Gustavo Coronel
UNA REFLEXIÓN DOMINICAL
Mientras
el Papa envía sus buenos deseos por la paz y el Nuncio Apostólico
interviene en las conversaciones que buscan la reconciliación. Mientras
el Canciller Ecuatoriano, Ricardo Patiño, dice que hay que llevar a
los estudiantes a la mesa de diálogo. Mientras los miembros de la MUD
hacen algunas concesiones al régimen para que al régimen se le ablande
el corazón y pueda hacerles algunas concesiones a ellos. Mientras Luis
Vicente León define hoy en su escrito de El Universal a quienes rechazan
el diálogo como los radicales, en peligro de ser aislados, ver: http://www.eluniversal.com/opinion/140420/tiene-sentido-el-dialogo
Mientras Ramos Allup dice que el 80% de los venezolanos desean el
diálogo. Es decir, mientras todas estas buenas personas ansiosas por
ayudar a Venezuela apaciguan, tranquilizan, endulzan, consuelan y
filosofan, la maquinaria del régimen prosigue –impertérrita - su plan
de destrucción nacional.
Lo
que un simple Venezolano ve – y ellos no - es que este sentarse a la
mesa con el régimen es: (1), una inevitable validación del grotesco
régimen; y (2), una maniobra del régimen para que todo siga igual,
mientras los dialogantes hacen uso de sus dotes oratorias reales o
imaginarias y aconsejan paciencia para enfrentar un largo y difícil
proceso de toma y dame.
En
especial, la validación que le otorga el grupo de la MUD al régimen es
- no nos cansaremos de decirlo - inmoral. Sentarse a la mesa con el
hamponato chavista significa, quiéranlo o no, una aceptación de que
este es un grupo con el cual se puede dialogar de tú a tú. Y, sin
embargo, no está lejano el momento en el cual este grupo de oposición
acusó a Maduro de ilegítimo. Es que acaso, segun ellos, ha dejado de
serlo? O, si lo creen así todavía, sentarse a la mesa con él no presenta
una entrega de principios? Uno no puede nadar entre estas dos aguas
impunemente, sin pagar un alto precio en credibilidad. Por ello, a
diferencia de lo que postula León hoy en su escrito de El Universal,
pienso que el peligro inminente de aislamiento nacional no lo corren
quienes protestan sino la MUD.
Veamos
un ejemplo del proceso de destrucción nacional a la cual una oposición
“pragmática” parece estarse amoldando. Me refiero al adoctrinamiento
ideológico de nuestros niños, un proceso feroz, despiadado, de
envenamiento de los niños y jovenes venezolanos, tal como ocurrió en la
desdichada Cuba. Hoy en día está en marcha, y ha estado en marcha por
años ya – un proceso de culto a la personalidad segun el cual, los niños
venezolanos están reemplazando en sus mentes a los héroes verdaderos
con una cloacal generación de héroes de la revolución, desde el Ché
hasta el difunto, sin olvidar a los ladrones de ganado de nuestro siglo
XIX. Esta glorificación del hamponato castro-chavista, de la
mediocridad como símbolo de éxito, está produciendo desde hace algun
tiempo una sociedad de esclavos. Ver este video amatur, hacho por una
madre quien no está de acuerdo con la sinverguenzura de los maestros: http://www.lapatilla.com/site/2014/03/11/para-que-no-quede-duda-asi-adoctrinan-a-los-preescolares-de-venezuela-video/
En
las escuelas los nuevos textos adulteran la historia del país,
representan una grosera y criminal manera de convertir a los niños
venezolanos en robots, como los niños Cubanos que gritan: Patria,
socialismo o muerte o que llaman al Internet un producto del Diablo.
PARA MAS DATOS, AQUI TRANSCRIBIMOS LA FICHA DE "ADOCTRINAMIENTO"
En
la prensa venezolana se reportan rechazos a este proceso pero es
necesario que tal rechazo sea liderado vigorosamente y que sea objeto de
protestas masivas. En las escuelas
ponen a los infantes a dibujar a los soldados sonrientes e indicándole
que "ellos son buenos”. Ha renacido el propósito de eliminar las
sociedades de padres y representantes para reemplazarlos por las
famosas comunas. Los libros para aprender a leer son a base de
propaganda ideológica, mediante la cual se siembra el odio de clases.
Todo está orientado para crear una sociedad militarizada, autocrática,
sin libertad.
Este
es el verdadero campo de batalla, no una mesa en Miraflores. El país
que conocemos desaparece agobiado por la corrupción, el abuso de poder,
el adoctrinamiento ideológico, la venta de nuestra soberanía, mientras
continúa un proceso de acercamiento con el régimen disfrazado de
civilización, que no es otra cosa que barrer la basura debajo de la
alfombra.
La creación de un país miserable
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