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Saludos,
Edición elaborada por el Consejo Editorial de Laceiba.
“Incluyente”
No se asombre: la cacería de Maduro y su banda es “incluyente”.
Además de políticos, periodistas, defensores de derechos humanos, militares, líderes sindicales, testigos electorales y disidentes chavistas, ahora también incluye en su lista de víctimas a los economistas y fanáticos de fútbol (¡!).
Por lo visto, la degradación de su régimen se acelera. Esperamos que su descomposición, también.
Mientras tanto, nadie en Venezuela estará a salvo. Ni siquiera los “jala mecates” y aquellos que quieren normalizar el robo de las elecciones.
Esos serán los primeros, porque nadie confía en un tránsfuga.
Nos escriben…
A propósito de esta situación, dejamos aquí un agudo comentario de un lector de Laceiba:
“El primer blanco fue el político. Luego vino el oficio periodístico y más tarde el defensor de DDHH. Hace poco el analista económico. Y ahora resulta que tampoco se puede ser fanático de fútbol. ¿Qué nos deparará el futuro? Lo único que va medio quedando es hacer el papel de ser humano… ¿Será que eso también será perseguido, reprimido y penado?”
Suspenso
El mundo está en vilo.
Todos estamos atentos a las decisiones de la Casa Blanca frente a lo que ocurre en el Medio Oriente.
El colmo es ver al alto pana de Maduro, a Vladimir Putin, actuando como un pacificista y como si fuese un punto de equilibrio en otra guerra, mientras aun no resuelve la que él mismo creó en Ucrania. ¡Caraetabla!
En realidad, si Putin aboga por un acuerdo, no es porque sea un hombre de paz: es porque está convencido de lo mal que le está yendo a su aliado Irán y de que, seguramente, todo empeorará.
Putin, en dos platos, quiere salvarle los muebles a los ayatolás antes de que sea demasiado tarde.
PD: Que alguien le avise a Maduro que Irán no está ganando la guerra.
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