En: http://www.lapatilla.com/site/2012/04/19/david-moran-bohorquez-no-es-una-olla-es-una-lacra/
David Morán Bohórquez
Observar y oír a un barrigón sudoroso de pésima dicción decir con pasmosa tranquilidad “yo recibía órdenes” me llevó inmediatamente a mis peores lecturas sobre las tiranías africanas. Por el desapego con el que hablaba de las que habían sido sus víctimas, sobre todo que después de desgraciarlas, el apenas 30 días antes magistrado presidente de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Venezuela espetó “(…) eso en pocas palabras es, aceptar que esos señores no podían salir pues, y que la justicia ahí, les dio la espalda. Entonces que le diría yo a los familiares, tengan fe y luchen por lo que creen que merecen y tienen que luchar”. No había duda que estaba escuchando a un verdadero psicópata.
Los detalles de sus crímenes se sabrán según el nulo interés que ha demostrado el gobierno de Hugo Chávez y por el empeño del gobierno estadounidense en su lucha contra el narcotráfico, donde se encuentra ya en condición de “testigo protegido”
Lo resaltante ahora es cómo semejante personaje logró, de la mano de Hugo Chávez, tocar el cielo en un mundo que lejos de “revolucionario” es sencillamente mafioso. Su ascenso retrata la amoralidad de la clase gobernante. Desnuda sus códigos, apetencias y falsedades. Su profundo desprecio al prójimo. Su relato es una película llena de colesterol y corrupción sobre el poder en la Venezuela chavista.
El ascenso y también caída de este general nos permite comprender cómo las Fuerzas Armadas “Socialistas y Chavistas” abandonaron su rol propiamente castrense, para autolegitimarse como una nueva “clase” cínico-militar muy superior a la sociedad civil, cuyo único destino es la sumisión y el arrepentimiento ante el poder.
Ante los señalamientos que directamente le hiciera el otrora ex Fiscal Militar y ex presidente de la Sala Penal, al general Clíver Alcalá Cordones, éste los calificó de “olla” y respecto al material transmitido por TV opinó que fue dirigido y manipulado, para desprestigiar a su persona. “Son ataques que no van a doblegar la fortaleza, ética y moral de los hombres del la FANB para continuar la construcción de una patria digna, socialista y donde el eje central es el ser humano”, afirmó.
Traigo una definión del inolvidable profesor Luis Castro Leiva del militarismo como “vigilante de la emergencia permanente causada por el perpetuo acecho de un enemigo interior” Y en el caso del chavismo le agregaríamos “al servicio de un enemigo externo”
Eladio Aponte Aponte no es una “olla”, es una lacra de carne y hueso, que se encumbró desde el militarismo que nos agobia. Es un general corrupto y mimado por la “clase gobernante”. Es un psicópata vil que les sirvió de verdugo según señalara el jefazo, Y esa lacra les respondió con los códigos que maneja “Si me joden los jodo”.
El “militarismo gobernante” movió a una de sus fichas civiles, al ministro Tareck El Aissami quien califícó a Aponte como “prófugo de la justicia”. Posiblemente lo sea de esa “justicia”, porque Aponte había declarado que abandonó el pais, sin orden de captura ni medida cautelar en su contra, porque temía que lo “sicariaran”.
Agregó El Aissami una frase para la historia “¡Qué triste oposición tenemos que asume como vocero a un prófugo de la justicia!” No ministro: Aponte Aponte es un vocero muy calificado, pero de la clase militarista que nos desgobierna.
El oficialismo pretende desarrollar una campaña para desprestigiar al ex magistrado. Esfuerzo inútil. Es inútil intentar desprestigiar a una lacra.
Una lacra con un impresionante condón umbilical al centro del poder chavista.
No comments:
Post a Comment