NELSON CASTELLANO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
jueves 10 de enero de 2013 12:00 AM
El populismo autocrático instalado en Venezuela está convirtiendo nuestro país en una caricatura.
La Constitución ha sido violada en numerosas ocasiones, la más grave cuando se aprobó la reelección indefinida, a pesar de estar expresamente prohibido una vez rechazada la reforma. Lo que nos ha arrastrado a la actual crisis que enfrentamos.
Los únicos responsables son Hugo Chávez y su partido el PSUV, ellos engañaron al pueblo, asegurando que se encontraba en perfecto estado de salud, todos sabían que la enfermedad le impediría ejercer las funciones de Presidente.
El actual gobierno ha terminado por considerar las disposiciones legales como "simples formulismos". Con la mayor desfachatez las violan los funcionarios del gobierno, los diputados, los miembros del CNE y hasta del Tribunal Supremo de Justicia, todos se sienten envalentonados para intentar interpretaciones ajenas al texto legal. Al pasar por encima de la ley se sitúan como indiciados en delitos constitucionales, que tarde o temprano tendrán que enfrentar.
La destrucción de la República se acelera, Caracas ha dejado de ser su capital y sede del Poder Ejecutivo, es desde La Habana que se dictan las instrucciones, con el agravante que ni siquiera conocemos a ciencia cierta quién decide. Si las informaciones de los voceros son verídicas, el Presidente ya no está en condiciones de ejercer su mandato y con escasas posibilidades de juramentarse como Presidente para el nuevo periodo constitucional.
Los hermanos Castro tienen invadida Venezuela, ante la mirada indiferente de las Fuerzas Armadas, el rumor va más allá de funcionarios ocupando puestos de responsabilidad en la dirección del Estado y ya se insinúa la presencia de unidades militares.
En todo caso los venezolanos estamos conscientes que Raúl y Fidel dependen de la ayuda económica con la que este gobierno subvenciona al poder opresor, instalado en La Habana.
Muy sagaces los hermanitos retienen al Presidente en la isla, a fin de ganar tiempo para colocar las piezas que les permitan controlar el poder, aunque para ello se dé un golpe de Estado a la República.
Como parte del plan concebido, aceptado y firmado en Cuba, ya comenzó la corte de países que se benefician económicamente de esta traición a la patria, a crear una matriz de opinión internacional, que se incline a aceptar la violación constitucional.
El presidente uruguayo José Mujica anuncia que planifica viajar a Caracas para respaldar al gobierno y pueblo de Venezuela. Evo, Correa y Cristina viajando a Cuba para visitar al gobierno que nos ha hecho su colonia.
El canciller ecuatoriano, Patiño, aseguró que participará en la ceremonia de investidura del nuevo mandato del presidente de Venezuela. El asesor presidencial de Brasil descartando una situación de inestabilidad en el país, ante la eventual ausencia del presidente Chávez en la toma de posesión.
Todos países extranjeros interviniendo en asuntos internos que solo competen a los venezolanos, pero que se benefician de los recursos económicos que este gobierno ha puesto al servicio de intereses distintos a los nacionales. Son los mismos países que se apresuraron a acusar y sancionar a Honduras y Paraguay, cuando actuaron aplicando normas establecidas en su propia Constitución.
La oposición democrática está clara y afirma "de llegar a concretarse esta situación en fecha próxima estaríamos ante una alteración del orden constitucional que afecta gravemente el orden democrático".
René De Sola, Dr. en Ciencias Políticas y en Derecho, Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, ex Ministro de Justicia da la señal de alarma: El artículo 4 del Código Civil establece la regla de interpretación de las leyes: "debe atribuírsele el sentido que aparece evidente del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí y la intención del legislador" en consecuencia "el aparte 2do del artículo 233 califica de falta absoluta del Presidente electo si no se presenta a prestar el juramento y tomar posesión de su cargo el día indicado, lo que daría lugar a que, dentro de los treinta días consecutivos siguientes, se proceda a una nueva elección".
De nuestra parte debemos estar en alerta máxima a fin de proteger la República, derrotar al odio y recuperar nuestra identidad nacional.
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