Sunday, May 31, 2015

El corcho, pista para evaluar el vino

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GUILLERMO VARGAS

El corcho se obtiene de la corteza del alcornoque (quercus suber), árbol nativo de Europa y del norte de África cuya corteza <http://es.wikipedia.org/wiki/Corteza_(%C3%A1rbol)>  se recolecta sin dañar al árbol, que produce una nueva cada vez que lo necesite y vive entre 150 y 250 años.

El corcho es un material con propiedades físicas difíciles de reproducir. Su uso es imprescindible en el tapado de vinos de guarda, que pasan buen tiempo en botella antes de su consumo. Además de su fácil descomposición en el ambiente, el corcho es el único material que reúne casi totalmente las características necesarias para el correcto tapado de las botellas para vino.

¿Qué debemos hacer cuando estamos en un restaurante y el personal de servicio nos abre la botella de vino elegida, nos entrega el corcho y espera la cata y aprobación? Lo primero, verificar que la botella y cosecha del vino que pedimos sea la que nos están sirviendo. Después hay que evaluar el corcho y verificar su textura: si está en buen estado será flexible y estará impregnado y hasta manchado por el vino. Esto indica que la botella fue almacenada en posición horizontal; si se hace de forma vertical el corcho se seca, se encoge y se vuelve rígido y quebradizo con el tiempo, lo que permite que entre aire en la botella -y se oxide el vino- además de bacterias acéticas que pueden avinagrarlo.

Es necesario olerlo. Debe oler a corcho y a vino; cualquier aroma impuro -a vinagre, a descompuesto, a guardado o a moho- debe ser del vino pues el corcho absorbe los buenos y malos olores de éste, razón suficiente  para rechazar la botella.

Para iniciar la cata debemos solicitar que nos sirvan una pequeña cantidad del vino en la copa y evaluar su aspecto:  debe ser brillante y sin turbidez; de color dorado pálido en caso de ser blanco -si es dorado intenso, con tonos ambarinos el vino puede estar en mal estado-; y si es tinto su color debe ser violeta, rubí, granate y hasta atejado; tonos marrones en los bordes o en su totalidad revelan que está deteriorado por oxidación y vejez.

Al olerlo, antes y después de agitarlo, no debe tener aromas impuros como los ya mencionados en el caso del corcho. Al gusto, debe estar equilibrado en sus sabores y estructura, ni agresivo ni aguado. Evidentemente debe estar en correctas condiciones y además poseer las características del tipo de vino que elegimos, de ser así lo aprobamos para que el personal lo sirva y lo podamos disfrutar a plenitud.

Vía El Nacional
Que pasa Margarita

Venezuela: La dolarización de la economía permite multiplicar los ahorros en bolívares

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MARIO SZICHMAN/ Nueva York/ Especial para TalCual



Los venezolanos consiguen cada día más bolívares por un magro dólar, aumentando así sus reservas monetarias. Los ingenuos de siempre prefieren usar la despreciada moneda norteamericana para pagar renta, comprar una camioneta, o viajar al exterior

Una de las grandes profecías enunciadas por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez Frías data del 2009. Ese año, Chávez dijo que no podía confiarse en el dólar pues se trataba de “un pedazo de papel carente de respaldo alguno”.

Ni siquiera hoy este corresponsal pondría las manos en el fuego por el dólar. Y es evidente que en los seis años transcurridos desde esa profecía el bolívar fuerte, la moneda oficial de Venezuela, ha aumentado vertiginosamente su cantidad en relación a la moneda norteamericana.
Ahora, a cambio de un dólar, se pueden recibir entre 350 y 400 bolívares, un montón de billetes. Y la ventaja mayor es que, a diferencia del dólar, los bolívares están al alcance de cualquier habitante del país, sin distinción de clases o de etnias.
Otro beneficio del bolívar es que siempre aparece flamante.

Apenas sale de las incansables prensas financiadas por el Banco Central desaparece de la circulación, como si se lo hubiera tragado la tierra. Muchos utilizan esos suculentos fajos de billetes para adquirir productos básicos, o para canjearlos por divisas foráneas, ya sea el dólar, la libra esterlina, el euro, o el yen. Y no es por falta de patriotismo, sino por razones prácticas.

En primer lugar, no hay bolsillo o cartera de mujer que pueda albergar tantos bolívares. En segundo lugar, algunos productos no se cotizan en bolívares, sino en dólares.

El portal noticioso ipezone.blogspot.com dijo que “es todavía posible adquirir en Venezuela una reluciente camioneta Ford, alquilar un apartamento ´chic´en Caracas, y comprar un ticket para volar a Miami en American Airlines, siempre que no se use la moneda oficial”.

A medida que “la nación sudamericana cae en barrena en el caos económico, una cifra creciente de productos no solo se hallan de manera figurativa fuera del alcance del consumidor promedio, sino que literalmente no pueden ser adquiridos en bolívares”.

Al parecer, la fabulosa emisión de billetes por parte del Banco Central, no es considerada una apreciación, sino una depreciación del bolívar. Por alguna razón que solo hubiera podido explicar el comandante eterno, con su innata sabiduría, cuanto más billetes se imprimen de una moneda nacional, menos valor tienen.

Claro está, dudar de la palabra de Chávez es casi como dudar de la Inmaculada Concepción. Pero todos aquellos que descreen del Ave María, prefieren que les paguen sus mercancías en ese pedazo de papel carente de respaldo alguno que es la divisa estadounidense.

LOS PELIGROSDE LA DOLARIZACIÓN
Un fantasma está recorriendo Venezuela de manera subrepticia: el fantasma de la dolarización. Si el gobierno del presidente Nicolás Maduro no frena esa macabra tendencia a confiar en divisas extranjeras, el sueño de la Revolución Bolivariana estará cada día más alejado de la mayoría de los venezolanos.

La empresa que abrió las compuertas del mayor peligro económico que acecha a Venezuela fue Ford Motor Company. Funcionarios del sindicato que agrupa a los trabajadores de la compañía dijeron que se había llegado a un acuerdo para que Ford pudiera vender sus camionetas y SUV solo en dólares.

Algunas semanas antes, y a la chita callando, American Airlines anunció que no vendería más pasajes en bolívares para ninguno de sus 19 vuelos semanales desde Venezuela. Los clientes deben ahora usar una tarjeta de crédito emitida fuera del país a fin de comprar los pasajes online.

