Pastor Heydra. Sin Rodeos
“Cuando lo extraordinario se hace
cotidiano, es que ha llegado la revolución” La frase es atribuida al Ché
Guevara, aun cuando tiene sabor de mayo francés. La leí en algún momento de mi
adolescencia. Lo que no pude recordar fue
el contexto, ni el lugar en que la dijo. He tratado de indagar, he
llamado a amigos de aquella otra izquierda, y la verdad es que no he dado en el clavo. Pero en todo caso lo
relevante es que sigue teniendo el poder de “la dialéctica”. Da para todo. Una
suerte de ungüento mágico, de joker de la baraja que permite resolver a los
nuevos “revolucionarios” sin doctrina, ni estudios y a sus poco imaginativos
dirigentes, incapaces de crear un slogan en el que apoyarse, debiendo recurrir
al préstamo ideológico cubano de la manera más simplona, despachando cualquier
discusión compleja con un “lo dijo el Ché o el
comandante eterno”, y amén. ¿Para qué buscar más razones o el tercer pie
del gato, en la versión gramatical cervantina, o la misma quinta pata popular?
Manuel
Caballero en su artículo del 7 de marzo, 2010, pienso que dijo lo adecuado a
este tiempo de turbulencia que se comenzaba a vivir ¿qué pasa cuando lo
cotidiano es lo extraordinario?, se preguntaba. Y su muerte le impidió ver muy
poco. Si hacemos, como lo sugirió el historiador larense, un estudio
comparativo entre las revoluciones clásicas y lo que ocurre en Venezuela, no
podemos sino llegar a la conclusión que
el intento gráfico del “guerrillero heroico” aquí se interpretó como un “vamos
de a p´atrás”. Y de esa no salimos.
Se le
buscan las tres o las cinco patas al gato, (ya Raúl Fuentes escribió en El
Nacional del 18-11 sobre la materia), cuando lo que tiene son las cuatro que le
vemos, sin ponerle ni quitarle nada. Si tuviera tres sería un gato mocho, si
fueran cinco un fenómeno. Así de simple.
En
nuestra Venezuela son muchos los que corean al lado de Caballero que “vamos de
a p´atrás”. Sencillamente, porque es así, es la nueva cotidianeidad qué
sustituyó la anterior por otra que semeja, en un país riico, la economía de guerra
en los tiempos de Lenin y Stalin, o los
de la Cuba fidelista. ¿O acaso usted no lo percibe, lo vive y lo siente?
Venezuela
nunca había tenido una inflación tan galopante como la existente que ya marca
record mundial. La escasez es para coger palco. La historia de las colas las
viví en Chile en un gobierno asediado como el de Salvador Allende, pero allí
había solo cobre, agricultura, ganadería y vinos, y una derecha de verdad que
no toleró la existencia de una democracia con sabor socialista, pero democracia
respetuosa; acá tenemos petróleo y con unos ingresos por ese concepto nunca
vistos, que le han permitido a un gobierno con muchas “mechitas” totalitarias
darse el lujo de quebrar nuestro aparato productivo privado y estatal, para
sustituirlo por una economía de puertos, que es el gran paraíso de mafias y
bribones aparecidos al son de los nuevos cánticos rojos, que le otorgan
impunidad ¿O miento?
Se habla
de “guerra económica”, cuando en realidad ella ha sido montada por un diseño
equívoco y un quintacolumnismo integrado por
ineptos de capa roja que manipulan la cosa pública, y han inventado un
manejo de divisas y un control de cambios único en toda la historia de la
humanidad, donde nos damos el lujo de tener cuatro modalidades distintas de
acceder a la moneda extranjera, disparándose a niveles impensados el llamado
dólar paralelo. Al igual con la corrupción, cuando hay leyes que no se aplican,
ni quien lo haga. Por lo demás los corruptos son los que tienen acceso al
tesoro público, son quienes manejan recursos para asociarse con contratistas y
hacer sus buenos negocitos a costillas del erario.
Lo que
no quiere entender Maduro y su equipo, y buena parte de la dirigencia opositora
que facilitó este salto atrás, es que las cosas están tan al revés, que incluso
hasta voltearon la célebre l frase del Ché. En la Venezuela de hoy “lo
cotidiano fue lo que se hizo extraordinario” y por eso es que no hay
revolución… sino puro “ñemeo” con antifaz escarlata.
pastorheydra24680@gmail.com @PastorHeydra
E N
C O N
C R E
T O
1.- Ya
llegó diciembre….¿Y?
