El cine de Ingmar Bergman es un cine filosófico y dentro de los parámetros de la psiquiatría clínica. Es teatro llevado al cine. Es la precisión de conceptos sin las filigranas de otros autores que quieren decir lo esencial y no terminan diciendo nada. Bergman es émulo y espejo de Jorge Luis Borges. Las imágenes de Bergman son preciosas, exactas y sugerentes; es un artista de la paradoja y de una existencia aciaga. Sólo que Bergman proviene de Suecia y en Suecia no tienen los problemas de la vida material sino los del alma, algo que está vedado a los náufragos del inframundo en África, América Latina e importantes regiones de Asia, e incluso en la Europa del Este. El cine de Bergman es un cine para gente que vive en los países desarrollados, para gente rica o que por lo menos tiene sus problemas materiales de vida resuelto. Cada director y su obra tienen que ser delineados de acuerdo a sus circunstancias porque toda obra, por muy nimia que sea, es autobiográfica.
En “Persona” acudimos a otro tratado sobre el laberinto humano como torbellino de pasiones y no como el triunfo de la razón. Bergman está claro que la psique humana es una psique dañada e imperfecta y que la creación humana nació defectuosa. El Infierno son las relaciones humanas y dentro de ese Infierno se puede atisbar el Paraíso también, sólo que este anhelo está vedado para la mayoría. O en todo caso, sólo hay, destellos de belleza......
EN: https://www.lapatilla.com/2020/08/27/angel-rafael-lombardi-boscan-persona/
No comments:
Post a Comment