En: http://www.lapatilla.com/site/2012/08/05/marta-colomina-7-o-a-la-conquista-de-los-indecisos/
Marta Colomina
A dos meses del 7-O comienzan a desaparecer las cifras estrafalarias sostenidas largamente por algunas “encuestadoras” en las que Chávez superaba en intención de voto a Capriles entre 20 y 30 puntos. Su propósito ha sido sembrar una matriz de opinión sobre la “invencibilidad” del candidato oficial, que el Gobierno se encargó de diseminar entre medios y agencias internacionales. Sin embargo la verdad verificable es que durante el tiempo de esa euforia infundada, Chávez se había estancado en un 46% mientras Capriles subía en cada una de las mediciones. Aquella orgía “estadística” era imposible de creer. ¿Cómo aceptar que a Henrique Capriles, candidato de la misma oposición que obtuvo el 52% en las parlamentarias; ganado en los comicios regionales las gobernaciones de los estados más poblados y logrado tres millones de votos en las Primarias, le“otorgasen” (porque reparten “dones” al son de la chequera que las financia) una intención de voto inferior a la obtenida en esas Primarias?
Aquel 46% (distinto a la fanfarria publicitada por “encuestadores” devenidos en divos de VTV) comenzó a mortificar al Chávez que presumía de estar “sobrao” y de la “irreversibilidad” de su triunfo. Las cifras estrambóticas eran para la galería, pero en las encuestas de verdad seguía ese 46% urticante. Fue cuando sus asombrados militantes comenzaron a recibir del candidato oficial el urgente reclamo de “ir a convencer” a los “ni-ni”, a los “indecisos” y a los “confundidos”, como también los llama quien supone que, ante la excelsitud de su figura, debe estar muy “extraviado”, muy “confundido” quien no aparezca en la lista de sus votantes “duros”. Esta semana calibró personalmente un panorama político sin loor de multitudes. En la visita a dos parroquias de Caracas que hace años deliraban por él -El Valle y Petare- recibió fuertes cacerolazos y una muy escasa asistencia (a pesar del “carreteo” en autobuses pagados con recursos públicos), hechos demostrativos de que en esta campaña, lejos de sobrarle, le faltan votos y, al parecer, muchos.
La encuesta de Consultores 21, conocida extraoficialmente esta semana, registra una intención de voto para Henrique Capriles de 48%, y de 44% para Chávez. Que se le haya movido para abajo el piso del aquel estancado 46% y que el denostado “majunche” haya subido a 48% es asunto gravísimo que exige salir a la caza de los supuestos “indecisos” y hasta de la “clase media”, sometida, hasta ahora que la necesita, a su acoso feroz. Y salir a cazar significa ir bien provisto de millonarios recursos públicos que ha destinado quien es summa cum laude en inventar misiones, dádivas, créditos y hasta sobornos en tiempos electorales.Datanálisis, que en su última medición de junio le daba 15 puntos de ventaja a Chávez, reconoce que “aquí no hay nada irreversible” (EU 29-07-12) porque el 23% de los encuestados dice que “aún no sabe por quién votar”. Añade que“antes los indecisos se distribuían igual que los decididos” (usualmente ocurre donde no hay temor a ser perseguidos por la intención de su voto), pero ahora en el grupo están quienes no están decididos todavía (… ); quienes están decididos pero no quieren responder porque (… ) ”tengan desconfianza y hasta miedo” y “el de quienes, finalmente, no votarán”. El experto Baldomero Vázquez estima también que “indecisos” inclinarán la balanza el 7-O” (EU 27-07-12).
El Padre Luis Ugalde (EN 12-07-12) menciona el estudio Gumilla donde 45% de las clases “C”, “D” y E” dijeron “tener miedo de hablar de política hasta con sus vecinos”. Al menos un tercio de los venezolanos depende de los favores oficiales: “Si en Cuba o Venezuela un encuestador pregunta si estamos con “la revolución”, la mayoría dirá que sí, más si se anotó en una lista para recibir vivienda, contrato, jubilación o una “misión”. El politólogo Gerardo Reyes reconoce que“entre quienes dicen que no saben por quién votarán abundan empleados públicos con miedo a represalias” (EN 29-07-12). La colega María Isabel Párraga encontró en Barinas a muchos chavistas decepcionados y, cuando confesaban su desencanto, “lo hacían en voz baja y mirando hacia los lados para que nadie se diera cuenta” (EU 23-07-12). Alfredo Keller, reconocido encuestador (EU 24-06-12), recuerda que en Nicaragua, contra todos los pronósticos, Violeta Chamorro le ganó a Daniel Ortega: “Solo una encuestadora la pegó porque partió de la premisa de que el electorado tenía miedo a responder y utilizaron un lápiz donde aparecía la palabra “uno” que era la Unidad Nacional Opositora de Chamorro”.
Con razón Capriles cree que los “indecisos” no superan el 10%. Los demás sonprecavidos que votarán por el cambio pero no tienen por qué decírselo a un encuestador. Y Chávez también lo sabe y lo teme.
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