Miro Popic
El primer
relacionista público de Guayana fue un inglés y lo hizo en 1595 con estas
palabras: "Nunca he visto un país más bello y un paisaje más hermoso...
que proporcione más placeres a sus habitantes en las comunes delicias de la
caza, la cetrería, la pesca, la volatería y otros más que Guiana. Tienen tantos
y tan bellos llanos, ríos cristalinos, abundantes faisanes, perdices,
codornices, grulla y otras aves; venados de todas clases, cerdos, liebres,
leones, tigres y muchas otras bestias tanto de caza como de comida... Comercian
en estos ríos con el pan de cassavi... cuando están fuera de sus predios se
niegan a comer como no sea lo que la naturaleza les proporciona sin
trabajo".
Se llamaba Sir Walter Raleigh y su libro "El descubrimiento del grande, rico y bello imperio de Guayana". ¿A qué sabe Guayana hoy? Descartando las colas y el desabastecimiento, podemos asegurar que Guayana sabe bien, sabe a futuro.
PRIMER PLATO
Por iniciativa de la asociación "Guayana sabe bien", dirigida por el cocinero Juan Carlos Sayalero, con apoyo de un grupo de ciudadanos relacionados con la alimentación, se presentó en Puerto Ordaz el fin de semana pasado, una muestra de lo que están haciendo algunos emprendedores que han apostado a quedarse en su región con los pies puestos en esa tierra que los acogió sin reservas. Una experiencia alentadora que recoge ejemplos de otras regiones y que comienza a andar un camino que ya está trazado, mirando hacia dentro, valorizando lo propio, compartiendo esfuerzos, dándole identidad a lo que se come y produce.
Lo presentaron como "La despensa del sur", pero creo que es mucho más que eso.
Mientras el país pierde su norte, la brújula nos indica otros rumbos que van más allá de la materia prima, donde el valor agregado de la imaginación y el trabajo duro, aportan lo necesario para consolidar una cocina que desde tiempos prehispánicos fue forjadora de lo que hoy comemos, aunque nadie (o muy pocos) lo reconozcan hoy en día.
Sorprende encontrar unas 300 combinaciones de tequeños con todos los rellenos imaginables posibles, algunos de ellos realmente explosivos en boca, propios, como nunca antes había probado, salidos de El Tekeñazo. Emociona escuchar la historia de su creadora, quien llegó a tierras guayanesas sin saber leer ni escribir y hoy presenta a sus hermosas hijas universitarias, mientras se sonroja porque todavía, cuando hace una venta, debe pedirle a sus clientes que le saquen la cuenta porque las tablas de multiplicar no son su fuerte. Mis respetos doña Gilma Sandoval.
Bolívar es tierra de yuca, domesticada al sur del Orinoco hace milenios, sin embargo, más allá del casabe y de yuca hervida, es poco lo que hacen con ella. Ahora hay una nueva opción tan simple como arepas de yuca listas para calentar y rellenar con lo que deseen, Yukepitas, creadas por Julio Portillo, quien espera un pequeño respiro económico para llevar su empresa a todo el país, porque, de seguro, yo se las compro si las trae a Caracas.
CupPatacón, empresa familiar de Claudia Brito y José David Pérez, inventó una pequeña cesta de plátano verde que, horneado o frito, se puede rellenar con diversas opciones y servir de pasapalo, original y creativo, en cualquier fiesta, en todo momento. Una preparación que recuerda las antiguas barloventeñas que pocos conocen por acá.
El merey, fruto de las tierras calientes de oriente, es transformado en golosina de lujo por un ingeniero barquisimetano que se asentó a orillas del Caroní y puso a trabajar la imaginación hasta lograr algo nuevo, delicioso, seductor. Ángel Guédez y su esposa Gabriela continúan expandiendo así sus Panes y Tortas El Artesano.
Frank Ceccato ha hecho polvo el ají dulce y lo presenta combinado con diversas especias, listo para consumir en la mesa, dándole sabor criollo a lo que se le ponga.
Los hermanos Pulgar siguen haciendo de las suyas: el mejor queso guayanés.
Los conocí hace más de 25 años cuando trabajaban al ojo por ciento. Hoy son toda una organización. Me alegró encontrarme con un sabor al que soy adicto, desde que bajaba a Maiquetía a buscar una lata de queso telita que me enviaban mis amigos en un avión de Avensa. Mucho más se dio en ese encuentro y seguiremos hablando de ellos. El postre, lamentablemente, es amargo.
