubana, rusa e iraní no puede hacerse apelando exclusivamente al derecho internacional. Pretenderlo equivale a enfrentar con una tijera de punta roma a malandros armados con AK-47
Este sencillo repaso lo hacemos como un llamado a botón para encarar la realidad tal cual es: la liberación de Venezuela llegó a un punto donde no podemos caernos a mentiras piadosas, a menos claro que queramos perpetuar la situación de dominación.
La soberanía habrá que reconstruirla. Ahora mismo no existe. Y el primer paso para recuperarla es sacar del poder a quienes la entregaron.
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