RFI: María Corina, potencial candidata presidencial contra Hugo Chávez
10 Marzo, 2011
ND- En una entrevista por Radio France Internacional, – con motivo del Día Internacional de la Mujer, María Corina Machado aseguró que el principal reto político de la mujer venezolana es enfrentar la “concepción militarista del Poder” que encarna el presidente Hugo Chávez y el discurso de la “convivencia, la reconciliación y el diálogo.”
Recordó María Corina que las mujeres representan el 52% del electorado pero a nivel del parlamento, representan solamente 15% de lo diputados.
RFI presenta a María Corina como una potencial candidata presidencial que podría dar la sorpresa de ganar la presidencia en diciembre de 2012.
A continuación la entrevista, hecha por François-Xavier Freland y traducida por Antonio Sánchez García:
María Corina Machado, de 44 años, podría convertirse en la candidata de la oposición venezolana para enfrentar a Hugo Chávez en las próximas elecciones presidenciales de diciembre de 2012.
RFI tiene el honor de presentar a esta mujer prácticamente desconocida en Francia para homenajear al Día Internacional de la Mujer. Elegida diputada con la primera mayoría nacional en las elecciones parlamentarias de septiembre pasado, encarna el cambio. Fue seleccionada por la revista americana National Reviews en el año 2006 como una de las mujeres más valerosas del escenario político de su país. Podría emerger como la gran sorpresa del 2012 en Venezuela.
María Corina, como la llaman cariñosamente, que confiesa admirar a la canciller Ángela Merkel, de Alemania, y a la ex presidente chilena, la izquierdista Michelle Bachelet, comienza a imponerse más y más como una seria alternativa candidatural frente a Hugo Chávez.
La diputada opositora encarna la dulzura y el encanto políticos, frente al discurso duro y blindado del presidente de la república. Y por si fuera poco, es una mujer de 44 años, singularmente hermosa en un país que se precia de sus numerosas reinas de belleza. Y que no le teme al combate y al encuentro directo con sus electores, a pesar de las numerosas amenazas de muerte que le prodigan sus enemigos oficialistas. “El 52% de los electores venezolanos son mujeres”, señala.
“Desgraciadamente, este hecho no se refleja en la representación política del país, particularmente en el Parlamento, en el que las mujeres no representamos más que el 15% de los diputados. Creo, por ello, que la mujer tiene hoy por hoy, ante el gran desafío que enfrentamos, el deber de ahondar en la contradicción entre una concepción militarista del Poder y la exaltación, digamos: fortalecer la dimensión de la civilidad en la forma de dirigir el país. De modo a transitar de este discurso de la violencia, del odio, a la tolerancia, al discurso de la convivencia, la reconciliación y el diálogo.”
Le sobra razón. Como ella misma lo reitera, la mujer es la principal víctima de este clima de intolerancia, este machismo político que se expresa particularmente por la mortífera violencia conyugal en Venezuela.
Esta madre de tres muchachos, divorciada, ingeniera industrial de profesión, que ha realizados estudios en economía y finanzas, se declara muy sensible a los problemas sociales, a la pobreza y la inseguridad, su principal caballo de batalla durante las elecciones parlamentarias de septiembre pasado. Ha podido triunfar con gran facilidad gracias a un discurso político no partidista, capaz de seducir a sectores desilusionados del chavismo. Una opción inteligente en un país extremadamente polarizado.
Fortalezas y debilidades
María Corina carga con la etiqueta de ser la candidata “de la burguesía”. En efecto, fue electa por el circuito electoral del Estado Miranda, en el Este de Caracas, zona más bien burguesa y antichavista, pero que está conformada asimismo por importantes sectores populares, como el afamado barrio de Petare, una de las más grandes urbanizaciones populares del mundo.
María Corina proviene de una familia venezolana de alcurnia, que muestra entre sus ancestros a importantes políticos y empresarios, los Machado. Pertenece pues a la clase social que Chávez detesta con mayor ahínco, “la oligarquía local”. Tal vez esa sea la causa de su preferencia por presentarse con su nombre de pila, no con sus apellidos.
En todo caso está orgullosa de su prosapia, particularmente de uno de sus ancestros que hizo caer a un dictador y del que suele hablar a menudo. Su familia, afirma, representa y materializa valores y principios de honestidad política ya desaparecidos en un país devorado por la mentira y la corrupción.
Es un punto demasiado álgido como para que no sirva de pretexto para los ataques del chavismo, que la acusa de utilizar fondos provenientes de los Estados Unidos mientras se encontraba a la cabeza de la importante ONG SÚMATE, de haberle estrechado la mano al presidente George Bush y de haber participado indirectamente en el llamado golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002.
