En pocas palabras. Javier J. Jaspe, Washington D.C.
Escribo ésto luego de leer las noticias que llegan desde Caracas, relacionadas con la muerte de Hugo Chávez Frias, quién falleció este martes 5 de marzo al final de una crónica anunciada, como diría Gabriel García Márquez. En Venezuela se preparan sus exequias y se ha decretado duelo por 7 días. Sus restos serán velados en la Escuela Militar y ya comienzan a llegar presidentes de algunos países que recibieron el apoyo financiero y generoso de su gobierno, como son los casos de Evo Morales, Cristina Fernández, Daniel Ortega, Rafael Correa y José Mujica. Se le rendirán honores rimbombantes a semejanza de los descritos por el Gabo en el Otoño del Patriarca. Paz a sus restos y descanso eterno de su alma…
Si uno pudiera resumir su paso sobre la faz de la tierra, diría que Chávez perdió la oportunidad más beneficiosa que cualquier presidente venezolanao haya disfrutado para realizar una buena obra de gobierno, pues dilapidó una inmensa fortuna gracias al extraordinario ingreso petrolero recibido durante los catorce años de su gobierno (1999-2013), el más largo después del de Juan Vicente Gómez (1908-1935). En criollo, ese paso podría resumirse con una frase utilizada en el beisbol, deporte que practicaba con pasión, desde la posición de lanzador zurdo, simplemente, Chávez botó la bola. Deja, además, una sociedad dividida en dos grandes segmentos, los que apoyaron su gobierno y quienes lo adversaron desde la oposición democratica, debido a su permanente empeño de insultar, atacar y acorralar al adversario, aplicando la maxima militar que sólo distingue a la hora del combate entre amigos y enemigos.
Es curioso también que ayer circularon noticias que fijan el momento y lugar de su muerte de una manera distinta a la anunciada por el Vicepresidente Maduro. Éste indicó en su acongojada alocución al pais, que Chávez habría muerto a las 4:25 horas de la tarde del martes 5 de marzo. En cambio, algunas publicaciones del exterior aseguran que Chávez murió en Cuba, a las 7 de la mañana de ese mismo día. De ser cierta esta noticia, las declaraciones de Maduro revelarían que nuevamente habría mentido al país en relación con este asunto, para reiterar la conducta errática, opaca y llena de ambigüedades mantenida por su gobierno a lo largo de la enfermedad de Chávez. Conducta que fue valientemente puesta de relieve y combatida por el movimiento estudiantil venezolano, a través de intensas y efectivas acciones de resistencia pacífica.
Lo que es más grave, tales declaraciones indicarían que el propósito de Maduro, luego de la muerte de Chávez, es el de profundizar los factores de division y polarización de la sociedad venezolana, pues apenas unas horas antes, ese mísmo martes 5 de marzo, convocó a los medios para arremeter en contra de la oposición democrática, los estudiantes, Estados Unidos y el sector economico venezolano, acusando a estos sectores de ser los culpables del cancer que Chávez había venido padeciendo y que lo tenía al borde de la muerte. Al decir de Maduro, el cancer que padeció Chávez le habría sido inoculado por Estados Unidos, para liquidarlo y eliminar el obstáculo que éste representaría para ejecutar los supuestos planes de dominación imperial de este último país.
Lo anterior, que ya de por sí representa una manifestación descabellada de Maduro, fue acompañado por el anuncio de la expulsión de un funcionario diplomatico de Estados Unidos en Venezuela, bajo acusaciones de supuestamente estar conspirando para derrocar el gobierno. Este es un episodio que la muerte de Chávez ha hecho pasar a un segundo plano, pero que una vez terminen los actos funerarios seguramente darán lugar a reacciones e intercambios diplomáticos entre los gobiernos de los dos países. Es más, el hecho de que Maduro haya elegido un incidente diplomatico en contra de Estados Unidos para dar un mensaje al país, en momentos en que ya se habría producido la muerte de Chávez en Cuba el 5 de marzo a las 7 de la mañana, también demuestra la importancia creciente del actual ministro de relaciones exteriores, Elías Jaua y el grupo Miranda que comanda en el gobierno de Maduro.
La indicada importancia de Jaua en los planes de Maduro, después de la muerte de Chávez, se ha puesto igualmente en evidencia, por el anuncio que hizo el primero de que el segundo se encargará de la presidencia de la república y llamará a elecciones dentro de 30 días. Este anuncio, secundado igualmente por Rafael Ramírez, ministro presidente de PDVSA, a todos luces significa que Maduro y su gobierno persisten en su actitud de violar el texto constitucional venezolano. Esto, porque al no haberse juramentado Chávez en su condición de presidente electo para su nuevo período presidencial, le corresponde al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, encargarse de la presidencia de la república, con el fin de que se llame a elecciones para elegir un nuevo presidente de la república en el plazo de treinta días.
