Wednesday, September 30, 2015

Indignación, indignados y el 6D

EN: http://www.lapatilla.com/site/2015/09/29/jose-machillanda-indignacion-indignados-y-el-6-d/

José Machillanda

La sobreexposición impuesta la última semana al régimen presidido por Nicolás Maduro como tirano, tanto en la política doméstica y en la política exterior, muestra además de la violencia y primitivismo político de este régimen la característica de un grupo de iletrados sin conocimiento y causa de lo que pasa en el mundo, conduciendo a estos pseudo-gobernantes al juicio de la mayoría de los venezolanos decentes, quienes verifican como el régimen neo-militarista se constituye en el hazmerreír regional e internacional.
Son un grupo de iletrados perversos que conducen a la República a un franco proceso de regresión, para situarnos casi en el siglo XIX eso sí, con la más grotesca inmoralidad y caradurismo son capaces de disfrutar el asalto a las arcas del petróleo para gastar en dólares y euros mostrando la nueva condición de boliburgueses dueños de fortunas, exhibidas con la mayor inmoralidad y desvergüenza, mientras en la República hay violencia, hambre y desesperación.
Son estos gobernantes iletrados y violentos quienes conducen con gran crueldad e irresponsabilidad a una sociedad que ha comenzado a entender que no existe ninguna razón para tolerar un sistema comunista. Sistema comunista implantado a troche y moche con la protección de una isla fracasada y una Cúpula Militar Claudicante que como sigüí del radicalismo no termina de comprender como ahora, después de cincuenta años, de pronto se entrega al capitalismo. Este neo-militarismo de cúpulas y radicalistas destruyó la economía, nos condujo a la híper-inflación, destruyó el signo monetario, está aliado a la delincuencia común y tortura a los presos políticos mientras sigue maltratando al ciudadano, lo que resulta ya insoportable.
Los venezolanos debemos pasar de la resistencia monacal a la indignación. Indignación que significa amarrarnos a los principios y valores de los ciudadanos para reclamar una real democracia, como está previsto en el artículo 2 de la Constitución vigente, violada sistemáticamente por  el régimen. La indignación es entonces la resurrección del ciudadano participante que tiene un interés general que debe privar sobre el interés particular, y que está llamado a perseguir una verdadera democracia.
Los indignados, es decir los venezolanos, debemos producir el cambio con nuestra participación para tener una prensa independiente, para que existan escuelas y alimentos para todos los venezolanos, que se genere un sentimiento ciudadano que detenga a estos iletrados incapaces de entender nuestro motivo de indignación. La indignación de los venezolanos tiene que entenderse como un valor precioso, como una acción que persigue una mayor libertad, una real justicia y una nueva visión de la historia de la cual surja un Liderazgo Político Emergente, capaz de conducir a la masa social venezolana indignada a un nuevo compromiso político: alcanzar y mantener el poder político, comprometiéndose a cumplir básicamente lo establecido en la Constitución de Venezuela.
Los venezolanos indignados debemos mostrar una voluntad de compromiso, en tanto como individuos responsables debemos tener un mensaje y accionar libertario, y actuando paso a paso teniendo como foco la democracia, conseguir la libertad plena para sentir la alegría de vivir en Venezuela. Vivir en Venezuela y disfrutar con la mayor plenitud todo lo que significa un país que surgiendo de la arbitrariedad y la violencia sea capaz de vivir en la decencia, el orden y el crecimiento. Los venezolanos indignados entendemos la indignación como una facultad, pero de inmediato estamos conscientes de lo que esta facultad nos impone.
 
Siendo así, la indignación permitirá entender la enorme distancia y desigualdad que hoy existe entre las clases populares y el latrocinio que ha producido el Chavismo y el Post-Chavismo en Venezuela y el incumplimiento de falsas promesas. Los indignados no queremos ver más el grado de pobreza y sufrimiento que hoy tienen grandes masas de venezolanos. Los indignados tampoco estamos dispuestos a seguir tolerando la violación de los derechos humanos, que instrumentan figuras distantes del gentilicio venezolano, así como la no aplicación de la ley tal como lo regulan las leyes.
Los indignados estamos conscientes que nos han llevado a la exasperación, que no caeremos en la violencia política porque la misma es la que aplicado este régimen como los colectivos, con los ataques con granadas a las policías, con las grandes colas producidas por el bachaqueo, con las inmensas riquezas de las que no se conoce su origen y se presumen que vienen generadas por el asalto a la renta petrolera. Los indignados reconocemos que hay un terrorismo político, provocador y riesgoso que será confrontado con civilidad, firmeza y decisión política para alcanzar la esperanza de la democracia.
Los indignados llenos de fe y convencidos que el camino es la no violencia, nos organizaremos, definiremos la acción política desde ya, practicaremos la eficacia de nuestra voluntad y alcanzaremos el objetivo que requiere la Nación el próximo 6 de diciembre. El mensaje del indignado desde ya es tener esperanza y confianza, seguir queriendo a la Venezuela maravillosa y mostrarnos como gran mayoría, no para una negociación sino para un cambio. Un cambio político que acabe con la noción del totalitarismo primitivo que representan Maduro y su Cúpula Militar Claudicante. Los indignados debemos retomar el camino para construir un país con pensamiento creativo y visionario, capaz de otear el equilibrio duradero de una Venezuela mejor en siglo XXI.
 
José Machillanda

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