“No pararé”, aseguró el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, al enterarse de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, del pasado 25 de febrero, que ordenó a la Contraloría General y a la Fiscalía General investigarlo y enjuiciarlo por haber denunciado la corrupción en Petróleos de Venezuela, en especial durante la gestión de Rafael Ramírez.
“Magistrados del TSJ, si la investigación contra Ramírez es falsa, ¿por qué tantos presos por el caso de la Faja? Magistrados, contralor y Ministerio Público, amedrentarme no impedirá que la gigantesca corrupción de Pdvsa y particular de Ramírez siga saliendo”, afirmó.
Guevara consignó, como presidente de la Comisión de Contraloría, un informe, con 10 cajas, ante la plenaria de diputado sobre el desfalco de más de 11 millardos de dólares, detectado en la administración de Ramírez. “Al TSJ no le molesta que demostré el desfalco de Ramírez, sino que yo lo haya investigado. Ni las amenazas ni la represión harán que deje de ejercer mi labor y deber como diputado, vicepresidente de la Asamblea y venezolano”.
El 16 de noviembre de 2016, el Parlamento declaró la responsabilidad política de Ramírez y Javier Ochoa, ex presidente de Bariven, filial de Pdvsa (creada para la adquisición de materiales y equipos necesarios para las actividades de Explotación y Producción, Refinación y Gas) por supuestas irregularidades, cometidas entre 2004 y 2014.
El Legislativo exigió al presidente Nicolás Maduro la destitución de Ramírez del cargo de embajador de Venezuela ante la ONU, so pena de “ser cómplice” de los presuntos ilícitos.
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