En: http://www.lapatilla.com/site/2014/12/24/jurate-rosales-venezuela-el-camello-abandonado/
Júrate Rosales
El 11 de marzo del año 2013, el excanciller de Venezuela, Simón
Alberto Consalvi, fallecía sorpresivamente de un infarto, después de
escribir minutos antes un twitter: “Lean en El Nuevo País a Jurate
Rosales, Las venas abiertas de Venezuela”. El twit corrió por las redes
sociales, no por lo que escribí ese día, sino por la terrible
coincidencia del fallecimiento, porque fue la última misiva del
exdiplomático.
Ese artículo del año 2013 se refería al avance técnico norteamericano
para extraer petróleo de las rocas, el “craqueo” de lutitas que dejaría
el petróleo convencional de PDVSA obsoleto. Entre los comentarios que
suscitó, un lector mencionó en la red que la advertencia debería ser
tema de una sesión de la Asamblea Nacional Venezolana, para evaluar los
peligros económicos que amenazaban al país. Por supuesto eso no se hizo.
En cuanto al gobierno venezolano, nadie se dio por enterado, nadie
planteó el tema y mucho menos se tomaron medidas preventivas por algo,
que para entonces era más que evidente. Quien empezó a trabajar para
resguardarse, sin necesidad de leerme, fue Cuba. Venezuela fue dejada de
lado, aplicando en cierta forma la receta pregonada por el difunto Hugo
Chávez, de que a los camellos se les utiliza para atravesar el desierto
y después se les abandona (frase de Nietzsche en su obra Así habló
Zarathustra).
En ese abandono hay varios temas a tratar. Las conversaciones
secretas entre Estados Unidos y Cuba llevaban, según afirma el
Departamento de Estado, 18 meses. Nicolás Maduro no parece haber sabido
nada de ellas al juzgar por su actitud frente a Estados Unidos. Lo
primero que debemos preguntar es ¿cómo funcionan los servicios de
inteligencia del gobierno venezolano? ¿Todavía existen, o Miraflores
depende exclusivamente de lo que los servicios cubanos se dignan de
informarle? ¿Cómo es posible que con la cercanía que existió hasta ahora
entre Cuba y Venezuela, el gobierno venezolano no haya picado adelante
en el acercamiento a Estados Unidos, igual como estos últimos picaron
adelante a la Unión Europea que también estaba en eso? ¡Algo que El
Nuevo País, en la pluma de Rafael Poleo, se cansó de advertir! ¿O es que
los chavistas no leen?
Otra pregunta: ¿qué tiene de tan especial Cuba para haber servido de
base importante a lo largo de su Historia, primero a España, luego
Estados Unidos, después a Rusia, fue rescatada de esos padrinos por la
ignorancia política de Hugo Chávez y ahora vuelve al regazo del “gigante
del norte”, según terminología de Maduro? Cuba carece de yacimientos
valiosos de cualquier tipo y su agricultura fue destruida por el
comunismo. Lo único que tiene es su situación geográfica que le otorga
la atención de los estrategas – recuerden la crisis de los misiles entre
Krushchev y Kennedy.
En los años 50, cuando Cuba era una isla muy visitada por el turismo
norteamericano debido a la cercanía y vuelos cortos, por ende, baratos,
tenía ese ingreso del turismo, pero también existía la agricultura de la
caña y del tabaco. Cuba exportaba azúcar, ron, cigarros de calidad,
además de fomentar un turismo muy activo, con el lujoso show de
Copacabana como atracción primordial. El comunismo mató la producción
agrícola y cambió el turismo de clase por la miseria de la prostitución
de calle.
Le quedó a Cuba su situación geográfica a dos pasos de Florida, con
las vías abiertas a todos los continentes: Asia por Panamá, América del
Norte y América del sur, el Caribe y la vía a Europa. Su cercanía a
Estados Unidos le brinda hoy su principal ventaja, que nadie puede
eliminar.
Pasemos ahora a Venezuela y a la asombrosa – diríamos que insólita
por increíble – ceguera de sus dirigentes. La inconsciencia política de
los venezolanos logró que en tres lustros apenas, se haya despilfarrado
una inmensa riqueza de un millón de millones de dólares y de paso,
mataron a la gallina de los huevos de oro que era PDVSA, se destruyó la
agricultura, la ganadería, las industrias y ahora el comercio – cosas
que necesitan décadas de crecimiento para producir a plenitud. Además,
Hugo Chávez hizo lo posible para destruir hasta lo indestructible, que
es la situación geográfica y si no lo logró, fue gracias a la
consciencia de la Fuerza Armada que no lo permitió. Debemos darles a los
vilipendiados militares ese mérito y reconocer que es lo único que
preservaron, como el último bien que le queda al país. Explico a
continuación.
La dejadez de Chávez en materia del Esequibo a cambio de votos en la
OEA, el silencio ante los movimientos de Guyana en la ONU para arrebatar
a Venezuela su vital salida al Atlántico por la boca del Orinoco, la
penetración de la guerrilla colombiana apoderándose de facto de la
Goajira y de espacios en Apure, son delitos de traición a la patria por
descuidar las fronteras. Si no hubo abandono de la isla de Las Aves
donde la presencia venezolana garantiza al Estado un espacio marítimo
casi igual a su espacio terrestre, lo deben los venezolanos a su Armada y
cabe reconocerle ese mérito. Porque de no ser por los militares,
también esto estaba siendo entregado por Hugo Chávez.
¿Qué le queda ahora a Venezuela como valor tangible para hacerse oír en
la comunidad internacional? La destrucción de sus valores ha sido tan
profunda, que ni siquiera sus inmensas riquezas mineras y petroleras son
valoradas en este momento, por la imposibilidad política, social y
técnica de explotarlas, salvo por la vía de entrega a manos foráneas.
Porque hasta gran parte de su acervo intelectual y técnico humano, ha
sido empujado hacia la emigración a otros países.
De tal manera que en el naufragio “socialista-comunista” de Venecuba,
la isla de los Castro flota asida del salvavidas norteamericano, pero
Venezuela está dejada a flotar como pueda. Venezuela ha sido el camello,
abandonado a su suerte.
Publicado en el diario venezolano El Nuevo País, del lunes 22 de diciembre 2014
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