De acuerdo a ipezone.blogspot.com, “virtualmente todas las aerolíneas extranjeras han hecho el mismo canje, con la aprobación del gobierno, según La Asociación de Aerolíneas de Venezuela”.

Varios analistas han dicho que la subrepticia dolarización de la economía venezolana es la manera de impedir que las empresas multinacionales abandonen el país.

Citan el ejemplo de Clorox, que decidió cesar sus operaciones citando como problemas básicos el control de las divisas, la escasez de suministros y la inflación. (En esa época, la inflación era risible: apenas llegaba al 68 por ciento anual).

EL ÍNDICE DE MISERIA
Steve H. Hanke, profesor de Economía de la universidad Johns Hopkins de Baltimore, ha sido asesor de varios gobiernos en Europa y en América Latina, entre ellos Venezuela, en la década del noventa.

Hanke ha creado el llamado “misery index,” o índice de la miseria, para señalar qué países se encuentran en peor situación a nivel mundial. En el caso de América Latina, Venezuela se halla al tope, seguida por Argentina. Al final de su tabla, figura Panamá, con el índice menor de miseria.

Obviamente, Hanke es un firme partidario de la dolarización de la mayoría de las economías afectadas por el índice que es, según explica, “una simple suma de inflación, tasas de préstamos bancarios y desempleo, menos el crecimiento anual per cápita del Producto Bruto Interno".

El mayor puntaje en el índice de miseria”, dijo Hanke, “significa que el país, y sus pobladores, son los más miserables. En realidad, es una tabla donde nadie quiere figurar en primer lugar”.

La tabla es encabezada por el gobierno de Maduro, con un índice de miseria de 106,03. La causa principal, indicó Hanke, es la inflación anual, que pronto podría superar los tres dígitos, esto es, más del 100 por ciento anual.

En el caso de Argentina, el principal problema es la alta tasa bancaria. Al final de la tabla, hay cuatro países cuyas economías funcionan aproximadamente bien: Ecuador, El Salvador, México y Panamá.

De esos países, solo México no ha dolarizado su economía, dijo Hanke. El principal problema de México es el desempleo. (Ecuador dolarizó su economía en el 2000, El Salvador en el 2001, y Panamá hace un siglo).

EL MAL MENOR
Los admiradores de la Revolución Bolivariana han señalado que la dolarización muy difícilmente afecte a la mayoría del pueblo venezolano, que nunca contó con dinero suficiente para rentar apartamentos chic, manejar camionetas Ford o hacer turismo, ni local ni internacional.

Y además, ahora que el acoso a funcionarios gubernamentales por parte de medios de prensa foráneos se ha hecho más estridente, difundiendo presuntas investigaciones relacionadas con la venta de fármacos sin receta médica, el pueblo observa agradecido que sus representantes han decidido aferrarse a la patria del sol amada con uñas y dientes. Es como si fuera de las costas venezolana acecharan las diez plagas de Egipto.

Excepto por el presidente Maduro, que a veces está obligado a recorrer países foráneos con una comitiva de 560 personas para defender la soberanía, el resto de los representantes de la nación prefieren permanecer dentro del territorio nacional, generalmente a unos cien kilómetros de distancia de las diversas fronteras.

En ocasiones, suelen mojar los pies a orillas de la extensa costa, por temor a que las fuertes correntadas los arrastren fuera del mar territorial y sean cazados por alguna cañonera imperial.

La permanencia de tantas personas de alto rango dentro de los confines de Venezuela es una garantía para todos sus habitantes. Ellos sí confian en el bolívar, y todos sus magros gastos los hacen en la divisa patria.

Esos funcionarios, tras haber renunciado a los viajes, tienen más tiempo para escuchar de los venezolanos las escasas quejas y agradecer las abundantes bendiciones por la excelente administración de los recursos naturales y fiscales. Además, esos adalides son la mejor garantía de que Venezuela es el paraíso en la tierra. Juran que no están dispuestos a cambiarla ni por Disneyworld.


@mszichman    marioszichman.blogspot.com

Vía Tal Cual
Que pasa Margarita

Y si la oposición gana?

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Uno podría pensar que en un sistema político presidencialista, la fuerza del Parlamento es limitada

LUIS VICENTE LEÓN 

        

 
El gobierno parece tener todo para enfrentar con éxito un evento radical en su contra... lo que no tienen son votos para ganar una elección. El escenario de un triunfo electoral chavista no es vacío, pero deben pasar demasiadas cosas para que se concrete. La oposición arranca como favorita y aunque los favoritos no siempre ganan... lo hacen la mayoría de las veces. Y si gana ¿qué?

Uno podría pensar que en un sistema político presidencialista, la fuerza del Parlamento es limitada y el Presidente puede gobernar sin grandes cambios y negociaciones, pese a tener un Congreso en contra. El triunfo de la oposición sería relevante en cuanto al espaldarazo que recibe políticamente, pero no pasaría gran cosa en términos del balance de poder a corto plazo. Sin embargo, creo que eso sería subestimar el impacto de ese evento.

Primero que todo, el Parlamento tiene algunas funciones fundamentales para el ejercicio del poder. No me refiero a su función legislativa convencional, importante pero susceptible a ser restringida temporalmente por una ley habilitante que la Asamblea actual podría dejarle de regalo de salida al Presidente para castrar al nuevo Parlamento. Pero hay algunos elementos que no se pueden habilitar. Me refiero, por ejemplo, a la aprobación del presupuesto nacional. ¿Se imaginan un Parlamento opositor que le exige al gobierno la presentación de un presupuesto equilibrado, parando en seco la guachafita de los créditos adicionales y la creación de dinero de monopolio para cubrir la matraca de déficit fiscal que genera el modelo de control de cambio?

¿Qué pasa si el gobierno se niega a racionalizar el presupuesto y a reestructurar la economía y se quiere baypasear al Congreso y le pide al TSJ que le deje usar el presupuesto que él quiera sin pasar por la aprobación del Parlamento?

