Es importante analizar la situación política actual, más con base medible que con emocionalidad. Las últimas encuestas realizadas por Keller y por Seijas, coinciden en mostrar la fuerte caída de popularidad de Maduro y su gobierno.
No cabe la menor duda que, al día hoy, el bloque político en ascenso es la oposición, el cual muestra un importante crecimiento, que la ubica cerca de un 48%, mientras que el descenso del oficialismo lo coloca en un 36%.En cuanto a la situación actual del país, un 75% de la población la ve negativa y esa tendencia sigue elevándose, porque los problemas que se consideran como graves son: la inseguridad (80%) y la escasez de alimentos (79%) y, de esos problemas, un 53% del país estima que la responsabilidad de ellos es principalmente del Gobierno.
En cuanto a las recientes protestas, la opinión está dividida; ya que un 48% está de acuerdo con ellas, mientras que un 49% no lo está.
Pero tal vez lo más interesante de estas encuestas son los resultados sobre índices de popularidad, en el que Henrique Capriles y Leopoldo López presentan y saldo positivo. Mientras que en el oficialismo, Diosdado Cabello presenta un saldo negativo de más de 30% y Maduro negativo en 12%.
Qué podemos inferir, a vuelo de pájaro, de estas cifras: Maduro viene cayendo por causas independientes a las protestas, un entendimiento funcional entre Capriles y López le daría aún un mayor impulso al crecimiento de la oposición y que el diálogo, bajo las circunstancias actuales, refuerza a la alternativa democrática.
Es por ello que una integración de esfuerzos entre la MUD, estudiantes, sociedad civil se puede considerar es el mejor camino para impulsar los cambios que el país requiere con urgencia.
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