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Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.
El meteorito
Por lo visto, a Diosdado no le gustó que la ministra de exteriores de Colombia hablara públicamente de transición, elecciones y salida anticipada de Maduro.
Al parecer, el desliz de la señora Rosa Villavicencio, una socialista libre de sospecha, cayó como un meteorito en los escondrijos del Psuv.
¿Cómo es eso que se le pide sacrificio al chavismo, mientras Maduro estaría considerando abandonar el barco con tal de librarse de la cárcel?. Así pensaron unos cuantos, al escuchar el audio de la funcionaria.
Desde una reacción infantil, Cabello les dice gafos. Suponemos que el señalamiento no es solo contra los colombianos que metieron la cuchara, sino también contra los propios maduristas que le hicieron la propuesta a Trump -ésa que el estadounidense ya rechazó hace semanas-.
Fueron ellos, o el propio Maduro, quienes se la susurraron a Petro, y a Villavicencio, para que la divulgaran buscando detener lo que parece indetenible.
Es evidente que hay susurros por aquí y por allá planteando soluciones al brete en el que están metidos. Si como admitió el propio mazo, hay gente como “mata de nervios”, nada raro sería que esa misma gente haga cosas para intentar salvarse del Trumpazo.
De todos modos, a veces los que simulan ser más guapos son los primeros en esconderse. Solo basta recordar lo que pasó en 2002 para tener una idea.
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