Un escenario sería que el Parlamento interprete esto como un conflicto institucional ilegal y decida usar la jurisprudencia que ese mismo TSJ creó el año pasado, al dejar que el chavismo nombrara magistrados y miembros de los otros poderes con mayoría simple, rompiendo la tradición histórica y el espíritu de la Constitución. Pero lo que es igual no es trampa y el Congreso puede iniciar un proceso de destituciones y nuevos nombramientos institucionales. Y con esto entra el país en un merequetén que puede incluir hasta la destitución del mismo Parlamento por parte del Presidente, pero en un ambiente caracterizado por su reciente derrota en las elecciones y fuertes tensiones internas que pueden fracturar su grupo de soporte. Basta recordar el comportamiento del TSJ opositor a Chávez recién electo, repleto de eminentes dirigentes que lo adversaban, cuando frente a la pérdida de poder de quienes los habían colocado ahí en el pasado y el reconocimiento del nuevo poder de Chávez decidieron aprobarle su solicitud para realizar una Asamblea Nacional Constituyente, que no existía en nuestra Constitución, pero que le entregaron en bandeja de plata pensando que con esto salvarían su pellejo intercambiándolo por el del Congreso de la época. El resultado fue que no quedó ninguno de los dos. El aprendizaje que queda de esa experiencia es que el poder político es abstracto y suele resquebrajarse cuando se hace evidente frente al país que ya no eres lo que la gente creía que eras.

Esto no significa que una elección parlamentaria sacaría al gobierno del poder. Pero si significa que ese gobierno tendrá grandes presiones para dialogar, negociar, remendar y cambiar para poder mantener la gobernabilidad. Y su futuro electoral estará comprometido. Algo que preparará la mesa a la natural alternancia electoral futura que debe nutrir a la democracia



Vía El Universal
Que pasa Margarita




Dolarizar sí es viable

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GUILLERMO GARCÍA N.

El tema de una posible dolarización  plena en Venezuela ha generado gran debate y controversia, natural y necesario para un tema tan importante en la búsqueda de alternativas y soluciones a la grave situación económica y desequilibrios que se registra actualmente. Yo he venido planteando hace más de un año la posibilidad de dolarizar plenamente la economía venezolana  para lograr definitivamente un quiebre total de las expectativas de devaluaciones futuras del bolívar, eliminar la desconfianza y abatir la inflación a un dígito en el mediano plazo, mejorando la calidad de vida de los venezolanos. Cuando se habla de dolarización  plena se describe el proceso en el que el dólar se convierte en moneda de uso nacional de curso legal, sustituyendo a la moneda local del país que la adopta.
Como era de esperarse algunos economistas, gobernantes y políticos se han opuesto a un posible esquema de dolarización, algunos con argumentación y postulados económicos, otros con descalificaciones sin sentido. Dentro de sus argumentaciones están: "Venezuela tiene algunas particularidades como país rentístico y petrolero que harían  inviable el proceso de dolarización. El elemento crucial en este particular es la dependencia tan marcada que tiene Venezuela a los ingresos provenientes del petróleo y la volatilidad de éstos. En un contexto de dolarización de la economía, la rigidez que este mecanismo impone para enfrentar esa volatilidad es contraproducente"; otros argumentos son: que su implementación haría que el BCV cede la posibilidad de emplear la política monetaria para planificar la economía del país. Que se produciría una pérdida de ingresos para el fisco por concepto de señoreaje. (Ganancia por emisión de papel moneda, bolívares); que el BCV no podría auxiliar al sistema financiero en caso de una crisis, y que  dolarizar sería una decisión casi irreversible. Un país que dolariza entrega una parte importante del manejo y establecimiento de política monetaria. De ahí en adelante, la política monetaria y cambiaria la dicta la Reserva Federal de Estados Unidos. No se tendría la posibilidad de acudir a una devaluación para mantener la competitividad de sus productos, por lo que el país perdería permanentemente la capacidad de reaccionar frente a shocks externos; se quedaría sin amortiguadores y que  el país no cuenta con los suficientes dólares para dolarizar. Otros utilizan  la descalificación y la arrogancia que caracteriza. Uno de ellos refiriéndose a los efectos de la dolarización publicó: "que Venezuela dolarice su economía generaría un impacto instantáneo en nuestro país y casi automáticamente nuestros problemas se acabarían (una combinación entre Merlín y Pare de Sufrir), produciéndose cosas maravillosas al estilo de que la inseguridad se acabará, dos días al año nevará en Caracas y disfrutaremos de la nieve, se acabarán los actos de corrupción, todos viviremos en paz, armonía y amor y hasta podría pasar que su pareja se transformará (en Brad Pitt o Scarlett Johansson dependiendo de lo que le guste)". Cuando se apela a la burla y la descalificación, es porque no poseen  una  sólida  argumentación para debatir y convencer, y piensan que descalificando de tal forma  la propuesta la desmeritan. Todo lo contrario. En tal sentido, el destacado y reputado economista Moisés Naím escribió un artículo en el cual refiere esta posición arrogante: "a los economistas les convendría cambiar su arrogancia intelectual por una actitud  más humilde y ver qué pueden aprender de otros. La crisis económica que aún vive el mundo y la incapacidad de los economistas para ofrecer soluciones sobre las cuales hay un significativo consenso revela que su instrumental teórico necesita urgentemente una inyección de nuevas ideas, métodos y supuestos sobre la conducta humana. Es difícil que esto ocurra mientras prevalezca la arrogante insularidad intelectual de la elite que actualmente rige de manera férrea y miope las investigaciones económicas".
Dolarizar sí es viable.
Venezuela tiene los activos en dólares necesarios para dolarizar. Los activos no se limitan  solamente a las reservas internacionales en el BCV, sino en otros activos que se registran en dólares y que pueden ser utilizados y aplicados para aumentar las disponibilidades en dólares, como para esterilizar y destruir liquidez en bolívares. Por ejemplo, las participaciones accionarias que posee Pdvsa en las empresas mixtas. En este sentido, tengo una propuesta para ser establecida como medida previa  a la dolarización y que beneficiará a todos los venezolanos. En próximas entregas me referiré a ella. La dolarización, no es la fórmula mágica para resolver los problemas económicos del país, pero logrará, a corto plazo, una estabilidad monetaria que incluye una reducción drástica de la inflación a nivel de un dígito, tasas de interés bajas, y de la incertidumbre para invertir. Se recuperará el ahorro y el patrimonio de los venezolanos. Dolarizar sí es viable.