Ya llegó
diciembre. Hoy ya es 24, tan solo falta
una semana para el inició de la temporada decembrina. Lo más difícil es poder
llegar y salir de la isla. Los ferris no son todos los que están, al igual que
los aviones. Hay un déficit importante en estas formas de transporte comercial
que son las únicas formas que nos permiten llegar a esta isla de gracia. La
corrupción ha llegado a los mostradores de las líneas aéreas y marítimas. El
pasaje preferencial para la tercera edad desapareció. Y si desea viajar tiene que bajarse de la mula. La
historia oscila entre 1.000 y 5.000 bolívares de acuerdo a la cara que le vean.
La nueva modalidad es que usted le trae al despachador un potecito pequeño de
agua y en la bolsita que lo contiene va “el bojotico” que le garantiza que
pueda volar o navegar. ¿Y las instituciones que deben regular y controlar esos
servicios?. Bien, gracias, viendo tele,
partiendo “la cochina”, o
hablando de los acontecimientos menudos del día. O quien sabe que otra cosa
harán
La política se aleja de la calle, aun cuando no de las
mesas familiares. ¿adónde iremos a parar? Será pregunta obligatoria. Para los
de rojo, no hay duda ¡al avance de la “revolución”, para los otros los “del
limbo meesmo” expectantes, sin
respuesta. Comentarán las elecciones internas del PSUV, que pocos saben para
que servirán o de la añoranza de primarias opositoras que no se asoman, ni al
parecer lo harán por ninguna parte, pues el reino de las jefaturas al parecer
así lo ha decidió. Pero hay patria, y hay democracia. Pero pá lante, que pá
tras espanta.
A ello se acumula que la mayoría de los negocios de
Puerto Libre no exhiben nuevas mercancías, y las que tienen suben de precio por
arte de “birlibirloque” y sin posibilidad de chistar. Vino un incremento del
impuesto a los licores. El superintendente, hermano de Diosdado dijo que eso no
era para ahora sino para febrero o marzo, pero métase en un bodegón y verá como
todo sube, y hasta las ofertas del gobernador no se concretan por ningún lado.
El alza de los precios del mercado de alimentos se va elevando cada día más a
las inasibles nubes. A pesar de los esfuerzos populistas del gobierno con su
cadena de Mercal y PDVAL los platos tradicionales serán de difícil aparición.
Los perniles dicen que se consiguen en la red oficial, pero para acceder a
ellos, si es que puede hacerlo debe hacer una cola endemoniada que lo sujeta a
ese carruaje por todo un día, sin que nadie le garantice que será fructífero.
Olvídese de pavo o cualquier otra alternativa. A menos que inventé un pollo o
un buen pescado con formula decembrina. Ocurre lo mismo con las gaitas. Neguito
Borjas saca “No quiero ser la mitad” que
habla de dialogo e integración nacional, y resulta insultante para el
oficialismo. Muchas emisoras y el monopolio gubernamental en radio y tv la
bloquean.
Se pusieron a valer las castañas criollas, pues las
españolas, al igual que nueces, avellanas y almendras, peras, manzanas,
turrones han pasado a la categoría de artículos exóticos. Una buena hallaca no
le baja de 200 bolívares, y para hacerla en casa hay que inventar para
conseguir la harina pan, el aceite, las aceitunas, alcaparras y hay que parir
hasta nuevos condimentos. Y el whisky bajó a niveles de venadito, de perrito;
volveremos al vino de pasita, al ponsigué y a la “leche de burra”. Porque el
ron subió de categoría.
Llegó diciembre, los nacimientos florecerán, pues los
pinos están marchitos. Si se le quemaron las luces del año pasado, los precios
de la de este, son inalcanzables. ¿Y los regalos? Se estrecharán como nunca.
Y si eso fuera todo. Bueno…, pero faltan los cortes de
electricidad, la carencia de agua y la delincuencia desatada. La masa como que
no está para bollos. Sin embargo no dejamos de repetir esperanzados:
¡Feliz navidad y
próspero año nuevo!.
Vía La Hora / Que pasa Margarita
No comments:
Post a Comment