BALTAZAR ENRIQUE PORRAS CARDOZO
27 DE OCTUBRE 2016 - 12:01 AM
El Papa Francisco ha nombrado segundo arzobispo de Coro a monseñor Mariano José Parra Sandoval, hasta ahora obispo de Ciudad Guayana, en sustitución de monseñor Roberto Lückert León, quien por razones de edad había presentado la renuncia de acuerdo al código de derecho canónico. Mons. Mariano, maracucho de nacimiento, de 69 años de edad, procede de familia levítica por ambos lados: sus tíos, monseñor Sandoval y el hermano de su papá el famoso y polémico monseñor Mariano Parra León, quien ejerciera como obispo en Cumaná a donde llevó a su sobrino a ejercer el ministerio sacerdotal. Doctor en teología por el Colegio Universitario de la diócesis de Rochester, Estados Unidos. Con amplia experiencia presbiteral como párroco, formador en seminarios y subsecretario de la Conferencia Episcopal. En 1994 fue nombrado tercer obispo de San Fernando de Apure y cuarto de Ciudad Guayana desde 2001 hasta el presente, cuando pasará a pastorear la tierra falconiana.
Obispo con olor a oveja, sencillo y jovial, cercano a la gente y con iniciativa para promover la pastoral sobre todo con los jóvenes. Curiosamente, quien lo llevó al Seminario es aquel a quien sucede en la tierra de los médanos, y en sus venas corre la savia de sus ancestros y el buen ejemplo amasado en tierras llaneras y orientales. Ahora cerca de su terruño natal seguirá la senda cultivada con creces por su antecesor.
Monseñor Roberto Lückert entrega una diócesis pujante, con abundante clero nativo, a la que ha recorrido infinidad de veces, preocupado por el progreso material y espiritual de sus fieles. Hombre rectilíneo, defensor de los derechos humanos y de los más pobres, tiene siempre una palabra amable y jocosa para sus amigos y una afilada crítica para quienes se desvían del camino de la justicia y la verdad. Siento admiración y orgullo de haber compartido toda una vida desde el Seminario Mayor hasta hoy, seguro de que su retiro en la tierra del sol amada, seguirá siendo voz profética para anunciar la buena nueva evangélica a los cuatro vientos. Más de tres décadas episcopales dejan honda huella en Cabimas y Falcón, para volver a la tierra marabina donde ejerció sus primeros años sacerdotales. Gracias, servidor bueno y fiel referencia de muchos de los proyectos exitosos de la Conferencia Episcopal en el campo de los medios de comunicación y en amplio espectro de la pastoral social en el que fue paladín en todo lo relativo a justicia y paz, del que nuestra sociedad está ávida de mayor equidad y respeto a la dignidad humana.
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