Wednesday, April 23, 2014

La esencia del problema venezolano es moral

En: www.lasarmasdecoronel.blogspot.com


Gustavo Coronel

No se trata de estrategia política, como dice la MUD, ver: http://www.noticierodigital.com/2014/04/richard-blanco-si-el-gobierno-quiere-dialogar-que-suelte-a-los-presos-politicos/ . Ni de tácticas militares, como alega el militar chavista Lopez Padrino, ver: http://www.eluniversal.com/localizadores/protestas-en-venezuela?p=PROTESTAS%20EN%20VENEZUELA .
Las unas y las otras son, en el mejor de los casos, reacciones puntuales a la coyuntura: “Pediremos una cosa para que nos den la otra”, dirá la MUD.  “Los atacamos por aquí para que se vayan para allá”, planteará López Padrino.   Pero, ambas posturas son, en realidad, parte del sistema. Lo que muchos de mis compatriotas no han advertido es que están siendo capturados por el sistema, convirtiéndose insidiosamente en  parte del problema, no en parte de la solución. Estamos asistiendo a una entrega progresiva, de día a día, tan micro-incremental que muchos no lo han advertido. Quienes así actúan miden sus desplazamientos en términos del día a día y ese desplazamiento les parece infinitesimal. “No nos hemos movido”, dirán. Pero como se han movido!  En una perspectiva más amplia de tiempo podemos ver con claridad como  la llamada Mesa de Unidad Democrática, MUD,  se ha ido desplazando de sus posiciones iniciales, en las cuales el nuevo presidente no podia ser reconocido, para consentir en un acercamiento con un régimen de hampones, definidos como ilegítimos por ellos hace escasos meses.
Quienes ellos definen hoy  como “radicales”son, en mi perspectiva, quienes no se han movido un milímetro de la posición original.
No dejaremos de insistir en que el problema esencial venezolano no es tanto político o económico como moral , de abandono de valores y de principios.  Si no se presta atención a la cuestión moral no puede existir solución duradera a los problemas venezolanos. Sin embargo, el trasfondo moral del problema venezolano no es percibido por la población, ver: http://www.notitarde.com/Pais/El-74-de-los-venezolanos-dice-que-hay-crisis-politica-y-economica/2014/04/23/322554 , la cual piensa en términos politicos y económicos.
Cual es el problema moral subyacente? Tiene que ver con adherirse acriticmente a un concepto impecable, el del diálogo,  para enfrentar una situacion venezolana donde el diálogo no puede existir. En efecto, se puede dialogar con un adversario, siempre y cuando exista una base mínima común de principios y valores. Pero en la Venezuela de hoy no hablamos de adversarios sino de víctimas y victimarios. Podían dialogar Churchill y Hitler? O los judíos en los campos de concentración y sus cancerberos y asesinos? Puede haber diálogo entre grupos que poseen filosofías radicalmente opuestas de la vida y la ética? Como es posible olvidar el desastre, el abuso, el insulto sistemático y la corrupción de las instituciones llevados a cabo por el régimen durante los últimos 15 años?  Es que acaso uno puede sentarse  a la mesa con quienes representan activos agentes de destrucción nacional?  
Ese sentarse a la mesa es definido por algunos miembros de la MUD como una negociación, la cual implica necesariamente un toma y dame, un quid pro quo. Y eso es lo que no puede existir entre dos grupos,  cuya postura ética es y debe mantenerse diametralmente opuesta. Por qué, cual es el peligro? Que, a fin de obtener concesiones de la otra parte, se comience un proceso de entrega de principios que convertirían el grupo opositor en parte del régimen. Ese es un riesgo muy real que no podemos darnos el lujo de correr. Es un riesgo que lleva, insensiblemente, poco a poco, al borrón y cuenta nueva. Ello sería una gran tragedia, que después de 15 años de desastre nacional todo fuera olvidado y estuviéramos dispuestos a pasar la página. Eso sería una invitación expresa para que, a cada rato,  apareciera en Venezuela una pandilla de aventureros dispuesta a tomar el poder, sabiendo que  no hay justicia y que se puede robar, abusar, expropiar, hacer trampas, multar, apresar, torturar, restringir libertades, todo ello con la mayor impunidad.
Por ello insisto tanto en el aspect ético, moral, del problema venezolano. Sin mantener nuestra postura ética intacta, sin concesiones o zalamerías, cualquiera solución al problema venezolano es ilusoria y generará futuros y peores males.
Estoy con quienes resisten, porque intuyo que este es el camino que nos llevará a un nuevo país.

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