Sunday, May 6, 2018

Moisés Naím: Nicolás Maduro y la banalidad del mal

Que la maldad puede ser banal ya nos lo explicó Hannah Arendt. Después de asistir al juicio contra Adolf Eichmann en 1961, Arendt escribió que su principal sorpresa fue descubrir lo anodino que era ese monstruoso ser humano. Este oficial nazi fue uno de los principales organizadores del Holocausto, en el que fueron asesinados más de 6 millones de niños, mujeres y hombres. Arendt cuenta que Eichmann no era muy inteligente; no pudo completar los estudios secundarios o la escuela vocacional y solo encontró empleo como vendedor itinerante gracias a los contactos de su familia. Según Arendt, Eichmann se refugiaba en “frases hechas, clichés y el lenguaje oficial”. Uno de los psicólogos que lo examinó reportó que “su única característica inusual era ser más ‘normal’ en sus hábitos y en su lenguaje que el promedio de la gente”. 
Por supuesto que hay grandes diferencias entre Adolf Eichmann y Nicolás Maduro. Pero también similitudes. A Maduro tampoco le fue muy bien en los estudios o en su vida laboral y sus tropiezos gramaticales siguen haciendo las delicias de quienes lo siguen en redes sociales. Las “frases hechas, clichés y el lenguaje oficial” saturan su vocabulario. Su banalidad es ya legendaria. 
El presidente de Venezuela acaba de publicar un muy revelador artículo de opinión en El País. En él documenta su mendacidad, confirma su banalidad y despliega su inmensa crueldad.

EN: 

No comments:

Post a Comment