Asesor Financiero
Candidato AMDP Harvard University
finanzasaldia@gmail.com   @asesorfinaciero

Vía El Universal
Que pasa Margaritra

Antes, ahora y después

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RAÚL FUENTES                   

Arthur Clarke fue, además de novelista celebrado por los amantes de la ciencia ficción y guionista cinematográfico ampliamente conocido por los cinéfilos, gracias a su participación en el clásico de Stanley Kubrick 2001: odisea del espacio(1968), influyente comentarista de televisión; con su nombre bautizaron un asteroide y una especie de dinosaurio que habitó en Australia, y su labor le valió ser elevado a la condición de Caballero del Imperio Británico. Con tales credenciales, no es de extrañar que una frase suya se haya convertido en lugar común y salga a colación, incluso, cuando no viene al caso –“El futuro ya no es lo que solía ser”– como nos ha sucedido al toparnos con un artículo de Fausto Masó (“¿Nos estamos volviendo brutos?”, El Nacional, 22/05/15/) en el que, con más arrechera que nostalgia, escribe: “Ah, ¡qué grande era la cuarta república!, la república civil. El peor de aquellos gobiernos era mil veces superior al de Chávez”.

Esa desafiante evocación revela que, aquí y ahora, el pasado tampoco es como antes, y no lo es porque quienes se hicieron del poder para restituir fueros y privilegios –a los que creen tener derecho, por detentar el monopolio de la armas– han estado maliciosamente adulterando hechos pretéritos para amoldarlos a su patanería cuartelaría e inocular sus anacrónicos dogmas a la generación que se forma bajo su égida. Dibujan un pasado inicuo y prescindible, sin delinear opciones de porvenir, para vendernos un presente circunstancial y de consolación, una actualidad contingente y un peor es nada cuyas bases de sustentación son los fantasmas de un ayer desacreditado por historiadores falaces, y un fundamentalismo en ciernes mediante la conversión del culto a la personalidad en “religión con poder político” para –a falta de incentivos materiales– convertir devoción y fe en señuelos espirituales y motores electorales (¿será esto lo que Heinz Dietrich llama delusional thinking?).

Fue Jorge Manrique quien, en las coplas por la muerte de su padre, acuñó la cita favorita de melancólicos y desmemoriados “cualquier tiempo pasado fue mejor”; puede que ello sea ilusorio y los mejores tiempos estén por acontecer, pero, a medida que el presente se torna insufrible y los días se suceden con angustiosa monotonía, comenzamos a entender en toda su extensión y significado aquello de que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Y es que hemos perdido hasta la vergüenza, porque el venezolano, en virtud de los caritativos sobornos del tírame algo misionero, se relajó al punto de creer, cual “El negrito del batey”, “que el trabajo lo hizo Dios como castigo”, y la nación ha devenido en sociedad enferma de resignada molicie.

El propósito de estas divagaciones era, a partir de 4 iniciativas emblemáticas de los 40 años de mandato civil estigmatizados por el nicochavismo –la Corporación Venezolana de Guayana, Petróleos de Venezuela, la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho y la Comisión para la Reforma del Estado– sostener que la IV no fue una república perdida sino, por el contrario (a pesar de sus bemoles y sostenidos y de su memorial de desaciertos y omisiones), un inconcluso ensayo de modernización, pródigo en realizaciones y proyectos, que la discontinuidad administrativa del sectarismo rojo impidió que prosperasen; pero el excurso sobre el ayer manipulado y el mañana escatimado nos trazó esta andadura hasta un hoy en día signada por la incertidumbre de unas elecciones que están guindando, pues al árbitro comicial le gusta faisander el plato principal, enrarecer las mesas con los olores de la descomposición y prologar la sobremesa con erráticos y maratónicos escrutinios. Así ha sido desde que se refundó, desvinculándose de la experiencia y el saber hacer del ente que le precedió; no otra cosa puede esperase ahora.

La ruptura con el acervo democrático que propició el por siempre comandante, y continúan animando sus albaceas, no fue para sintonizar con la modernidad sino para forjar un mito a partir del cual pudiese perpetuarse hasta en la sopa; una ruptura que supuso, además, el rebautizo del país, de sus instituciones y hasta polvorientos callejones de pueblo para desterrar al procerato civil de la toponimia nacional, como parte de una operación cambalache que comportó la modificación del huso horario, el rediseño del escudo para enderezarle el pescuezo al caballo blanco (¡ojalá fuese etiqueta negra!), la instauración de efemérides encomiando traiciones, la reconversión monetaria –y vea usted adónde fue a para el bolívar– , entre otras cursilerías y ridiculeces. Se recordará por ellas al santurrón eterno y, sobre todo, por el “exceso de falta ignorancia”, plasmado en sus anfibologías de sexo y género; gracias a él, caballeros y caballeras, damas y damos, pasado, presente y futuro ya no son ni la sombra de lo acostumbrado.


Vía El Nacional
Que pasa Margarita

La canción de la sequía

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ALBERTO BARRERA TYSZKA.

¿Escuchaste al ministro González?, la pregunta cruzó rápido, casi echando chispas, por la línea telefónica. Dije que no. ¡No te lo puedes perder! ¡Es de antología! Al día siguiente, recibí un mensaje similar pero a través de un chat: ¿Ya viste lo que dijo el ministro del Trabajo? Dije que no. Nuevamente: ¡Tienes que escucharlo! ¡Es insólito! Comencé a sentir que algo estaba de moda y que yo ni siquiera me había dado cuenta. Así sería el revuelo que el día jueves, en una de sus trepidantes columnas, Nelson Bocaranda transcribió ambas declaraciones oficiales. Si a la altura de esta línea, todavía no las conoces, tómate un momento y trata de leerlas: http://runrun.es/runrunes-de-bocaranda/runrunes/204912/runrunes-el-universal-28-05-2015.html.

Esta autoproclamada revolución se ha empeñado en distribuir la certeza de que expresarse de forma errática y desordenada es, en general, un símbolo de nobleza popular, un sello de origen, de identidad libertaria. La nueva oligarquía ha aprovechado los códigos de la pobreza para legitimar su acumulación y permanencia en el poder. Ha convertido la miseria en un estereotipo que excluye a otros sectores sociales, que transforma a cualquier disidente nacional en un extranjero.

