Es un poco lo que sentí, no cuando el coronel Lugo le dio el empujoncito final al presidente de la Asamblea Nacional, como diciéndole “termínate de ir de aquí, pajizo”, sino cuando vi que en una reunión con un numeroso grupo de oficiales militares, el ahora ex presidente de la Asamblea, Cabello, alabó la acción del militar y conquistó el aplauso de la oficialidad presente. Y lo sentí más aún cuando el ilustre coronel fue condecorado por el propio presidente de la República. Fue más asombroso que la condecoración presidencial al general Antonio Benavides y el ascenso a general en jefe a Gustavo González López, ambos citados por el Ministerio Público, en calidad de imputados, por su alegada violación de los derechos humanos durante las recientes manifestaciones en contra del gobierno.
Basta que se acuse a personeros del régimen de que cometen actos violatorios de los Derechos Humanos para que Maduro los premie...."
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