EN: Recibido por email
Saludos,
Edición elaborada por el Consejo Editorial.
Venganza mafiosa
Cuando todavía está caliente la canonización de José Gregorio y la Madre Carmen, al régimen de Maduro no se le ocurrió mejor manera de “celebrarlo” que agrediendo al cardenal Baltazar Porras, a quien impidió llegar a Isnotú para oficiar la misa en honor de nuestros santos.
Haciendo uso arbitrario del poder arrebatado, y con la ayuda de esbirros y gorilas militares, Maduro cercenó la libertad del obispo y lo forzó a regresar a Caracas, en una repugnante expresión fascista que denota su odio contra los venezolanos pero también su frustración personal, por no haber podido sacar todo el provecho que había calculado de los actos religiosos vinculados a la canonización.
La bajeza de Maduro y Padrino López, corresponsable de lo ocurrido, confirma que las palabras de Porras del pasado viernes 19, y también las del cardenal Parolin el lunes 21, pusieron el dedo en la llaga purulenta de la revolución y clavaron la estaca en el corazón de la malignidad.
Lo ocurrido con Porras es un acto de venganza de Maduro. Al mismo tiempo, es su confesión de la profundidad del golpe recibido y de su pusilanimidad frente a la desbordante valentía del cardenal.
Ortega, a la vista
Pero Maduro no es el único que hace esas barbaridades en el continente.
Más bien parece seguir al sanguinario Daniel Ortega, quien además de arremeter contra los obispos nicaragüenses, también tiene por costumbre despojarle la nacionalidad a los opositores, un paso repudiable que el régimen chavista pretende ejecutar contra Leopoldo López, amigo y activista por la democracia y la libertad, pese a que la nacionalidad está expresamente protegida en nuestra Constitución.
Nos solidarizamos con Leopoldo y con el cardenal Porras, víctimas de estas atrocidades de la mafia que usurpa el poder, y que no hacen sino ratificar la necesidad de terminar con esta pesadilla que hiere el alma nacional y mancha nuestra identidad.
Porque, si hay alguien que no merece tener la cédula venezolana es, precisamente, Maduro.
No comments:
Post a Comment