El problema no es moral ni estético. No es un asunto de educación, de simple corrección gramática. El problema es más complejo. El lenguaje delata el pensamiento. Lo contiene y lo demuestra. Es en sí mismo el pensamiento. Lo terrible de las declaraciones de estos altos funcionarios no es que sus palabras suenen mal, que las sílabas tropiecen y se caigan. Lo terrible es que no logran decir nada coherente. Lo alarmante es que sus palabras son un síntoma del vacío. 

La falta de argumentos no es novedad en el discurso oficial. Pero desde que Nicolás Maduro está al frente del gobierno esa escasez ha avanzando a paso de vencedores. Él mismo la ejerce con singular entusiasmo. De un tiempo para acá se ha dedicado a repetir una consigna como si se tratara de un razonamiento insoslayable: “Todo el que se mete con Venezuela, se seca”. Lo repite con tal convicción y seriedad que cualquiera cree que está citando a Rosa de Luxemburgo o a Emmanuel Todd. Anda fascinado con la frase. Como si por fin hubiera hallado la clave hermenéutica que resuelve los enormes problemas del país. Repitan conmigo: “Todo el que se mete con Venezuela, se seca”.

El nacionalismo es un viejo y manido recurso que frecuentan los poderosos. Un instrumento emocional de dominación y control. La patria es ahora una fuerza atávica, una energía divina, que surge desde nuestras raíces para defendernos y liquidar cualquier obstáculo. Se trata de un procedimiento rudimentario pero eficaz. Apela a la conciencia mágica, al orgullo colectivo, a la ansiedad primaria. Pretende, por supuesto, sacralizar el poder en el altar de la identidad. Es opio del pueblo en un estado de pureza impresionante.

Esta semana, mientras desplegaba otra de sus clásicas amenazas en contra de la oposición, Nicolás Maduro volvió a caer en la frase. Después de repetirla, en un rapto de iluminación ideológica, exclamó que alguien debería hacer una canción con ese tema. Y sacarla en inglés y en francés. Y soltarla por todo el planeta. Supongo que la idea es que todo el mundo se entere. Que se sepa en todos lados. Ay de aquel que se meta con nosotros. Su destino es la sequía.

No deja de ser paradójica esa insistencia. Sobre todo para un movimiento que perdió a su máximo líder de manera fulminante e inesperada. Sorprende ese empeño en invocar un himno que está en permanente contradicción con la realidad. Seca está la economía. Sequísimas están las arcas públicas. Secas están las empresas expropiadas. Secos están los mercados. Secos están los hospitales y las farmacias. Y también está seca Pdvsa. Y Corpoelec. Y los informes del Banco Central. Y los ratings de TVES. Y la moral y el compromiso del CNE… Todo está seco. Incluso tu popularidad. Ponle música a eso, Nicolás.

Vía El Nacional
Que pasa Venezuela

La batalla de un hombre solo

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En los años setenta tuvo lugar un extraordinario fenómeno de confusión política y delirio intelectual que llevó a un sector importante de la inteligencia francesa a apoyar y mitificar a Mao y a su “revolución cultural” al mismo tiempo que, en China, los guardias rojos hacían pasar por las horcas caudinas a profesores, investigadores, científicos, artistas, periodistas, escritores, promotores culturales, buen número de los cuales, luego de autocríticas arrancadas con torturas, se suicidaron o fueron asesinados. En el clima de exacerbación histérica que, alentada por Mao, recorrió China, se destruyeron obras de arte y monumentos históricos, se cometieron atropellos inicuos contra supuestos traidores y contrarrevolucionarios y la milenaria sociedad experimentó una orgía de violencia e histeria colectiva de la que resultaron cerca de 20 millones de muertos.

En un libro que acaba de publicar, Le parapluie de Simon Leys (El paraguas de Simon Leys), Pierre Boncenne describe cómo, mientras esto ocurría en el gigante asiático, en Francia, eminentes intelectuales, como Sartre, Simone de Beauvoir, Roland Barthes, Michel Foucault, Alain Peyrefitte y el equipo de colaboradores de la revista Tel Quel, que dirigía Philippe Sollers, presentaban la “revolución cultural” como un movimiento purificador, que pondría fin al estalinismo y purgaría al comunismo de burocratización y dogmatismo e instalaría la sociedad comunista libre y sin clases.

Un sinólogo belga llamado Pierre Ryckmans, que firmaría sus libros con el nombre de pluma de Simon Leys, hasta entonces desinteresado de la política —se había dedicado a estudiar a poetas y pintores chinos clásicos y a traducir a Confucio—, horrorizado con esta superchería en la que sofisticados intelectuales franceses endiosaban el cataclismo que padecía China bajo la batuta del Gran Timonel, se decidió a enfrentarse a ese grotesco malentendido y publicó una serie de ensayos —Les Habits neufs du président Mao, Ombres chinoises, Images brisées, La Fôret en feu,entre ellos— revelando la verdad de lo que ocurría en China y enfrentándose con gran coraje y conocimiento directo del tema al endiosamiento que hacían de la “revolución cultural”, empujados por una mezcla de frivolidad e ignorancia, no exenta de cierta estupidez, buen número de los iconos culturales de la tierra de Montaigne y Molière.

Los ataques que recibió Simon Leys por atreverse a ir contra la corriente y desafiar la moda ideológica imperante en buena parte de Occidente, que Pierre Boncenne documenta en su fascinante libro, dan vergüenza ajena. Escritores de derecha y de izquierda y las páginas de publicaciones tan respetables como Le Nouvel Observateur y Le Monde lo bañaron de improperios —entre los cuales, por cierto, no faltó el de ser un agente y trabajar para los americanos—, y lo que más debió dolerle a él siendo católico fue que revistas franciscanas y lazaristas se negaran a publicar sus cartas y sus artículos explicando por qué era una ignominia que conservadores como Valéry Giscard d’Estaing y Jean d’Ormesson y progresistas como Jean-Luc Godard, Alain Badiou y Maria Antonietta Macciocchi consideraran a Mao “genio indiscutible del siglo XX” y “el nuevo Prometeo”. Nunca tan cierta como en aquellos años, la frase de Orwell: “El ataque consciente y deliberado contra la honestidad intelectual viene sobre todo de los propios intelectuales”. Pocos fueron los intelectuales franceses de aquellos años que, como un Jean-François Rével, guardaron la cabeza fría, defendieron a Simon Leys y se negaron a participar en aquella farsa que veía la salvación de la humanidad en el aquelarre genocida de la revolución cultural china.

