Wednesday, October 28, 2015

Revolution translator: Sobre la demanda del BCV contra DolarToday

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Daniel Paravisini

La demanda del Banco Central de Venezuela en contra de DolarToday es una nueva oportunidad de analizar la postura de las autoridades venezolanas en materia económica. DolarToday es una página web que publica noticias de corte anti-oficialista y una estimación del valor del dólar en el mercado negro. En la demanda se ha solicitado a la justicia estadounidense que prohíba aDolarToday hacer públicas sus estimaciones del valor del dólar.
No puedo, ni pretendo, analizar la querella desde el punto de vista legal o político. El propósito es traducir del documento lo que el gobierno nos dice sobre la conducción de la política económica del país. El documento es demasiado largo transcribirlo de forma completa, así que me concentro en los cinco actos de los que acusa el BCV a DolarToday.[i]
Primera acusación: DolarToday exacerba las presiones inflacionarias que disminuyen el poder adquisitivo del pueblo venezolano y el Banco Central. 
Esta acusación sugiere que una página web tiene más influencia sobre las expectativas de inflación en Venezuela que cualquier comunicación del gobierno o del Banco Central. Esta es una afirmación extraordinaria por parte de un banco central de cualquier país, porque es una admisión de que el Estado venezolano perdió la credibilidad en materia de precios y de tipo de cambio. El Banco Central de Venezuela admite que los comerciantes, inversionistas, y consumidores venezolanos no creen  que los sucesivos ajustes y perfeccionamientos de los sistemas de control de cambio y de precios sirvan para algo. Es también una admisión de que la política del BCV de suprimir sistemáticamente cualquier tipo de información actualizada sobre la evolución de los precios no tuvo como resultado disminuir las expectativas de inflación.
Segunda y tercera acusación: DolarToday disminuye el valor del señoreaje que recolecta el Banco Central al imprimir o poner en circulación nueva moneda. DolarToday priva al Banco Central de recibir retornos reales alto al prestarle dinero a instituciones financieras.
El señoreaje en Venezuela es puro impuesto inflacionario: un impuesto que recolecta el estado al imprimir moneda para pagar sueldos, insumos y obligaciones financieras en moneda local. Imprimir moneda es un impuesto porque no genera valor, le transfiere recursos al estado al destruir el valor los bolívares en manos de las familias y empresas venezolanas. Estas dos acusaciones son una admisión de que la inflación en Venezuela no es una consecuencia imprevista de la expansión del gasto público. El documento explica que la alta inflación en Venezuela “es una consecuencia previsible de las políticas de la República que promueven la inclusión social de los pobres y el crecimiento.”[ii] Es decir, la inflación no es producto de una conspiración internacional, ni de empresarios inescrupulosos, sino de una política económica consciente del Estado venezolano.
Cuarta acusación: DolarToday impide que el Banco Central participe en el intercambio de capitales, porque los inversionistas buscan retornos en otras economías del mundo y hacen que los capitales abandonen al BCV. 
El problema para el gobierno es que el impuesto inflacionario es efectivo sólo si los agentes económicos no anticipan que el gobierno va a erosionar el valor de los bolívares. Las empresas y familias que lo anticipen tratarán de evitar empobrecerse deshaciéndose inmediatamente de los bolívares en sus cuentas bancarias o bolsillos, comprando bienes, divisas, o activos financieros en el exterior. A medida que desaparecen los bolívares, también desaparece la capacidad del gobierno de recaudar impuesto inflacionario y los capitales para inversión interna. Y todo esto es consecuencia directa de la política económica del gobierno de financiar el gasto con impuesto inflacionario. Lo que la lógica económica no puede explicar es por qué el BCV parece pensar que si no existiese DolarToday, los venezolanos automáticamente (¿mágicamente? ¿estúpidamente?) pasarían a pensar que no hay inflación.
Quinta acusación: DolarToday crea la falsa impresión de que el Banco Central y la República son incapaces de manejar la economía del país.
En esta quinta y última acusación el BCV admite que el venezolano promedio piensa que el gobierno venezolano es incapaz en materia económica. La reputación es un activo valiosísimo al momento de implementar políticas económicas, difícil de construir y fácil de perder. Sin embargo, el análisis económico tiene poco que decir sobre este componente de la querella. Es imposible creer que el gobierno ganó la reputación de incapaz como consecuencia de un número que publicaDolarToday.
¿Por qué una firma de abogados aceptaría un caso que va a perder? No tengo respuesta a esta pregunta, pero como tema de debate cierro con una anécdota proveniente de la ficción, tomada deBetter Call Saul, drama televisivo que cuenta los orígenes de un abogado inescrupuloso. Big Ricky, un emprendedor millonario de acento tejano, desea contratar al abogado para demandar al gobierno de  EE.UU. para que le permita la secesión de su hacienda de 450 hectáreas en una república independiente. El abogado, incrédulo y vacilante, le sugiere primero pactar el asunto de los honorarios. Big Ricky le pregunta si un millón de dólares, en efectivo, serían suficientes para poner al abogado bajo contrato, a lo cual el abogado responde, ahora con convicción, “cuenta conmigo.” En un giro brillante de su desvarío demencial, el empresario le trae al abogado un maletín repleto de billetes que parecen de 100 dólares, pero que están impresos con la cara de Big Ricky y son la moneda de la nueva república independiente. La movida es brillante porque sólo un abogado convencido de los méritos del juicio hubiese aceptado ese medio de pago (el abogado de la historia huye despavorido). Sólo queda averiguar si el bufete internacional que representa al BCV en la querella contra DolarToday aceptó bolívares fuertes como medio de pago.
[i] El texto original se puede obtener escribiendo a la firma de abogados que representa al BCV, Squire Patton Boggs. Los cinco puntos de la acusación se leen así en el original (Case 1:15-cv-00965-UNA, páginas 3 y 4):
1.Exacerbating inflationary pressures that diminish the purchasing power of the Venezuelan people and the Central Bank;
2.Diminishing the value of the Central Bank’s seigniorage for the new currency it prints (or the coins it mints) or that it newly puts into circulation;
3.Depriving the Central Bank of the higher real returns that it would otherwise receive on monies it lends to other financial institutions and entities;
4.Causing trade to be withheld from the Central Bank, as capital that it would otherwise retain or attract instead leaves, with investors seeking returns from other world economies; and
5.Creating the false impression that the Central Bank and the Republic are incapable of managing Venezuela’s economy.
[ii] Texto original (Case 1:15-cv-00965-UNA, página 9): “However unwelcome such inflation would be in the United States, it is an expected consequence of the Republic’s policies to promote social inclusion of the poor and economic growth.”

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