Al parecer, la tesis juridica que maneja el gobierno de Maduro para que éste se encargue de la presidencia de la república estaría basada en la muy cuestionada sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), del pasado 9 de enero, que calificó a Chávez como presidente en funciones, en virtud de una supuesta continuidad de su gobierno. Esto llevaría a la aplicación de la disposición constitucional, según la cual, corresponde al Vicepresidente encargarse de la presidencia, si la muerte del presidente se produce dentro de los primeros cuatro años del período presidencial. En otras palabras, Chávez a su muerte ya no era un presidente electo, sino un presidente en funciones, por lo que procede la aplicación de la disposición constitucional aplicable a la falta absoluta del presidente en funciones y no la disposición constitucional que se aplica a la falta absoluta del presidente electo.
En nuestra opinión, esta tesis juridica se encuentra viciada de nulidad absoluta, no sólo porque parte de una sentencia que es absolutamente inconstitucional, sino porque, dado que Chávez no llegó a juramentarse como presidente, de haberse producido una colisión legal entre la disposición constitucional relativa a la falta absoluta del presidente en funciones y la disposición constitucional concerniente a la falta absoluta del presidente electo, debe prevalecer la disposición constitucional aplicable al presidente electo. Es decir, en virtud de dicha prevalencia constitucional, quien debe encargarse de la presidencia de la república, a la muerte de Chávez, es el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello y no el Vicepresidente Nicolás Maduro.
Encargándosde de la presidencia, Maduro persigue utilizar con ventajismo los recursos del poder y la imagen de Chávez para favorecer su candidatura en las elecciones que deben ser convocadas en los próximos treinta días. Sinembargo, la doble condición de Maduro como Vicepresidente y encargado de la presidencia no dejará de producir cuestionamientos, por cuanto la constitución le prohibe al Vicepresidente postularse como candidato a la presidencia. Entonces, sin que a mi juicio ello pueda relevarlo de tal impedimento constitucional, posiblemente, para deshacerse de la Vicepresidencia, designará a Jaua, Ramírez u otro personaje de la cúpula del poschavismo como Vicepresidente, decisión que no dejará de producir algún quiebre entre las corrientes que se disputan el poder luego de la muerte de Chávez.
En conclusion, de Maduro persistir en su empeño de violar la constitución, encargándose de la presidencia de la república, su gobierno se enfrentará sin duda a una disputa constitucional con la oposición democratica, la cual dejará muy poco beneficio al país y contribuirá a que, luego de la muerte de Chávez, se agudicen los factores que éste atizó durante su largo gobierno en pro del conflicto, la división y polarización. de la sociedad venezolana. Ante las perspectivas de ventajismo de Maduro en las próximas elecciones, la oposición democratica sólo tiene un camino, unidad, unidad y nada más que fortalecer la unidad para vencerlo como espera la gran mayoría de los venezolanos que hoy abrigan el sentimiento por un cambio en el gobierno para la reconstrucción del país.
En pocas palabras, en el medio de las exequias de Hugo Chávez Frias, a pesar de los llamados a la paz formulados tanto por el gobierno de Maduro como por la oposición democratica, ya comienzan a aparecer elementos que podrían agudizar los conflictos politicos en Venezuela. Entre estos factores, en párrafos anteriores hemos destacado las declaraciones formuladas por Nicolás Maduro a escasas horas de la muerte de Chávez, de ser ciertas las versiones de que éste habría fallecido en Cuba a las 7 de la mañana del 5 de marzo y no a las 4:25 p.m, como lo afirmó el primero. Igualmente, los anuncios formulados por Jaua, secundados por Ramírez, de que Maduro se encargará de la presidencia de la república y llamará a elecciones, en abierta violación al texto constitucional. De persistir el gobierno en su conducta inconstitucional no hay dudas que Venezuela se enfrentará en los próximos días a una disputa entre el gobierno y la oposición democratica, la cual dejará muy poco beneficio al país y contribuirá a que, luego de la muerte de Chávez, se agudicen los factores que éste atizó durante su largo gobierno en pro del conflicto, la división y polarización. de la sociedad venezolana. Ante las perspectivas de ventajismo de Maduro en las próximas elecciones, la oposición democratica sólo tiene un camino, unidad, unidad y nada más que fortalecer la unidad para vencerlo, como espera la gran mayoría de los venezolanos que hoy abrigan el sentimiento por un cambio en el gobierno para la reconstrucción del país.Veremos….
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