POSTRE
En el evento se le iba rendir homenaje a Mon, un conocido personaje que por más de 30 años vendió las mejores empanadas de Puerto Ordaz en el sector de Los Olivos. No fue posible. Lo asesinaron de un disparo a las 6 de la mañana dos días antes, justo cuando iba a levantar la santamaría de su modesto negocio. La patria le falló.
Vía Tal CualSe llamaba Sir Walter Raleigh y su libro "El descubrimiento del grande, rico y bello imperio de Guayana". ¿A qué sabe Guayana hoy? Descartando las colas y el desabastecimiento, podemos asegurar que Guayana sabe bien, sabe a futuro.
PRIMER PLATO
Por iniciativa de la asociación "Guayana sabe bien", dirigida por el cocinero Juan Carlos Sayalero, con apoyo de un grupo de ciudadanos relacionados con la alimentación, se presentó en Puerto Ordaz el fin de semana pasado, una muestra de lo que están haciendo algunos emprendedores que han apostado a quedarse en su región con los pies puestos en esa tierra que los acogió sin reservas. Una experiencia alentadora que recoge ejemplos de otras regiones y que comienza a andar un camino que ya está trazado, mirando hacia dentro, valorizando lo propio, compartiendo esfuerzos, dándole identidad a lo que se come y produce.
Lo presentaron como "La despensa del sur", pero creo que es mucho más que eso.
Mientras el país pierde su norte, la brújula nos indica otros rumbos que van más allá de la materia prima, donde el valor agregado de la imaginación y el trabajo duro, aportan lo necesario para consolidar una cocina que desde tiempos prehispánicos fue forjadora de lo que hoy comemos, aunque nadie (o muy pocos) lo reconozcan hoy en día.
Sorprende encontrar unas 300 combinaciones de tequeños con todos los rellenos imaginables posibles, algunos de ellos realmente explosivos en boca, propios, como nunca antes había probado, salidos de El Tekeñazo. Emociona escuchar la historia de su creadora, quien llegó a tierras guayanesas sin saber leer ni escribir y hoy presenta a sus hermosas hijas universitarias, mientras se sonroja porque todavía, cuando hace una venta, debe pedirle a sus clientes que le saquen la cuenta porque las tablas de multiplicar no son su fuerte. Mis respetos doña Gilma Sandoval.
Bolívar es tierra de yuca, domesticada al sur del Orinoco hace milenios, sin embargo, más allá del casabe y de yuca hervida, es poco lo que hacen con ella. Ahora hay una nueva opción tan simple como arepas de yuca listas para calentar y rellenar con lo que deseen, Yukepitas, creadas por Julio Portillo, quien espera un pequeño respiro económico para llevar su empresa a todo el país, porque, de seguro, yo se las compro si las trae a Caracas.
CupPatacón, empresa familiar de Claudia Brito y José David Pérez, inventó una pequeña cesta de plátano verde que, horneado o frito, se puede rellenar con diversas opciones y servir de pasapalo, original y creativo, en cualquier fiesta, en todo momento. Una preparación que recuerda las antiguas barloventeñas que pocos conocen por acá.
El merey, fruto de las tierras calientes de oriente, es transformado en golosina de lujo por un ingeniero barquisimetano que se asentó a orillas del Caroní y puso a trabajar la imaginación hasta lograr algo nuevo, delicioso, seductor. Ángel Guédez y su esposa Gabriela continúan expandiendo así sus Panes y Tortas El Artesano.
Frank Ceccato ha hecho polvo el ají dulce y lo presenta combinado con diversas especias, listo para consumir en la mesa, dándole sabor criollo a lo que se le ponga.
Los hermanos Pulgar siguen haciendo de las suyas: el mejor queso guayanés.
Los conocí hace más de 25 años cuando trabajaban al ojo por ciento. Hoy son toda una organización. Me alegró encontrarme con un sabor al que soy adicto, desde que bajaba a Maiquetía a buscar una lata de queso telita que me enviaban mis amigos en un avión de Avensa. Mucho más se dio en ese encuentro y seguiremos hablando de ellos. El postre, lamentablemente, es amargo.
POSTRE
En el evento se le iba rendir homenaje a Mon, un conocido personaje que por más de 30 años vendió las mejores empanadas de Puerto Ordaz en el sector de Los Olivos. No fue posible. Lo asesinaron de un disparo a las 6 de la mañana dos días antes, justo cuando iba a levantar la santamaría de su modesto negocio. La patria le falló.