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Saludos,
Sólo tendremos certeza de que la llamada entre Trump y Maduro ocurrió, cuando Washington la confirme oficialmente.
Pero, ya que no ha sido desmentida por las partes, y a efectos de este análisis, vamos a dar por buena la información publicada por el New York Times.
Comencemos por el final: la llamada no logró resolver el conflicto. Ni siquiera ralentizarlo. Pero sí acelerarlo.
Repito. Antes de la llamada, el conflicto estaba escalando. Después de la llamada, el conflicto sigue escalando, pero ahora a mayor velocidad.
Veamos:
La llamada se produjo la semana pasada, antes de la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera, ocurrida el pasado lunes 24 de noviembre.
En estos últimos días, después de la llamada:
Se publicó la famosa designación del CDLS como organización terrorista, con Maduro como su jefe.
El general Dan Caine, Jefe del Estado Mayor Conjunto y principal asesor militar de Trump, visitó Puerto Rico y Trinidad y Tobago.
Pete Hegseth hizo acuerdos con República Dominicana. El despliegue militar se amplió, ahora incluye a República Dominicana, Puerto Rico, Panamá, Trinidad y Tobago y Guyana.
Aviones militares norteamericanos han sobrevolado hasta Los Roques.
Trump anunció acciones militares terrestres.
Un NOTAM del gobierno norteamericano arrasó con buena parte de los vuelos internacionales.
Países como Alemania, Suiza, Polonia y Francia pidieron a sus ciudadanos no viajar a Venezuela.
Este jueves, en su mensaje a los militares con ocasión del Día de Acción de Gracias, Trump ratificó, en un mensaje leído, no improvisado, que los ataques terrestres están cerca.
Por su parte, el régimen de Maduro no dijo ni pío sobre la llamada. Pero sí se han notado alterados, y cambiaron el estilo dócil/modosito que por unos días tuvieron hacia Trump, por uno más bravucón y confrontacional, con machete en mano.
Es obligatorio concluir que la llamada no logró acuerdos: Maduro no está dispuesto a conceder lo que Trump exige, y Trump no está dispuesto a aceptar lo que Maduro ofrece.
Lo cual no necesariamente significa que jamás habrá acuerdo. El acuerdo podría llegar cuando estén dadas las condiciones.
Por lo pronto, hace falta mucha más presión. Tanta presión como sea necesaria para pulverizar el “BATNA” de Maduro. Es decir, llegar al punto en el cual una salida negociada sea mejor para él que sus otras alternativas. Aún no estamos allí. Falta mucha presión, incluyendo el uso de fuerza decisiva y desproporcionada contra el Cártel.
Maduro y su combo no se van a quebrar con puras amenazas. Y eso lo saben Trump, Rubio, Hegseth y Caine mejor que nosotros.
Un paso más
Por aquí hemos documentado la larga seguidilla de pasos que la administración Trump ha dado para acabar con el régimen de Maduro, desde rescatar a los rehenes norteamericanos hasta movilizar a un tercio de su fuerza naval al Caribe, pasando por subir a $50 millones la recompensa que pesa sobre él.
Y esta llamada fue un paso más en esa seguidilla. Un requisito que había que cumplir antes de avanzar. Que nadie diga que Trump no ofreció un salvavidas a Maduro.
La próxima llamada será después de los primeros ataques terrestres, cuando haya mejores condiciones para negociar.
Trump ha subido consistentemente su apuesta, y Maduro también. Pero sólo uno puede ganar.
Y el futuro de millones de venezolanos depende del desenlace.
La caída del Cártel de los Soles abrirá una etapa de libertad y prosperidad sin precedentes para Venezuela.
Feliz fin de semana para todos!
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