El sábado, el presidente venezolano Hugo Chávez acusó a sus adversarios de trazar planes para sabotear las instalaciones eléctricas. El lunes, su representante ante las Naciones Unidas denunció que “sectores golpistas” desconocerán los resultados de las elecciones. El martes, el ministro de Defensa reveló un presunto complot de la oposición para cometer acciones violentas, resña El Nuevo Herald.
Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
Cada vez son más frecuentes las advertencias del gobierno de Venezuela de que espera una situación irregular durante los cruciales comicios del domingo, y se multiplican las denuncias de sus más altos portavoces de que la oposición planea recurrir el terrorismo para desconocer la voluntad popular.
Pero de acuerdo con expertos consultados por El Nuevo Herald, lo que podría estar ocurriendo es exactamente lo contrario, con un gobierno temeroso ante las crecientes señales de una derrota electoral frente al candidato de la oposición Henrique Capriles.
“Estos pronunciamientos son claramente calculados para esconder sus planes de suprimir a la oposición. Es un plan que ya ha sido desenmascarado públicamente, pero no hay dudas de que ellos prevén seguir adelante con ellos”, afirmó el ex embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roger Noriega.
“Es obvio para mí, así como para la comunidad internacional, que Chávez está perdiendo terreno […] y respaldo ante sus desmoralizados seguidores. Los pronunciamientos que hemos visto son parte de un plan de este régimen de hacer uso de la violencia para descarrilar el proceso democrático”, añadió Noriega.
Según los analistas., las advertencias del gobierno sobre los planes de la oposición no son sino una excusa anticipada para usar la fuerza, e incluso envían un claro mensaje a la oposición: de perder los comicios, el gobierno de Hugo Chávez no entregará el poder.
Es un mensaje que ha estado siendo transmitido desde hace algún tiempo, agregó el ex embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Diego Arria, quien compitió contra Capriles durante las primarias de la oposición.
“Vienen diciendo que la oposición intenta desestabilizar el país para desconocer los resultados electorales y tiene organizado planes de violencia. Y a eso Chávez le agrega: es imposible que perdamos”, afirmó Arria desde Caracas.
“Entonces el mensaje final es: la única manera de que nosotros perdamos es que nos hagan fraude y que haya violencia. Pero resulta que el único que puede cometer el fraude es el gobierno que maneja el Consejo Nacional Electoral, y son ellos los que tiene el control de la fuerza armada”, sostuvo.
Pero además, el oficialismo también tiene acceso a grupos de seguidores armados que han sido entrenados a usar las armas para defender a la revolución.
La recurrencia con que los pronunciamientos han sido emitidos en los últimos días, bien podría ser una señal de que el gobierno esté preocupado por el desenvolvimiento de la campaña, en medio de señales de que la popularidad de Chávez está en descenso y la del candidato de la oposición va en alza.
“Si el gobierno está viendo esa posibilidad, de un margen estrecho de victoria [a favor de Capriles], es probable que se está sintiendo inclinado a tocar las teclas de la violencia, para tratar de impulsar la expulsión y para tratar de evitar que más gente salga a votar que desfavorece al gobierno, y para evitar el voto oculto, o el cruce de votos de sus afectos”, afirmó el analista y asesor electoral, Orlando Viera-Blanco
“Es por eso que hay un discurso de violencia, de desconocimiento, o de inversión de la carga del compromiso de reconocer una victoria”, señaló.
El martes dos senadores estadounidenses, Robert Menéndez (Nueva Jersey) y Marco Rubio (Florida), advirtieron que Washington estará monitoreando el desempeño de los comicios con mucho detenimiento.
“El gobierno venezolano tiene la obligación de sostener un proceso electoral libre y transparente, garantizar la seguridades de los electores y respetar la voluntad de los votantes”, dijeron los senadores en un comunicado.
“El pueblo venezolano debe saber que las democracias en el Hemisferio Occidental están dispuestas a responsabilizar a cualquier individuo que amenace con interrumpir la pacífica conducción de elecciones libres y justas”, sostuvieron.
La tecla de la violencia es una que el gobierno ha estado presionando con fuerza en los últimos días.
Chávez, quien espera conquistar el domingo un nuevo período presidencial de seis años, indicó el sábado que la oposición elabora planes para sabotear las instalaciones eléctricas, con el objetivo de dejar al país a oscuras el día de las elecciones.
