EN: https://www.elnacional.com/2025/11/las-formas-de-la-injusticia/
A Rafael Tudares Bracho, yerno de Edmundo González Urrutia, lo juzgan de forma telemática, después de 300 días de su detención arbitraria. Su culpa es su vínculo con quien fue electo presidente por los venezolanos el 28 de julio. Su esposa, Mariana González, denuncia el caso de su marido como una desaparición forzada y le recuerda a las autoridades (¿?) que el artículo 49 de la Constitución garantiza la defensa y la asistencia jurídica como derechos inviolables en todo estado y grado de la investigación, además de la presunción de inocencia. “Es, dice, un proceso clandestino e inconstitucional”. Así actúa, apuntamos, la “justicia revolucionaria”, que no es ni lo uno ni lo otro.
En la cárcel de Yare II, familiares de presos políticos denuncian que en ese penal que está ubicado en el estado Miranda se cometen tratos crueles, inhumanos y degradantes contra los detenidos, que se manifiestan en una severa crisis alimentaria y en constantes agresiones físicas. La comida que ofrecen a los presos es de mala calidad e insuficiente. Los reclusos dependen de los alimentos que les entregan en las visitas permitidas: cada 15 días y de 20 minutos de duración. La violencia sistemática es la medida de la justicia carcelaria del régimen.
El periodista de sucesos Joan Camargo fue detenido el jueves de la semana pasada, muy temprano. Desde entonces se desconoce su paradero, también las causas de su detención. Sus familiares introdujeron un recurso de hábeas corpus para exigir información sobre Camargo: cosas simples cómo dónde está, en qué situación se encuentra, de qué se le acusa, porque se le violan sus derechos. La justicia es muda y cruel en Venezuela.
La Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) exigió al Estado venezolano la liberación inmediata e incondicional de cuatro jóvenes estudiantes que tomaban una foto de la fachada de la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua, mientras realizaban trabajos de preproducción para una tesis de grado en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela.
Tocorón es tristemente célebre por ser durante un tiempo demasiado largo y demasiado visible el centro de operaciones del Tren de Aragua. A los jóvenes les retiraron los documentos de identidad, los retuvieron durante seis horas y luego los trasladaron sin informar destino. En Venezuela es peligroso ser estudiante. La justicia absurda del régimen se ensaña contra los indefensos.
Los medios que aún sobreviven a la cacería de los funcionarios, agentes y dirigentes del régimen, repiten un día sí, y otro también, casos como estos. Esta es la Venezuela de Nicolás Maduro. La justicia es un estorbo.
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