FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL
domingo 29 de mayo de 2011 05:24 PM
Al escuchar las intervenciones exageradas y rimbombantes de Nicolás Maduro y Rafael Ramírez, en rueda de prensa, para rechazar la medida de Estados Unidos en contra de Petróleos de Venezuela tomé la decisión de escribir mi artículo semanal sobre este tema y con este título. El patriotismo es un valor trascendente que produce un estrecho vínculo entre el ciudadano y su país, al querer servirle y sacrificarse por él en caso de necesidad. Permite a los integrantes de una sociedad unir esfuerzos hacia un objetivo nacional fundamental o responder a alguna amenaza. Al contrario, el patrioterismo es una posición que sólo busca beneficiarse descaradamente del nacionalismo de los pueblos utilizando frases de ocasión. También conduce al fascimo.
Una de esas frases de ocasión la utilizó Nicolás Maduro en la rueda de prensa. Decir que "Venezuela, la independiente y soberana, la bolivariana y socialista, está de pie y en combate" es simplemente una ridiculez. Para colmo, Rafael Ramírez, en lugar de explicar con argumentos no retóricos las razones por las cuales Petróleos de Venezuela continuó enviando gasolina a Irán, sin valorar el embargo impuesto por Estados Unidos en su esfuerzo por detener el avance del programa nuclear iraní, se le ocurre plantear que todo se debe a una conspiración de Estados Unidos contra la unidad de la OPEP. Utilizar la guerra de Iraq, el caso Libio, la situación de Irán, y el lejano 11 de abril para explicar un caso de sanción a una empresa es todo un despropósito.
El colmo de los colmos es el oportunismo patriotero de Hugo Chávez. Afirmar a través de su Twitter: "¿Sanciones contra la Patria de Bolívar? ¿Impuestas por el gobierno imperialista gringo? Pues bienvenidas Mr. Obama. No olvide que somos hijos de El Libertador Simón Bolívar", es una declaración tan irresponsable que debería hacer reflexionar a nuestro pueblo sobre los riesgos que tiene para el destino de Venezuela mantener en el gobierno a unos líderes a quienes no les importa comprometer los intereses vitales del país, si con ello se obtiene algún beneficio de política interna. Cualquier persona, con un mínimo sentido de prudencia, que lea estas declaraciones tiene que rechazarlas de una manera terminante. La ambición de poder no puede comprometer el futuro de nuestros hijos.
Analicemos el comunicado del gobierno nacional. Se supone que para escribir un comunicado de esta importancia se medita profundamente cada frase. Analicemos sus puntos fundamentales: catalogar la sanción contra Pdvsa como una acción hostil coloca los hechos en un nivel de gravedad superior al requerido. Ratificar, que "la República de Venezuela y su Revolución cuentan con una industria petrolera fuerte, independiente y soberana" es entrar a discutir un punto totalmente improcedente y afirmar que las medidas pueden conducir a comprometer la venta de petróleo a Estados Unidos es una acción que va contra Venezuela. Definitivamente, el comunicado es un absurdo. Pareciera que fue redactado por personas que buscan comprometer nuestra estabilidad económica.
Es verdad que Pdvsa puede vender sus productos a quien quiera, pero es innegable que los intereses vitales de Venezuela obligan a conservar una privilegiada relación con Estados Unidos, su natural mercado petrolero. En la rueda de prensa, Rafael Ramírez insistió en el esfuerzo hecho por Pdvsa en diversificar sus mercados. Esa es una política acertada, pero de allí a comprometer su relación petrolera con Estados Unidos por respaldar a Irán en su objetivo de desarrollar un programa de armas nucleares, es un aspecto totalmente diferente. Los mercados petroleros emergentes tienen importancia, pero nunca podrán reemplazar el mercado norteamericano para el petróleo venezolano. Es simplemente un problema de ubicación geográfica.
