Gustavo Coronel
La
importancia del referendo revocatorio en 2016 es cada día más
fundamental para el futuro de Venezuela. Si se lleva a cabo en 2016,
como debe ser, revocaría al régimen,
ya que sacaría a Maduro y se tendrían que convocar elecciones
presidenciales, las cuales llevarían al reemplazo del régimen en el
poder. El país está más que listo para terminar con la pesadilla
chabacana, inepta y corrupta del chavismo. Es fácil advertir,
por lo tanto, que el régimen no va a permitir que ese referendo se
lleve a cabo este año y para ello usa y usará todas las tretas posibles,
con la colaboración de las harpías del Consejo Nacional Electoral y del
Alto Mando Militar.
Es
evidente que el país se acerca a una encrucijada más, en la cual tiene
que decidir si ponerse de pie y tratar de vivir de acuerdo a su historia
libertadora y de
“bravo” pueblo o resignarse, una vez más, a arrodillarse frente a un
régimen mediocre, lo cual - de suceder - haría a la sociedad venezolana
aún más mediocre que el régimen que lo acogota. En el nombre de la paz,
de la reconciliación y del amor fraterno se
han justificado en estos 17 años algunas posiciones y actitudes
sumisas e indignas de un pueblo que ha dado próceres de la independencia
de varias naciones y hombres y mujeres de gran coraje. En nombre de la
prudencia se ha justificado el silencio cómplice,
la actitud cobarde de algunos líderes y se continúa pidiendo un diálogo
que llevaría a la distracción del objetivo fundamental que es sacar al
régimen del poder. En nombre de la cautela ante la represión se ha
tolerado lo intolerable, se ha aceptado lo inaceptable
y se han acallado las voces éticas en nombre de una timorata actitud
conciliatoria.
Hoy,
sin embargo, se alinean una vez más los deseos y propósitos de los
líderes más importantes: Leopoldo López, María Corina Machado, Henrique
Capriles y Antonio Ledezma
parecen convencidos de que la Venezuela democrática no puede seguir
estirando la arruga de la docilidad. Capriles está firme y promueve el
revocatorio para 2016 en todo el país. Leopoldo llama a la calle. María
Corina es terminante al pedir acción. Las voces
de quienes aún piden entendimiento con un régimen abusivo que ve en el
entendimiento una señal de debilidad están siendo ahogadas por el clamor
de un país que ya no quiere esperar más. La presión internacional sobre
el régimen ha aumentado y las investigaciones
de la justicia estadounidense han desnudado al régimen, mostrándolo
como lo que es: ladrón, narcotraficante y totalmente desprovisto de
decoro. Esa presión internacional debe combinarse con una postura más
militante de los venezolanos para llevar a cabo el
revocatorio en 2016.
Si
el régimen no acepta el revocatorio 2016 el país debe estar listo para
ir a una confrontación final, a una protesta sin límite de tiempo, la
cual lleve a la salida
del régimen. En esta confrontación debe buscar la alianza con factores
externos que ya conocen la trágica situación venezolana: la OEA, la voz
individual de los países latinoamericanos, la Unión Europea, la Iglesia,
la ONU, las organizaciones internacionales
de derechos humanos, toda la sociedad democrática mundial.
El
componente clave será la organización interna para esta confrontación
final. He expresado la opinión, en múltiples ocasiones, que el país
necesita convocar un Gran
Frente Nacional para la Democracia, el cual incluya por supuesto a la
MUD, e incorpore a organizaciones de la sociedad civil que hasta ahora
se han mantenido relativamente aisladas las unas de las otras,
dispersando así el efecto oposicionista: las organizaciones
sindicales, los colegios profesionales, las organizaciones
empresariales, la Iglesia venezolana (la cual ha sido muy expresiva),
asociaciones de vecinos, universidades, en fin, toda la Venezuela
mayoritaria que desea salir de la pesadilla. Y este Gran Frente
Nacional deberá utilizar todas las herramientas de protesta consagradas
por la Constitución, incluyendo una huelga general indefinida, hasta
que el régimen se vaya.
Que
estas protestas masivas e indefinidas podrían llevar a la represión?
Ese es un riesgo que habría que tomar. Por evitar esta confrontación
final nos han estado matando
a pellizcos por largos años, se ha llevado a Venezuela a la ruina
material y moral. Ayer un grupo de “balseros” venezolanos intentó llegar
a Curazao. Ni la más afiebrada imaginación hubiese podido pensar en
esta posibilidad hace 17 años. Y, sin embargo, hoy
es realidad, así como lo es el envío de medicinas y alimentos a
Venezuela por parte de Trinidad y Tobago, Jamaica, Guatemala y otros
pequeños países de la región, ayuda que hay que agradecer en paralelo
con la condena que debemos dar al régimen que la ha
hecho necesaria. Así como es realidad la quiebra financiera del país,
el colapso de la industria petrolera, el narcotráfico en manos de la
Fuerza Armada y la degeneración de todas las instituciones del país.
Por un Gran Frente Nacional para la democracia ya!
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