ANTONIO RIVAS| EL UNIVERSAL
martes 28 de enero de 2014 12:00 AM
Luego de leer el Plan de la Patria presentado por el presidente Maduro, encuentro (tratando de evitar el sesgo absolutista) algunos elementos con los cuales tiendo a coincidir. En particular aquellos referidos al ámbito conservacionista y de conciencia ecológica planteado en un uso comedido de los recursos naturales. Considero, sin miedo a afirmarlo, que por lo menos es un punto válido para la reflexión, ante una ola de consumismo mundial que genera constantemente necesidades ficticias y deja una estela de basura detrás. Solo ahí estamos de acuerdo.
Ahora bien, el resto del documento es, digamos, delirante y contradictorio, o más bien debiera decir, hipócrita. Delirante, porque está impregnado de ese romanticismo socialista (cuando tiene una intención genuinamente noble) de querer un amplio, ancho y largo bienestar colectivo, que se plantea salvar la raza humana de la barbarie capitalista y convertir a Venezuela en motor mundial de bienestar. No estoy en contra de apuntar alto, pero es como si, por lo demás, viviéramos en un país con tal nivel de desarrollo económico, jurídico, social, cultural, tecnológico, deportivo, etc., que ya llegamos al punto en donde nuestro siguiente paso es "convertirnos en potencia del mundo". Algunos párrafos suenan como el poema que algún bolchevique ebrio recitara luego de la Revolución de Octubre mientras su casa se le caía encima.
A mi parecer, ese verbo ideológico comunista no es más que un gancho para cazar incautos y bohemios en búsqueda de sentido de pertenencia sin que noten el planteamiento totalitario e, insisto, hipócrita que se plasma entre líneas. En este punto debo enfatizar la palabra comunista, aunque los del PSUV busquen a toda costa evitarla, porque ahí está planteada como célula social y económica del país la vida en comunas. Y eso es comunismo. Nada que discutir.
En el mencionado plan se mencionan forzadamente conceptos democráticos, más enfocados en darle carácter legítimo al proceder del gobierno, que en expresar apego a la voluntad de la mayoría, cualquiera que fuere, o la segregación de poderes que una democracia verdadera debiera plantear.
Seamos claros. El comunismo solo se puede implementar en dictadura. Mientras el hombre sea capaz de elegir libremente, siempre optará por ir en búsqueda de mejores condiciones de vida. Es nuestra naturaleza. Cuando la comuna de al lado, haga mejores hamacas que mi comuna y me las venda a mejor precio, se las compro a ellos. Y con lo que me sobra me compro otro sombrero. Los hamaqueros de la comuna de al lado tendrán más dinero y yo tendré más cosas. Se acabó el comunismo.
Pero continuando con las contradicciones y el "sí pero no", veo en el planteamiento elementos de carácter capitalista como empresas mixtas, empresarios y emprendimiento que no cuadran en el texto. Cito un extracto: "Desarrollar un sistema de estímulos para el fomento de las pequeñas y medianas empresas privadas...". ¿Alguien lo cree? Yo no. Después de masacrar el concepto de capitalismo por más de la mitad del documento, de repente cuelan esa frase discordante. Mi lectura es que los burgueses rojos dejaron la puerta abierta para, con sus propias firmas privadas, enriquecerse (o seguir enriqueciéndose) de forma desproporcional, sin contradecir "los grandes objetivos históricos del comandante eterno". Ciertamente mordaz.
El resto del documento cae por sí solo. Hablan de diversificar la economía, pero solo hay que ver nuestros anaqueles y nuestras exportaciones. Hablan de un mundo "pluripolar" pero descalifican a la mitad del país que está bajo sus narices. Hablan de paz planetaria y no han podido pacificar las cárceles. Hablan de consolidar la independencia pero se le rinde pleitesía a Cuba y le debemos el alma a China. Hablan de la soberanía petrolera en manos del pueblo pero allá está Pdvsa Cuba enriqueciendo a la monarquía Castro. En resumen, este documento debió titularse "Plan comunista para el poder perpetuo y enriquecimiento exclusivo del PSUV y allegados internacionales". En ese caso sería coherente de principio a fin.