La silueta de Simon Leys que emerge del libro de Pierre Boncenne es la de un hombre fundamentalmente decente, que, contra su vocación primera —la de un estudioso de la gran tradición literaria y artística de China fascinado por las lecciones de Confucio—, se ve empujado a zambullirse en el debate político en el que, por su limpieza moral, debe enfrentarse, prácticamente solo, a una corriente colectiva encabezada por eminencias intelectuales, para disipar una maraña de mentiras que los grandes malabaristas de la corrección política habían convertido en axiomas irrefutables. Terminaría por salir victorioso de aquel combate desigual, y el mundo occidental acabaría aceptando que la “revolución cultural”, lejos de ser el sobresalto liberador que devolvería al socialismo la pureza ideológica y el apoyo militante de todos los oprimidos, fue una locura colectiva, inspirada por un viejo déspota que se valía de ella para librarse de sus adversarios dentro del propio partido comunista y consolidar su poder absoluto.

Leys se atrevió a desafiar la moda ideológica imperante en buena parte de Occidente

¿Qué ha quedado de todo aquello? Millones de muertos, inocentes de toda índole sacrificados por jóvenes histéricos que veían enemigos del proletariado por doquier, y una China que, en las antípodas de lo que querían hacer de ella los guardias rojos, es hoy una sólida potencia capitalista autoritaria que ha llevado el culto del dinero y del lucro a extremos de vértigo.

El libro de Pierre Boncenne ayuda a entender por qué la vida intelectual de nuestro tiempo se ha ido empobreciendo y marginando cada vez más del resto de la sociedad, sobre la que ahora no ejerce casi influencia, y que, confinada en los guetos universitarios, monologa o delira extraviándose a menudo en logomaquias pretenciosas desprovistas de raíces en la problemática real, expulsada de esa historia a la que tantas veces recurrieron en el pasado para justificar enajenaciones delirantes, como esa fascinación por la “revolución cultural”.

Una cultura en la que las ideas importan poco condena a la sociedad al fin del espíritu crítico

No hay que alegrarse por el desprestigio de los intelectuales y su escasa influencia en la vida contemporánea. Porque ello ha significado la devaluación de las ideas y de valores indispensables, como los que establecen una frontera clara entre la verdad y la mentira, nociones que hoy andan confundidas en la vida política, cultural y artística, algo peligrosísimo, pues el desplome de las ideas y de los valores, a la vez que la revolución tecnológica de nuestro tiempo, hace que la sociedad totalitaria fantaseada por Orwell y Zamiatin sea en nuestros días una realidad posible. Una cultura en la que las ideas importan poco condena a la sociedad a que desaparezca en ella el espíritu crítico, esa vigilancia permanente del poder sin la cual toda democracia está en peligro de desmoronarse.

Hay que agradecerle a Pierre Boncenne que haya escrito esta reivindicación de Simon Leys, ejemplo de intelectual honesto que no perdió nunca la voluntad de defender la verdad y diferenciarla de las mentiras que podían desnaturalizarla y abolirla. Ya en el libro que dedicó a Revel, Boncenne había demostrado su rigor y su lucidez, que ahora confirma con este ensayo.

Vía El País. España
Que pasa Margarita

Saturday, May 30, 2015

Quién debe responder por la muerte de una madre e hijo en una alcantarilla

EN: http://prodavinci.com/blogs/quien-debe-responder-por-la-muerte-de-madre-e-hijo-en-una-alcantarilla-por-jose-i-hernandez/

