Eduardo Arcila Farías sintetizó muy bien la historia de la economía venezolana: siglo XVIII, el cacao; siglo XIX, el café, siglo XX, el petróleo. Luego de la Independencia (1810-1830) los Libertadores salvo ganar la guerra más brutal a la Metrópoli no tuvieron la menor idea de cómo echar las bases del desarrollo social del nuevo país. Entendieron muy pronto que el control del incipiente Estado republicano les garantizaba la ampliación de privilegios y riquezas. De manera intuitiva se adelantaron a Marx (“El Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del bien común, sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de todos, sino de los que detentan el poder”) y a Weber (“El Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta legitimada como “última ratio”, que mantiene el monopolio de la violencia”).
Seguir leyendo,
EN:
No comments:
Post a Comment