Friday, April 20, 2012

Algo está podrido

En: Recibido por email

Editorial de www.analítica.com

Estupefactos escuchamos la entrevista al ex magistrado y general Aponte Aponte. Aquí pareciera que lo que está ocurriendo es el inicio de un ajuste de cuentas. Es de temer que veamos muchos más trapos sucios lavados en público a menos que Chávez imponga que se laven en casa
En la obra de Shakespeare un preocupado Hamlet afirma: "¡El mundo está desquiciado! ¡Vaya faena, haber nacido yo para tener que arreglarlo!" y continua diciendo "La virtud no puede injertarse en nuestro viejo tronco sin que nos quede de él algún mal resabio". Estas frases vienen a nuestra mente cuando estupefactos escuchamos la entrevista al ex magistrado y general Aponte Aponte. Qué muchos supusiéramos que la justicia en Venezuela estaba podrida era algo que formaba parte de una realidad por todos conocida. Pero que uno de los actores de ese desaguisado confesara ante las cámaras su propia responsabilidad en la manipulación de la justicia y que además acusara a otros altos funcionarios no solo de manejar según sus intereses políticos a los jueces sino de proteger, o peor aún, de ser parte activa en el tráfico de estupefacientes, es algo escandaloso que debería hacer reaccionar la fibra moral de nuestro país.
No podemos sentir ninguna simpatía por ese personaje que fue políticamente encumbrado por el régimen a los más altos niveles de la magistratura y que es cómplice activo, pero tampoco podemos aceptar que estas tenebrosas acusaciones se escondan debajo de la alfombra.
Las declaraciones de los ministros de relaciones exteriores e interiores no desmienten las acusaciones sino se limitan a descalificar al personaje y decir algo, que es falso, que se trata de un prófugo de la justicia, ya que en una entrevista de CNN con el viceministro de relaciones interiores de Costa Rica y jefe de inteligencia de ese país, éste comentó que en Cartagena  le había informado al canciller Maduro de la presencia en territorio costarricense del ex magistrado y en ningún momento el canciller venezolano le dijo que era prófugo de la justicia.
Aquí pareciera que lo que está ocurriendo es el inicio de un ajuste de cuentas. Es de temer que veamos muchos más trapos sucios lavados en público a menos que Chávez imponga que se laven en casa.
En todo caso hay algo podrido y no sólo en Dinamarca.

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