José Ignacio Hernández

0. ¿Qué pasó en Coro? Los lamentables hechos son conocidos. Un menor cayó por una boca de visita que no tenía tapa, ubicada en el sector Independencia de la ciudad de Coro, estado Falcón. La madre, en un desesperado intento por salvar a su hijo, se lanzó tras él. Dos días después, y luego de una intensa búsqueda en la que participaron diligentemente varias instituciones, las autoridades descubrieron el cuerpo de la madre. Todavía buscan el cuerpo del niño.
La pregunta que muchos se hacen es quién es responsable por esas muertes. No pretendo dar una respuesta directa a esa pregunta, pues no manejo los detalles del caso. Pero sí creo importante realizar algunas consideraciones sobre la posible responsabilidad del Estado venezolano por el presente caso.
1. El servicio de saneamiento y el alcantarillado. Las bocas de visitas y las alcantarillas son conductos que permiten la ventilación e inspección de las redes que transportan aguas servidas. El servicio de recolección y transporte de esas aguas es denominado servicio de saneamiento. De acuerdo con la Constitución, la Ley Orgánica del Poder Público y la Ley Orgánica para Prestación de los Servicios de Agua Potable y de Saneamiento, el servicio de saneamiento y el alcantarillado son competencia de los municipios.
Esto significaría que el cuidado de las alcantarillas debe ser una competencia de cada municipio, ejercida a través de la Alcaldía. Sin embargo, en la práctica, el servicio de saneamiento es prestado por el Poder Nacional, a través de la empresa pública Hidroven, la cual tiene distintas filiales. Para el caso del estado Falcón, la empresa pública que presta el servicio de saneamiento es Hidrofalcón.
La Ley Orgánica para Prestación de los Servicios de Agua Potable y de Saneamiento ordenó que la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento, en manos de Hidroven, fueran transferidos a los Municipios, pero eso nunca ocurrió. De hecho, quien presta el servicio de saneamiento es el Poder Nacional, a través de Hidroven y sus empresas filiales.
2. La responsabilidad patrimonial del Estado (y el indebido mantenimiento). Un principio constitucional básico es aquel que postula que el Estado debe responder por los daños y perjuicios ocasionados a los ciudadanos por el funcionamiento de sus servicios públicos. Y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha insistido en señalar que esa responsabilidad patrimonial debe interpretarse ampliamente, a favor de la víctima que ha sufrido el daño.
Junto a ello, los funcionarios públicos son igualmente responsables por los daños que ocasionen. Y esa responsabilidad no es sólo patrimonial, pues puede ser incluso de índole penal.
Ahora bien, un caso común de responsabilidad patrimonial de la Administración, estudiado en otros países, se relaciona con los daños sufridos por personas debido a alcantarillas sin tapas. La conclusión es siempre la misma: el Estado debe responder por los daños causados, pues una alcantarilla sin tapa evidencia la indebida prestación del servicio público de saneamiento.
3. La responsabilidad del Estado por la muerte de la madre y su hijo. El caso que comentamos coincide con el caso estudiado en Derecho Comparado. Así, la existencia de una alcantarilla sin tapa demuestra una indebida prestación del servicio de saneamiento. Por ello, esas lamentables muertes fueron causadas por la indebida prestación de un servicio público a cargo del Estado.
Esa responsabilidad debe recaer sobre el ente a quien correspondía prestar adecuadamente el servicio de saneamiento, que en la práctica, como vimos, es Hidrofalcón. Y si el Gobierno Nacional, a través de Hidrofalcón, es el competente para prestar el servicio de alcantarillado y, por tanto, es quien debe asegurarse que las alcantarillas estén debidamente tapadas, entonces es esa empresa pública la que debe hacerse responsable por todos los daños causados por una alcantarilla sin tapa.
Incluso, aplicando el régimen general del Código Civil, podría alegarse que el Estado responde, de manera objetiva, por todo daño imputable a los bienes de su propiedad, como es precisamente el alcantarillado.
En el Derecho venezolano hay un caso similar: un niño murió al caer por el hueco de un ascensor en un edificio administrado por el Inavi. A finales de la década de los ochenta, cuando el caso fue conocido, los tribunales condenaron al Estado venezolano, pues indebidamente no habían señalizado el hueco del ascensor.
Por supuesto, determinar si en efecto Hidrofalcón es responsable por las lamentables muertes ocurridas, exige analizar con detenimiento muchos hechos que desconozco. Lo que quiero subrayar es que, como principio general, si Hidrofalcón es quien gestiona el servicio de saneamiento en la ciudad de Coro, esa empresa es responsable por los daños causados por la indebida prestación de ese servicio. Y una alcantarilla sin tapa evidencia una indebida prestación del servicio de saneamiento.
4. La responsabilidad por la vigilancia de las alcantarillas. Se ha señalado, como posible explicación, que la alcantarilla estaba sin tapa pues podría haber sido usada para cambio de aceite. ¿Libera ello de responsabilidad al Estado?
La respuesta es negativa.
Asumiendo que esa explicación es cierta, debemos recordar que el Estado tiene el deber de vigilar el buen estado de las obras que están bajo su responsabilidad, lo cual implica vigilar que terceros no manipulen indebidamente las alcantarillas.
Esto es lo que se conoce en Derecho como culpa por error en la vigilancia: el Estado siempre responde por los daños causados por hechos que ocurrieron debido a la falta de vigilancia.
5. ¿Y el Estado venezolano responde? La responsabilidad del Estado y de sus funcionarios es, decía, un principio constitucional fundamental. El Estado siempre debe responder por la buena prestación de las actividades a su cargo, en este caso, el servicio de saneamiento. Y esa responsabilidad se compromete cuando el servicio es prestado indebidamente.
Pero, además, si la indebida prestación del servicio es causada por un tercero, el Estado puede ser responsable cuando no cuidó debidamente los bienes e instalaciones a través de los cuales ese servicio es prestado.
Ése es el principio general, aunque la práctica es otra. En un reciente estudio que distintos profesores elaboraron sobre las estadísticas del Tribunal Supremo de Justicia, se concluye que entre 2005 y 2013, del total de demandas presentadas contra el Estado reclamando daños y perjuicios, 75,48% fueron desechadas. Una estadística que demuestra que, al margen de lo que diga la Constitución, el Estado venezolano no responde. O responde muy poco.
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La máquina de imprimir billetes del BCV sigue encendida...

EN:    http://konzapata.com/2015/05/la-maquina-de-imprimir-billetes-del-bcv-sigue-encendida-como-fogata-en-una-llanura-de-paja-seca/

 Por Danny Leguízamo @DannyLeguizamo.­

Hay teorías económicas que nunca pasan de moda, por más que la izquierda atrasada –esa que representa el Gobierno­ intente rebatirlas de mil y un formas. Para el caso venezolano hay frases de antología que dejan estupefacto a cualquiera. La de Ricardo Sanguino, por ejemplo, economista y diputado del Psuv, que en 2008 expresó que la inflación “era el costo” que había que pagar por “el ritmo de crecimiento” de la economía venezolana.

Es decir, que para el diputado Sanguino, ninguna economía puede crecer sin que exista una inflación galopante y vergonzosa. La economía de Ecuador creció en 2014 a un ritmo de 3,8% y la inflación cerró en 3,67%. Los ecuatorianos no tuvieron que pagar “el costo” del crecimiento con una inflación de 40, 60 o 100 puntos como nos tocó –y nos seguirá tocando­ a los venezolanos. Rafael Correa, tan amigo de Nicolás Maduro, debería aconsejarle al Presidente y a su bancada de diputados que revisen con mayor detenimiento sus “teorías” económicas. Además, el PIB venezolano según el último reporte del BCV (eso fue hace tiempo, por allá en el tercer trimestre de 2014), ya comenzó a contraerse vertiginosamente y la economía se ha vuelto estanflacionaria, como lo venían advirtiendo muchos analistas en la materia.

Cuando existe estanflación no hay salida: Atacando el estancamiento se agudiza la inflación, y atacando la inflación se agrava el estancamiento. Desde luego que el Gobierno ha preferido seguir inyectando liquidez a la economía en este año, con la particularidad de que lo hace a un ritmo superior al de 2014 y con las reservas internacionales en caída libre. Las cifras del BCV (todavía publican data de agregados monetarios, por ahora) así lo demuestran. Para el período enero­mayo de 2014 la liquidez pasó de 1,2 billones de bolívares a 1,36 billones de bolívares; es decir, un crecimiento de 13,3%. En el mismo período, pero del año 2015, la liquidez pasó de 2 billones a 2,34 billones de bolívares. La cifra de expansión es de 16,5%; es decir, 3,2% más que en 2014 para el mismo período.