No creo que a Venezuela pueda convenirle aparecer alineada estratégicamente con un país señalado de terrorista. Ese es un riesgo a nuestra seguridad realmente inaceptable. Tampoco estaría de acuerdo con respaldar a ninguno de los actores en la compleja situación del Medio Oriente. Este gobierno siempre ha criticado la política exterior del régimen democrático con la calumnia de que estaba al servicio del "imperialismo". Una total falsedad. En esos años, Venezuela siempre mantuvo una total independencia en su acción internacional. Un buen ejemplo es el Medio Oriente. Venezuela mantenía unas excelentes relaciones diplomáticas y comerciales con Israel y al mismo tiempo una gran cercanía con los países árabes a través de la OPEP. Todo un acierto.
Una de esas frases de ocasión la utilizó Nicolás Maduro en la rueda de prensa. Decir que "Venezuela, la independiente y soberana, la bolivariana y socialista, está de pie y en combate" es simplemente una ridiculez. Para colmo, Rafael Ramírez, en lugar de explicar con argumentos no retóricos las razones por las cuales Petróleos de Venezuela continuó enviando gasolina a Irán, sin valorar el embargo impuesto por Estados Unidos en su esfuerzo por detener el avance del programa nuclear iraní, se le ocurre plantear que todo se debe a una conspiración de Estados Unidos contra la unidad de la OPEP. Utilizar la guerra de Iraq, el caso Libio, la situación de Irán, y el lejano 11 de abril para explicar un caso de sanción a una empresa es todo un despropósito.
El colmo de los colmos es el oportunismo patriotero de Hugo Chávez. Afirmar a través de su Twitter: "¿Sanciones contra la Patria de Bolívar? ¿Impuestas por el gobierno imperialista gringo? Pues bienvenidas Mr. Obama. No olvide que somos hijos de El Libertador Simón Bolívar", es una declaración tan irresponsable que debería hacer reflexionar a nuestro pueblo sobre los riesgos que tiene para el destino de Venezuela mantener en el gobierno a unos líderes a quienes no les importa comprometer los intereses vitales del país, si con ello se obtiene algún beneficio de política interna. Cualquier persona, con un mínimo sentido de prudencia, que lea estas declaraciones tiene que rechazarlas de una manera terminante. La ambición de poder no puede comprometer el futuro de nuestros hijos.
Analicemos el comunicado del gobierno nacional. Se supone que para escribir un comunicado de esta importancia se medita profundamente cada frase. Analicemos sus puntos fundamentales: catalogar la sanción contra Pdvsa como una acción hostil coloca los hechos en un nivel de gravedad superior al requerido. Ratificar, que "la República de Venezuela y su Revolución cuentan con una industria petrolera fuerte, independiente y soberana" es entrar a discutir un punto totalmente improcedente y afirmar que las medidas pueden conducir a comprometer la venta de petróleo a Estados Unidos es una acción que va contra Venezuela. Definitivamente, el comunicado es un absurdo. Pareciera que fue redactado por personas que buscan comprometer nuestra estabilidad económica.
Es verdad que Pdvsa puede vender sus productos a quien quiera, pero es innegable que los intereses vitales de Venezuela obligan a conservar una privilegiada relación con Estados Unidos, su natural mercado petrolero. En la rueda de prensa, Rafael Ramírez insistió en el esfuerzo hecho por Pdvsa en diversificar sus mercados. Esa es una política acertada, pero de allí a comprometer su relación petrolera con Estados Unidos por respaldar a Irán en su objetivo de desarrollar un programa de armas nucleares, es un aspecto totalmente diferente. Los mercados petroleros emergentes tienen importancia, pero nunca podrán reemplazar el mercado norteamericano para el petróleo venezolano. Es simplemente un problema de ubicación geográfica.
No creo que a Venezuela pueda convenirle aparecer alineada estratégicamente con un país señalado de terrorista. Ese es un riesgo a nuestra seguridad realmente inaceptable. Tampoco estaría de acuerdo con respaldar a ninguno de los actores en la compleja situación del Medio Oriente. Este gobierno siempre ha criticado la política exterior del régimen democrático con la calumnia de que estaba al servicio del "imperialismo". Una total falsedad. En esos años, Venezuela siempre mantuvo una total independencia en su acción internacional. Un buen ejemplo es el Medio Oriente. Venezuela mantenía unas excelentes relaciones diplomáticas y comerciales con Israel y al mismo tiempo una gran cercanía con los países árabes a través de la OPEP. Todo un acierto.