EL UNIVERSAL
jueves 1 de enero de 2015 05:35 PM
La Habana.-
La artista cubana Tania Bruguera afirmó que con la ola represiva que se
desató para impedir que montara una tribuna pública en La Habana, el
gobierno de Raúl Castro cambió el sentido a su "performance", dio una
lección de "intolerancia" y creó "el caos".
"El gobierno hizo la obra por mí, pero la montó a la manera de siempre, un poco aburrida, sin sorpresas. Le cambió el sentido a la obra, dio una lección de intolerancia (...) y todo lo que hizo fue crear el caos", dijo con ironía Bruguera este jueves en una entrevista con la AFP.
La artista de 46 años y que reside alternativamente en la isla, Estados Unidos y Francia, fue detenida dos veces, el martes y miércoles, junto a otros 50 disidentes al desafiar al gobierno por pretender montar su "performance" en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana para que se expresarán libremente los cubanos.
Ahora enfrenta un "proceso legal" en el que se le acusa "de que la performance tenía el objetivo de incitar al desorden público y por resistencia a la policía", y deberá permanecer en la isla, pues las autoridades cubanas le "quitaron el pasaporte".
Bruguera, quien se definió como una "mujer de izquierdas", rechazó que la obra artística que diseñó "con mucha profesionalidad, orden y total transparencia" -la promocionó en las redes sociales antes de llegar a la isla el viernes para montarla-, pudiera ser considerada "una provocación", y negó que detrás de su obra "esté alguna compañía americana", como ya le han sugerido.
"No hay detrás de esto una compañía americana, no hay nadie. Tampoco soy agente de la CIA", añadió la artista, que destacó que con los agentes de la Seguridad del Estado cubano sus "conversaciones han sido diáfanas y cordiales" y que durante las horas que pasó detenida la trataron "muy bien".
"No entiendo por qué tienen miedo"
"La idea era poner en un plaza pública los micrófonos para que hablaran todos los cubanos que quisieran sobre los momentos que estamos viviendo, la dudas que tenían", explicó Bruguera, refiriéndose en particular a la histórica reconciliación entre Cuba y Estados Unidos que los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron simultáneamente el 17 de diciembre.
"¿Por qué no pueden confiar en que haya un cubano que pueda tener, en un momento como este una respuesta entusiasta, y que diga yo también quiero ser parte de ese cambioâ", se preguntó.
Su iniciativa fue rechazada de antemano por las oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba, que la tildó de "provocación política", y por el consejo Nacional de Artes Plásticas, dependiente del Ministerio de Cultura, que afirmó se trataba de un "reality show" y no de una obra de arte.
"Realmente no me esperaba esta reacción (...) y no entiendo por qué tienen miedo", manifestó Bruguera, quien desconocía este jueves que la ola de detenciones desatada por el Gobierno para impedir su tribuna causó el primer roce entre Washington y La Habana tras el histórico anuncio.
Subrayó que su única intención era lograr que "la gente que habla cosas distintas (que tiene puntos de vistas diferentes) lograra en un mismo espacio compartir y tolerarse, porque pienso que para hacer esa Cuba que quiere Raúl (Castro) y que quieren los cubanos, hay que empezar a perdonar muchas cosas y olvidarse de muchas cosas, porque si no esto va a hacer un desastre".
"El gobierno necesita repensar el sistema que está teniendo para dar respuesta a algunos asuntos", dijo Bruguera considerando que, aunque no lo haya podido realizar, su performance "fue un éxito".
"El gobierno hizo la obra por mí, pero la montó a la manera de siempre, un poco aburrida, sin sorpresas. Le cambió el sentido a la obra, dio una lección de intolerancia (...) y todo lo que hizo fue crear el caos", dijo con ironía Bruguera este jueves en una entrevista con la AFP.
La artista de 46 años y que reside alternativamente en la isla, Estados Unidos y Francia, fue detenida dos veces, el martes y miércoles, junto a otros 50 disidentes al desafiar al gobierno por pretender montar su "performance" en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana para que se expresarán libremente los cubanos.
Ahora enfrenta un "proceso legal" en el que se le acusa "de que la performance tenía el objetivo de incitar al desorden público y por resistencia a la policía", y deberá permanecer en la isla, pues las autoridades cubanas le "quitaron el pasaporte".
Bruguera, quien se definió como una "mujer de izquierdas", rechazó que la obra artística que diseñó "con mucha profesionalidad, orden y total transparencia" -la promocionó en las redes sociales antes de llegar a la isla el viernes para montarla-, pudiera ser considerada "una provocación", y negó que detrás de su obra "esté alguna compañía americana", como ya le han sugerido.
"No hay detrás de esto una compañía americana, no hay nadie. Tampoco soy agente de la CIA", añadió la artista, que destacó que con los agentes de la Seguridad del Estado cubano sus "conversaciones han sido diáfanas y cordiales" y que durante las horas que pasó detenida la trataron "muy bien".
"No entiendo por qué tienen miedo"
"La idea era poner en un plaza pública los micrófonos para que hablaran todos los cubanos que quisieran sobre los momentos que estamos viviendo, la dudas que tenían", explicó Bruguera, refiriéndose en particular a la histórica reconciliación entre Cuba y Estados Unidos que los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron simultáneamente el 17 de diciembre.
"¿Por qué no pueden confiar en que haya un cubano que pueda tener, en un momento como este una respuesta entusiasta, y que diga yo también quiero ser parte de ese cambioâ", se preguntó.
Su iniciativa fue rechazada de antemano por las oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba, que la tildó de "provocación política", y por el consejo Nacional de Artes Plásticas, dependiente del Ministerio de Cultura, que afirmó se trataba de un "reality show" y no de una obra de arte.
"Realmente no me esperaba esta reacción (...) y no entiendo por qué tienen miedo", manifestó Bruguera, quien desconocía este jueves que la ola de detenciones desatada por el Gobierno para impedir su tribuna causó el primer roce entre Washington y La Habana tras el histórico anuncio.
Subrayó que su única intención era lograr que "la gente que habla cosas distintas (que tiene puntos de vistas diferentes) lograra en un mismo espacio compartir y tolerarse, porque pienso que para hacer esa Cuba que quiere Raúl (Castro) y que quieren los cubanos, hay que empezar a perdonar muchas cosas y olvidarse de muchas cosas, porque si no esto va a hacer un desastre".
"El gobierno necesita repensar el sistema que está teniendo para dar respuesta a algunos asuntos", dijo Bruguera considerando que, aunque no lo haya podido realizar, su performance "fue un éxito".
No comments:
Post a Comment