La máquina de imprimir billetes del BCV sigue encendida como fogata en una sabana de paja seca, por lo visto. Alguien debería explicarle al Presidente que a mayor liquidez, mayor inflación. Si la economía no es capaz de producir bienes para satisfacer la demanda, más bolívares estarán persiguiendo la misma cantidad de productos. Teoría elemental. Pero más delicado aún es que las reservas internacionales sigan cayendo. Pasaron de 21 millardos de dólares en marzo a 17,3 millardos al día de hoy. Menos dólares y más bolívares. Menos comida y más inflación. Menos pan y más circo. Menos de lo bueno y más de lo peor, porque aquí ya no se trata de lo malo, sino de lo pésimo con perspectivas aún más negativas. Por eso las encuestas reflejan lo que reflejan con toda la razón del mundo.

El BCV no detendrá la monetización del déficit porque no goza de autonomía, porque estamos en año electoral y porque Pdvsa necesita con urgencia cubrir sus necesidades. ¿Quién lo diría? La otrora pujante petrolera dependiendo de dinero inorgánico para subsistir. Así están las cosas, y apenas empezó la película: Lo de meses anteriores fueron puros “trailers”. Que Dios nos agarre confesados

Pastrana y Quiroga se marchan sin ver a López, Ceballos ni a Maduro y dicen: lo que hay es una dictadura

EN: http://www.noticierodigital.com/2015/05/pastrana-y-quiroga-se-marchan-sin-ver-a-lopez-ni-a-ceballos-ni-a-maduro-y-dicen-lo-que-hay-es-una-dictadura/
Caracas, 29 may (EFE) / Indira Guerrero.- La visita de los expresidentes de Colombia Andrés Pastrana y de Bolivia Jorge Quiroga a Venezuela concluye con los tropiezos previsibles luego de que la autoridades les negaran la posibilidad de visitar a los políticos presos, y se marchan convencidos de que aquí “lo que hay es una dictadura”.
Los exgobernantes intentaron también sin ningún éxito reunirse con el presidente de este país, el chavista Nicolás Maduro, que no manifestó hasta hoy algún interés en reunirse con los líderes suramericanos, y en cambio afirmó que estos solo buscan “intervenir en Venezuela”.
En la puerta de la prisión militar donde se encuentra López, los militares informaron a Pastrana y Quiroga que el político tiene prohibida las visitas durante tres semanas, luego de que entre sus pertenecías fuera hallado un teléfono móvil, según pudo constatar Efe.
“Queda demostrado que lo que hay en Venezuela es una dictadura”, dijo Pastrana, quien por segunda vez se marcha de Caracas sin ver a los opositores presos.
La visita de ambos mandatarios se da justo cuando López y el exalcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos realizan una huelga de hambre en sus respectivos centros de reclusión para reclamar, entre otras cosas, la liberación de “los presos políticos”, y una fecha precisa para las elecciones parlamentarias del país.
Pastrana y Quiroga aseguraron que el único objetivo de su visita era constatar la situación de los principales dirigentes opositores que se encuentran en prisión y lamentaron que se impidiera su acceso a la cárcel donde está López.
“Hoy duele de ver que no nos dejan ingresar a ver a un hombre que está sin alimentos, sin comida, como buena parte del pueblo venezolanos por la catástrofe económica; que está sin atención médica”, dijo Quiroga en la puertas de la prisión militar donde se encuentra López.
Pastrana, que ya en enero había intentado sin éxito visitar a López, aseguró que en está oportunidad creyó “que se iba a respetar el derecho de los presos”.
Los exmandatarios, acompañados de los familiares de los opositores venezolanos, hicieron hoy una ruta para visitar a López y Ceballos en sus respectivos centros de reclusión.
Pastrana y Quiroga tampoco lograron visitar a Ceballos, debido a que, según les informaron, hubo un cambio de director en la prisión ubicada a unos 150 kilómetros de Caracas donde se encuentra el político.
La esposa de Ceballos, Patricia Gutiérrez, la única de la comitiva a quien se le permitió visitar al exalcalde, informó que el político muestra ya síntomas de debilidad producto de la huelga de hambre que en su caso cumple hoy ya una semana.
Por su parte, el defensor del pueblo de Venezuela, Tarek William Saab, calificó de “agresión” la presencia de los expresidentes Pastrana y Quiroga, y que, dice, violenta la Constitución venezolana.
“Suscribimos la presencia reiterada de expresidentes extranjeros vinculándose, entrometiéndose a los asuntos internos a Venezuela, como una agresión”, afirmó Saab a periodistas en declaraciones recogidas por la estatal VTV.
Indicó que tanto Pastrana en Colombia como Quiroga en Bolivia tienen un “historial terrible” en materia de violación de derechos humanos durante sus tiempos de Gobierno.
Mientras, líderes de la oposición continúan los preparativos para marchar el sábado convocados para respaldar las peticiones de López.
El llamado a movilizarse en varias ciudades del país fue por López a través de un video grabado con el teléfono que se incautó en su celda y por el que fue sancionado y donde anunció el inicio del la huelga de hambre de él y de Ceballos y cuyo contenido fue difundido por VTV.
El excandidato presidencial Henrique Capriles acompañará el llamado a marchar desde el estado Guárico, donde se encuentra encarcelado Ceballos, cuyo caso calificó de “emblemático”.
“Voy a participar mañana en la actividad que está prevista en San Juan de los Morros (capital de Guárico) (…) para desde allá elevar nuestra voz en respaldo a Daniel Ceballos, de Leopoldo López y a todos los otros presos políticos”, informó Capriles en declaraciones recogidas por Unión Radio.
Maduro respondió a la convocatoria advirtiendo que de registrarse un hecho violento durante la marcha convocada por López, deberán ir presos los jefes de policía de un municipio y un estado por donde circulará la movilización.
“Tendrán que ir presos los jefes de policía de Miranda y Chacao si hay un solo hecho de violencia mañana”, dijo Maduro en un acto de Gobierno transmitido por la televisión estatal VTV, refiriéndose al estado y al municipio gobernados por Capriles y el también opositor Ramón Muchacho, respectivamente.
López y Ceballos se encuentran presos desde hace más de un año acusados por delitos relacionados con las protestas antigubernamentales del primer semestre de 2014, que se saldaron con 43 muertos y cientos de heridos. EFE