“Creen que con eso van a amedrentar, pero se equivocan”, declaró el mandatario antes de advertir que la oposición tiene una agenda para alterar el orden público que pretende ser utilizada el día de las elecciones.
“No lo intenten, porque van a fracasar”, apuntó.
Dos días después, el representante permanente de Venezuela ante la ONU, Jorge Valero, se encontraba llevando el mensaje ante el organismo multilateral, añadiendo que la oposición preveía hacer uso de la violencia en el caso de que Chávez gane las elecciones.
“Denunciamos responsablemente ante la comunidad internacional que sectores nacionales antidemocráticos y golpistas, en alianza con poderosos intereses foráneos, intentarán utilizar la violencia para desconocer la voluntad popular”, aseguró Valero en la Asamblea General de la ONU, reunida en Nueva York.
“El pueblo venezolano, sin embargo, está preparado para defender, una vez más, sus conquistas democráticas y revolucionarias”, advirtió el diplomático.
El mensaje fue repetido en la ONU por el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, quien manifestó la “solidaridad” de su país con el presidente Chávez.
“Las inminentes elecciones en la hermana República Bolivariana de Venezuela serán decisivas para el destino común de la región. Al pueblo venezolano y a su líder, el presidente Chávez, expresamos toda nuestra solidaridad ante los intentos de desestabilización que se avizoran”, afirmó Rodríguez.
“Los poderes que gobiernan en los Estados Unidos cometerían un gravísimo error, de consecuencias impredecibles, si alentaran revertir por la fuerza las conquistas sociales de nuestros pueblos”, agregó.
El mensaje volvió a ser repetido el martes, de boca del ministro de Defensa, Henry Rangel, quien advirtió que los organismos castrenses de investigación detectaron un plan violento de la oposición.
“Los informes de inteligencia señalan a algunos factores, a algunos grupos muy minúsculos, por supuesto, que andan planificando unas acciones que no están en el marco de la legalidad constitucionalidad”, declaró al canal estatal de televisión VTV.
“Tenemos conocimiento de cuáles son las tareas que han desarrollado al respecto”, aseguró el ministro antes de advertir que quienes intenten subvertir el orden, en un empeño por “querer cambiar los acontecimientos, serán reducidos por las fuerzas del orden y seguridad, y quizás por el mismo pueblo”.
Este artículo fue complementado con servicios cablegráficos de El Nuevo Herald
adelgado@elnuevoherald.com
Cada vez son más frecuentes las advertencias del gobierno de Venezuela de que espera una situación irregular durante los cruciales comicios del domingo, y se multiplican las denuncias de sus más altos portavoces de que la oposición planea recurrir el terrorismo para desconocer la voluntad popular.
Pero de acuerdo con expertos consultados por El Nuevo Herald, lo que podría estar ocurriendo es exactamente lo contrario, con un gobierno temeroso ante las crecientes señales de una derrota electoral frente al candidato de la oposición Henrique Capriles.
“Estos pronunciamientos son claramente calculados para esconder sus planes de suprimir a la oposición. Es un plan que ya ha sido desenmascarado públicamente, pero no hay dudas de que ellos prevén seguir adelante con ellos”, afirmó el ex embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roger Noriega.
“Es obvio para mí, así como para la comunidad internacional, que Chávez está perdiendo terreno […] y respaldo ante sus desmoralizados seguidores. Los pronunciamientos que hemos visto son parte de un plan de este régimen de hacer uso de la violencia para descarrilar el proceso democrático”, añadió Noriega.
Según los analistas., las advertencias del gobierno sobre los planes de la oposición no son sino una excusa anticipada para usar la fuerza, e incluso envían un claro mensaje a la oposición: de perder los comicios, el gobierno de Hugo Chávez no entregará el poder.
Es un mensaje que ha estado siendo transmitido desde hace algún tiempo, agregó el ex embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Diego Arria, quien compitió contra Capriles durante las primarias de la oposición.
“Vienen diciendo que la oposición intenta desestabilizar el país para desconocer los resultados electorales y tiene organizado planes de violencia. Y a eso Chávez le agrega: es imposible que perdamos”, afirmó Arria desde Caracas.
“Entonces el mensaje final es: la única manera de que nosotros perdamos es que nos hagan fraude y que haya violencia. Pero resulta que el único que puede cometer el fraude es el gobierno que maneja el Consejo Nacional Electoral, y son ellos los que tiene el control de la fuerza armada”, sostuvo.