Frente a todos esos ataques no tiene más que una respuesta: ante el balance catastrófico de su pésima gestión, el chavismo no tiene otra arma con que enfrentarla que no sea la calumnia, según ella el arma por excelencia del populismo imperante. Provoca temor. Falta saber si María Corina Machado se impondrá frente a los candidatos varones de su propio campo político cuando se realicen las primarias presidenciales.
RFI presenta a María Corina como una potencial candidata presidencial que podría dar la sorpresa de ganar la presidencia en diciembre de 2012.
A continuación la entrevista, hecha por François-Xavier Freland y traducida por Antonio Sánchez García:
María Corina Machado, de 44 años, podría convertirse en la candidata de la oposición venezolana para enfrentar a Hugo Chávez en las próximas elecciones presidenciales de diciembre de 2012.
RFI tiene el honor de presentar a esta mujer prácticamente desconocida en Francia para homenajear al Día Internacional de la Mujer. Elegida diputada con la primera mayoría nacional en las elecciones parlamentarias de septiembre pasado, encarna el cambio. Fue seleccionada por la revista americana National Reviews en el año 2006 como una de las mujeres más valerosas del escenario político de su país. Podría emerger como la gran sorpresa del 2012 en Venezuela.
María Corina, como la llaman cariñosamente, que confiesa admirar a la canciller Ángela Merkel, de Alemania, y a la ex presidente chilena, la izquierdista Michelle Bachelet, comienza a imponerse más y más como una seria alternativa candidatural frente a Hugo Chávez.
La diputada opositora encarna la dulzura y el encanto políticos, frente al discurso duro y blindado del presidente de la república. Y por si fuera poco, es una mujer de 44 años, singularmente hermosa en un país que se precia de sus numerosas reinas de belleza. Y que no le teme al combate y al encuentro directo con sus electores, a pesar de las numerosas amenazas de muerte que le prodigan sus enemigos oficialistas. “El 52% de los electores venezolanos son mujeres”, señala.
“Desgraciadamente, este hecho no se refleja en la representación política del país, particularmente en el Parlamento, en el que las mujeres no representamos más que el 15% de los diputados. Creo, por ello, que la mujer tiene hoy por hoy, ante el gran desafío que enfrentamos, el deber de ahondar en la contradicción entre una concepción militarista del Poder y la exaltación, digamos: fortalecer la dimensión de la civilidad en la forma de dirigir el país. De modo a transitar de este discurso de la violencia, del odio, a la tolerancia, al discurso de la convivencia, la reconciliación y el diálogo.”
Le sobra razón. Como ella misma lo reitera, la mujer es la principal víctima de este clima de intolerancia, este machismo político que se expresa particularmente por la mortífera violencia conyugal en Venezuela.
Esta madre de tres muchachos, divorciada, ingeniera industrial de profesión, que ha realizados estudios en economía y finanzas, se declara muy sensible a los problemas sociales, a la pobreza y la inseguridad, su principal caballo de batalla durante las elecciones parlamentarias de septiembre pasado. Ha podido triunfar con gran facilidad gracias a un discurso político no partidista, capaz de seducir a sectores desilusionados del chavismo. Una opción inteligente en un país extremadamente polarizado.
Fortalezas y debilidades
María Corina carga con la etiqueta de ser la candidata “de la burguesía”. En efecto, fue electa por el circuito electoral del Estado Miranda, en el Este de Caracas, zona más bien burguesa y antichavista, pero que está conformada asimismo por importantes sectores populares, como el afamado barrio de Petare, una de las más grandes urbanizaciones populares del mundo.
María Corina proviene de una familia venezolana de alcurnia, que muestra entre sus ancestros a importantes políticos y empresarios, los Machado. Pertenece pues a la clase social que Chávez detesta con mayor ahínco, “la oligarquía local”. Tal vez esa sea la causa de su preferencia por presentarse con su nombre de pila, no con sus apellidos.
En todo caso está orgullosa de su prosapia, particularmente de uno de sus ancestros que hizo caer a un dictador y del que suele hablar a menudo. Su familia, afirma, representa y materializa valores y principios de honestidad política ya desaparecidos en un país devorado por la mentira y la corrupción.
Es un punto demasiado álgido como para que no sirva de pretexto para los ataques del chavismo, que la acusa de utilizar fondos provenientes de los Estados Unidos mientras se encontraba a la cabeza de la importante ONG SÚMATE, de haberle estrechado la mano al presidente George Bush y de haber participado indirectamente en el llamado golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002.
Frente a todos esos ataques no tiene más que una respuesta: ante el balance catastrófico de su pésima gestión, el chavismo no tiene otra arma con que enfrentarla que no sea la calumnia, según ella el arma por excelencia del populismo imperante. Provoca temor. Falta saber si María Corina Machado se impondrá frente a los candidatos varones de su propio campo político cuando se realicen las primarias presidenciales.
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