TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 6 de febrero de 2011 05:06 PM
La celebración de los 12 años de gobierno de Hugo Chávez se vio frustrada tras verse en el espejo. Disculpen, quise decir que se vio frustrada tras ver lo que está pasando en Egipto con la inevitable caída de Mubarak.
Es un ejercicio muy difícil el no caer en la comparación de lo que está sucediendo en el Medio Oriente y a su vez en Venezuela. Parece inclusive que hasta se pusieron de acuerdo para decir el mismo mensaje. Uno dice que si se va del país llegará un radicalismo islámico mientras el otro dice que su partida significaría la implantación de un sistema capitalista salvaje. Mubarak dice que lo apoya la mayoría silenciosa mientras que el jefe de aquí alega contar con la mayoría a pesar de que las últimas elecciones digan lo contrario. Lo que sí comparten ambos mandatarios es que ninguno cuenta con el apoyo de los jóvenes del país y eso parece ser la gran derrota política para ambos.
El discurso del presidente venezolano el día de la celebración será recordado por la cantidad de omisiones que tuvo. Entre otras cosas no explicó el porqué si la revolución bolivariana está tan sólida y estable, entonces ¿por que tenemos la inflación más alta de América Latina? Tampoco mencionó cómo el comercio con nuestros vecinos colombianos cada vez disminuye más; ni cómo la empresa más importante económicamente en el país, Pdvsa, se cae a pedazos.
En todo caso, esta fiesta aguada de los 12 años será recordada como el día que unos cuentan los días del fin mientras otros cuentan los días del nuevo comienzo.
Es un ejercicio muy difícil el no caer en la comparación de lo que está sucediendo en el Medio Oriente y a su vez en Venezuela. Parece inclusive que hasta se pusieron de acuerdo para decir el mismo mensaje. Uno dice que si se va del país llegará un radicalismo islámico mientras el otro dice que su partida significaría la implantación de un sistema capitalista salvaje. Mubarak dice que lo apoya la mayoría silenciosa mientras que el jefe de aquí alega contar con la mayoría a pesar de que las últimas elecciones digan lo contrario. Lo que sí comparten ambos mandatarios es que ninguno cuenta con el apoyo de los jóvenes del país y eso parece ser la gran derrota política para ambos.
El discurso del presidente venezolano el día de la celebración será recordado por la cantidad de omisiones que tuvo. Entre otras cosas no explicó el porqué si la revolución bolivariana está tan sólida y estable, entonces ¿por que tenemos la inflación más alta de América Latina? Tampoco mencionó cómo el comercio con nuestros vecinos colombianos cada vez disminuye más; ni cómo la empresa más importante económicamente en el país, Pdvsa, se cae a pedazos.
En todo caso, esta fiesta aguada de los 12 años será recordada como el día que unos cuentan los días del fin mientras otros cuentan los días del nuevo comienzo.
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