Pero además, el oficialismo también tiene acceso a grupos de seguidores armados que han sido entrenados a usar las armas para defender a la revolución.
La recurrencia con que los pronunciamientos han sido emitidos en los últimos días, bien podría ser una señal de que el gobierno esté preocupado por el desenvolvimiento de la campaña, en medio de señales de que la popularidad de Chávez está en descenso y la del candidato de la oposición va en alza.
“Si el gobierno está viendo esa posibilidad, de un margen estrecho de victoria [a favor de Capriles], es probable que se está sintiendo inclinado a tocar las teclas de la violencia, para tratar de impulsar la expulsión y para tratar de evitar que más gente salga a votar que desfavorece al gobierno, y para evitar el voto oculto, o el cruce de votos de sus afectos”, afirmó el analista y asesor electoral, Orlando Viera-Blanco
“Es por eso que hay un discurso de violencia, de desconocimiento, o de inversión de la carga del compromiso de reconocer una victoria”, señaló.
El martes dos senadores estadounidenses, Robert Menéndez (Nueva Jersey) y Marco Rubio (Florida), advirtieron que Washington estará monitoreando el desempeño de los comicios con mucho detenimiento.
“El gobierno venezolano tiene la obligación de sostener un proceso electoral libre y transparente, garantizar la seguridades de los electores y respetar la voluntad de los votantes”, dijeron los senadores en un comunicado.
“El pueblo venezolano debe saber que las democracias en el Hemisferio Occidental están dispuestas a responsabilizar a cualquier individuo que amenace con interrumpir la pacífica conducción de elecciones libres y justas”, sostuvieron.
La tecla de la violencia es una que el gobierno ha estado presionando con fuerza en los últimos días.
Chávez, quien espera conquistar el domingo un nuevo período presidencial de seis años, indicó el sábado que la oposición elabora planes para sabotear las instalaciones eléctricas, con el objetivo de dejar al país a oscuras el día de las elecciones.
“Creen que con eso van a amedrentar, pero se equivocan”, declaró el mandatario antes de advertir que la oposición tiene una agenda para alterar el orden público que pretende ser utilizada el día de las elecciones.
“No lo intenten, porque van a fracasar”, apuntó.
Dos días después, el representante permanente de Venezuela ante la ONU, Jorge Valero, se encontraba llevando el mensaje ante el organismo multilateral, añadiendo que la oposición preveía hacer uso de la violencia en el caso de que Chávez gane las elecciones.
“Denunciamos responsablemente ante la comunidad internacional que sectores nacionales antidemocráticos y golpistas, en alianza con poderosos intereses foráneos, intentarán utilizar la violencia para desconocer la voluntad popular”, aseguró Valero en la Asamblea General de la ONU, reunida en Nueva York.
“El pueblo venezolano, sin embargo, está preparado para defender, una vez más, sus conquistas democráticas y revolucionarias”, advirtió el diplomático.
El mensaje fue repetido en la ONU por el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, quien manifestó la “solidaridad” de su país con el presidente Chávez.
“Las inminentes elecciones en la hermana República Bolivariana de Venezuela serán decisivas para el destino común de la región. Al pueblo venezolano y a su líder, el presidente Chávez, expresamos toda nuestra solidaridad ante los intentos de desestabilización que se avizoran”, afirmó Rodríguez.
“Los poderes que gobiernan en los Estados Unidos cometerían un gravísimo error, de consecuencias impredecibles, si alentaran revertir por la fuerza las conquistas sociales de nuestros pueblos”, agregó.
El mensaje volvió a ser repetido el martes, de boca del ministro de Defensa, Henry Rangel, quien advirtió que los organismos castrenses de investigación detectaron un plan violento de la oposición.
“Los informes de inteligencia señalan a algunos factores, a algunos grupos muy minúsculos, por supuesto, que andan planificando unas acciones que no están en el marco de la legalidad constitucionalidad”, declaró al canal estatal de televisión VTV.
“Tenemos conocimiento de cuáles son las tareas que han desarrollado al respecto”, aseguró el ministro antes de advertir que quienes intenten subvertir el orden, en un empeño por “querer cambiar los acontecimientos, serán reducidos por las fuerzas del orden y seguridad, y quizás por el mismo pueblo”.
Este artículo fue complementado con servicios cablegráficos de El Nuevo Herald
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