Por último, he de aclarar que esto es una crítica única y directamente al plan presentado por el gobierno, por considerarlo opresor, mal intencionado y divorciado de la realidad del país. Lo digo para evitar esa estrategia cobarde de escudarse detrás de Bolívar y de la Patria. Venezuela es mucho más grande y hermosa que este grupo de oportunistas. No quiero dejar espacio para el juego de la confusión, la crítica es a su proceso destructivo. El concepto de Patria y el legado de Bolívar están intactos en mi mente, a pesar de ellos.
Ahora bien, el resto del documento es, digamos, delirante y contradictorio, o más bien debiera decir, hipócrita. Delirante, porque está impregnado de ese romanticismo socialista (cuando tiene una intención genuinamente noble) de querer un amplio, ancho y largo bienestar colectivo, que se plantea salvar la raza humana de la barbarie capitalista y convertir a Venezuela en motor mundial de bienestar. No estoy en contra de apuntar alto, pero es como si, por lo demás, viviéramos en un país con tal nivel de desarrollo económico, jurídico, social, cultural, tecnológico, deportivo, etc., que ya llegamos al punto en donde nuestro siguiente paso es "convertirnos en potencia del mundo". Algunos párrafos suenan como el poema que algún bolchevique ebrio recitara luego de la Revolución de Octubre mientras su casa se le caía encima.
A mi parecer, ese verbo ideológico comunista no es más que un gancho para cazar incautos y bohemios en búsqueda de sentido de pertenencia sin que noten el planteamiento totalitario e, insisto, hipócrita que se plasma entre líneas. En este punto debo enfatizar la palabra comunista, aunque los del PSUV busquen a toda costa evitarla, porque ahí está planteada como célula social y económica del país la vida en comunas. Y eso es comunismo. Nada que discutir.
En el mencionado plan se mencionan forzadamente conceptos democráticos, más enfocados en darle carácter legítimo al proceder del gobierno, que en expresar apego a la voluntad de la mayoría, cualquiera que fuere, o la segregación de poderes que una democracia verdadera debiera plantear.
Seamos claros. El comunismo solo se puede implementar en dictadura. Mientras el hombre sea capaz de elegir libremente, siempre optará por ir en búsqueda de mejores condiciones de vida. Es nuestra naturaleza. Cuando la comuna de al lado, haga mejores hamacas que mi comuna y me las venda a mejor precio, se las compro a ellos. Y con lo que me sobra me compro otro sombrero. Los hamaqueros de la comuna de al lado tendrán más dinero y yo tendré más cosas. Se acabó el comunismo.
Pero continuando con las contradicciones y el "sí pero no", veo en el planteamiento elementos de carácter capitalista como empresas mixtas, empresarios y emprendimiento que no cuadran en el texto. Cito un extracto: "Desarrollar un sistema de estímulos para el fomento de las pequeñas y medianas empresas privadas...". ¿Alguien lo cree? Yo no. Después de masacrar el concepto de capitalismo por más de la mitad del documento, de repente cuelan esa frase discordante. Mi lectura es que los burgueses rojos dejaron la puerta abierta para, con sus propias firmas privadas, enriquecerse (o seguir enriqueciéndose) de forma desproporcional, sin contradecir "los grandes objetivos históricos del comandante eterno". Ciertamente mordaz.
El resto del documento cae por sí solo. Hablan de diversificar la economía, pero solo hay que ver nuestros anaqueles y nuestras exportaciones. Hablan de un mundo "pluripolar" pero descalifican a la mitad del país que está bajo sus narices. Hablan de paz planetaria y no han podido pacificar las cárceles. Hablan de consolidar la independencia pero se le rinde pleitesía a Cuba y le debemos el alma a China. Hablan de la soberanía petrolera en manos del pueblo pero allá está Pdvsa Cuba enriqueciendo a la monarquía Castro. En resumen, este documento debió titularse "Plan comunista para el poder perpetuo y enriquecimiento exclusivo del PSUV y allegados internacionales". En ese caso sería coherente de principio a fin.
Por último, he de aclarar que esto es una crítica única y directamente al plan presentado por el gobierno, por considerarlo opresor, mal intencionado y divorciado de la realidad del país. Lo digo para evitar esa estrategia cobarde de escudarse detrás de Bolívar y de la Patria. Venezuela es mucho más grande y hermosa que este grupo de oportunistas. No quiero dejar espacio para el juego de la confusión, la crítica es a su proceso destructivo. El concepto de Patria y el legado de Bolívar están intactos en mi mente, a pesar de ellos.
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