Sunday, January 13, 2013

Hay otra forma decente de vivir

En: http://www.eluniversal.com/opinion/130113/hay-otra-forma-decente-de-vivir

LUIS VICENTE LEÓN |  EL UNIVERSAL
domingo 13 de enero de 2013  12:00 AM
No hay sorpresas con la decisión de brincarse a la torera la norma constitucional que exige al presidente juramentarse.

No hay duda que cada periodo presidencial es independiente y no importa si se trata de un presidente nuevo o reciclado, la juramentación es una formalidad indispensable. Teóricamente, hasta el 10 de enero Chávez era un presidente en ejercicio, que desde octubre tenía además la condición de presidente electo para el siguiente período. Fenecido el período anterior, Chávez sigue ostentando su condición de presidente electo, pero sólo puede estar en ejercicio cuando se juramente. Si no lo hace, eso no elimina su condición de elegido por el pueblo ni compromete sus derechos de asumir el cargo a futuro, pero si obliga a cumplir los requisitos previstos por la Constitución para el nombramiento de quien le debe sustituir interinamente. Estamos en presencia de una ausencia temporal del Presidente (la decreten o no) y sólo la cabeza de la Asamblea Nacional podía ser legítimo sustituto hasta que Chávez pueda asumir formalmente el poder.

Pero la teoría y la práctica no siempre van de la mano. El gobierno decidió darle legalidad a una decisión distinta a la prevista en la Constitución por la vía de una interpretación acomodaticia del TSJ, quien tiene la última palabra.

¿Por qué el chavismo se tira ese barranco innecesario, si la interpretación correcta también lo dejaría en el poder (en manos de Cabello) y a la espera de la recuperación de Chávez?

Porque el delfín designado es Maduro y necesitan que se consolide hacia el interior del chavismo y se convierta en una líder nacional antes que le corresponda ser el candidato presidencial del chavismo. Permitir que Cabello asuma la presidencia interina complicaría el cumplimiento de este objetivo, a la vez que sería una tentación que deben conjurar.

Han usado el argumento del poder supremo del pueblo que eligió a Chávez para hacer lo que quieren. Nadie cuestiona ese poder. El rollo no es con Chávez sino con quien le debe hacer el quite de acuerdo a la Constitución. Por eso buscan la formalización legal con un pronunciamiento del TSJ, cuya Sala Constitucional tiene 10 años sin emitir ningún fallo contra el gobierno.

Es claro lo que hacen; usan su poder y control institucional para permisar a Chávez por tiempo indeterminado, que podría ser todo su periodo si el quiere (un estreno mundial) y se escudan en una tesis inédita de continuidad administrativa para ratificar al gabinete.

Pero ¿esta decisión abusiva que puede generar? Probablemente nada. Le dieron legalidad institucional. El gobierno seguirá funcionando dirigido por Maduro, quien consolidará su poder reforzado por el utilitarismo. La oposición protestará en algunos foros, pero no pasará de ahí, porque hay una realidad subyacente: Chávez fue elegido por la mayoría y su popularidad creció después de esa elección. Las masas están llenas de emociones alrededor de su líder enfermo y cualquier acción, aún defendiendo derechos legítimos, podría ser mal interpretada como un intento de desconocer su voluntad y generaría bloqueadores a futuro para cualquier líder opositor que intente retar a Maduro en una potencial elección futura. Las declaraciones de Capriles mostraron que entiende perfectamente el riesgo.

En pocas palabras, las circunstancias dejan extremadamente limitada a la oposición. Lo típico de un país donde ya no es importante tener la razón sino conseguir quien te la de... y ése esta colonizado.

Es importante cumplir los pasos legales de protesta para el record del futuro, pero más importante es lograr que la población mayoritaria se de cuenta algún día que hay otra forma moderna y decente de gobernar y vivir. Ese es el reto real de la oposición.

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